La industria hotelera en Colombia se ha reconvertido en gran parte, por los deseos de los clientes, los cambios en las estructuras sociales de convivencia, el emprendimiento, el coworking, la tecnología y la interacción social dentro de las compañías.
A nivel mundial, han surgido diferentes marcas de grupos hoteleros, tales como Mama Shelter, Moxy, Selina, Marva, Sonder, Room Mate, entre otros, que han enfocado sus esfuerzos a presentar un concepto más enfocado a la experiencia del huésped, haciendo uso de un diseño vanguardista más orgánico.
“Aspectos como el uso estratégico de la tecnología, la diversidad en la oferta de alimentos y bebidas y el diseño de espacios de convivencia dentro de los hoteles, ha permitido a los huéspedes contar con más espacios de interacción social, sin la rigidez de los diseños tradicionales que existían en años anteriores”, afirma Patricio Del Portillo, director de CBRE Hotels.
CBRE, compañía multinacional de finca raíz, con sede en Bogotá, comparte algunas de las tendencias actuales que se observan el sector hotelero:
Hoteles inteligentes: la adopción de nuevas tecnologías que permitan a los clientes mejorar su estancia, como registrarse en línea, tablets personalizadas que permitan controlar todo, desde temperatura hasta órdenes de servicio de habitación, iluminación, Internet de las Cosas, entre otras.
Los nuevos conceptos de hospitalidad incorporan acceso a Internet de alta velocidad (WiFi inalámbrica o Wimax) con suficiente ancho de banda para ofrecer al huésped la capacidad de realizar transacciones bancarias, financieras, videoconferencias, y entretenimiento las 24 horas del día, factores fundamentales que se convierten en ganancia tanto para el establecimiento como para el huésped.
Responsabilidad ambiental: el uso inteligente de los recursos, que les permita ser ecológicamente responsables. Hoy los turistas tienen más conciencia social y ambiental.
Por ejemplo: En Costa Rica el hotel Cala Luna Boutique Hotel & Villas instaló 1,400 paneles solares para generar energía renovable en el país, lo que le permite ahorrar un estimado de 34 toneladas de emisiones de dióxido de carbono.