Según el estudio de Harvard sobre el Desarrollo Adulto, la felicidad de cada persona no está en el éxito profesional ni económico, sino en la calidad de sus relaciones sociales.
De acuerdo con Martín Gómez Platero, arquitecto, fundador y director de Gómez Platero Arquitectura & Urbanismo, “para que las ciudades aporten a la felicidad de sus habitantes tienen que ser plataformas de desarrollo que sostengan comunidades saludables y conectadas. Deben ser mixtas, y así fortalecer la integración de actividades diversas. Además, inclusivas, para que sus distintos usos hagan sinergia entre ellos”.
Señala el directivo que “en los próximos cinco años vamos a ver más cambios que en los últimos 50; por lo tanto, las ciudades que estamos construyendo hoy han de ser hiperflexibles para adecuarse a esas futuras demandas. También deben ser policéntricas, por ello se apuesta por entornos en los que nuestras demandas básicas estén cubiertas y a nuestro alcance, impulsando su sostenibilidad”.
Sostiene que “los espacios públicos son clave para el desarrollo de las ciudades del futuro. Cuando imaginamos el futuro debemos pensar en cómo queremos que sea la vida en sociedad, cuáles son los desafíos a superar para que los espacios públicos donde nos desarrollamos nuestras relaciones sociales nos hagan felices”.
Señala que “para el proyecto de usos mixtos Catehua, en construcción en Monterrey, México, consideramos estos conceptos. El complejo integra diversos programas con el espacio público, inclusivo y vinculante. Creo que lo ideal es pensar las ciudades de forma local, de acuerdo a las necesidades de las comunidades y su funcionalidad, sin olvidar que deben estar conectadas globalmente”.
Además, la mixtura, hiperflexibilidad y el espacio público de calidad aumentan la rentabilidad tanto para el desarrollador como para los ciudadanos. La mixtura de usos genera un tráfico de personas bueno para los negocios, la flexibilidad posibilita una rápida adaptación al cambio y el mejoramiento del espacio público invita a los ciudadanos a conectar con la ciudad. Interactuar con los espacios públicos se traduce en un mayor flujo y movimiento que activa la economía local.