TLC en cuenta regresiva | El Nuevo Siglo
Martes, 8 de Noviembre de 2011

* Arranca implementación normativa

* Empujar más rápido la agenda interna
 
La  entrada en vigencia de un Tratado de Libre Comercio (TLC) es muy compleja y tratándose del recientemente ratificado por el Congreso de Estados Unidos, tras cinco años de haber sido firmado por los gobiernos Uribe y Bush en 2006, la hoja de ruta tiene varios pasos.
 
Precisamente ayer llegó a Colombia la misión de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos con el fin de arrancar el proceso de implementación normativa necesario para que el tratado pueda entrar en vigor.
 
Será un mecanismo bastante arduo. Según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo el objetivo de esta nueva etapa es planificar las tareas tanto jurídicas como de fortalecimiento y capacidad comercial para cumplir con lo pactado en el TLC y que ambos países puedan aprovecharlo de manera equilibrada. Por ejemplo, el Gobierno colombiano tiene que abocar el estudio, redacción y promulgación de una serie de decretos que permitan estandarizar en el ámbito interno los procesos de intercambio comercial acordados con Estados Unidos. De igual manera, deberán presentarse al Congreso varios proyectos de ley con el mismo objetivo.
 
El gremio local de los exportadores sostiene que sería necesario reformar más de una veintena de normas para dicha adecuación.
 
No es asunto menor. Todo lo contrario, cada artículo, inciso o parágrafo es clave y le corresponderá al Viceministerio de Comercio Exterior garantizar que las medidas aprobadas sean claras, taxativas y no lleven a interpretaciones difusas o situaciones desequilibradas en el flujo de exportaciones e importaciones. Nuevas reglas sobre política arancelaria y aduanera, códigos fitosanitarios y de normas de origen, estandarización laboral, ajustes al régimen de propiedad intelectual, arranque de la estructura institucional en el sector público y privado, instancias de solución de contradicciones, hacen parte de la labor pendiente. En todo ello será clave el proceso de acompañamiento técnico que viene prestando el Banco Interamericano de Desarrollo.
 
Tan importante es el proceso que comenzó ayer que sólo cuando se haya cumplido, los gobiernos Santos y Obama procederán al respectivo canje de notas sobre el TLC y sesenta días después entrará finalmente en vigencia el acuerdo.
 
Sin embargo, en el entretanto, ya hay algunos pasos en marcha. Por ejemplo, en estos días arrancó el mecanismo para que la aduana de Estados Unidos comience a devolver a los exportadores colombianos los aranceles pagados durante el tiempo que no estuvo vigente el sistema de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga, más conocido como Atpdea, por sus siglas en inglés.
 
Obtener ese reembolso sin duda será un alivio económico muy importante para los empresarios de nuestro país que tuvieron que pagar por varios meses impuestos para ingresar sus mercancías al mercado norteamericano, afectando no sólo la rentabilidad de sus operaciones sino la competitividad de sus productos. Los más beneficiados serán los sectores de las flores, confecciones, manufacturas de plástico y alimentos procesados, entre otros.
 
Como se ve la cuenta regresiva para el arranque del TLC comenzó a correr y lo que urge es que, a la par del proceso de implementación, se acelere toda la agenda interna de competitividad, modernización e infraestructura que se requiere para aprovechar al máximo las potencialidades del acuerdo y evitar graves afectaciones a los sectores sensibles de producción local. Manos a la obra.