La floricultura es uno de los sectores económicos más importantes de Colombia, posicionando al país como el segundo exportador de flores en el mundo y a la rosa como la especie con más demanda. No obstante, la producción de esta flor genera una cantidad considerable de residuos, que en muchos casos origina impactos ambientales negativos si no se utilizan o tratan de manera correcta.
Sin embargo, una investigación realizada por Sahra Nathalíe Rincón Rincón, magíster en Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), demuestra que el tallo de las rosa es un residuo que cuenta con compuestos de alto valor agregado y que pueden ser de interés para la industria, especialmente como alternativa en la generación de biocombustibles y productos químicos.
Para llegar a tal conclusión la ingeniera evaluó la obtención de azúcares y lignina –polímero orgánico– a partir de biomasa lignocelulósica proveniente de desechos de tallos de rosas.
La obtención de azúcares (glucosa y xilosa) y lignina se realizó por medio del proceso organosolv, que utiliza un solvente orgánico a una temperatura, presión y tiempo específicos, con o sin el uso de un catalizador (ácidos o básicos).
Este proceso separa los componentes de la biomasa lignocelulósica, los cuales son altamente susceptibles de ser transformados en biocombustibles o productos químicos como bioetanol, biobutanol y ácido levulínico, entre otros, provenientes de la celulosa y la hemicelulosa (biomoléculas presentes en las paredes celulares) y como precursores para generar productos como fenol, etileno, aditivos de combustibles y otros provenientes de la lignina.
El organosolv se desarrolló utilizando un diseño experimental en el que se evaluaron tres factores: temperatura (130 °C y 200 °C), tiempo (30 min y 90 min) y tipo de solvente (etanol–agua, glicerol–agua, y etanol–agua– glicerol).
El estudio se centró en la evaluación del rendimiento de los azúcares simples y la eliminación de la lignina de la biomasa, así como en la obtención de lignina organosolv y los subproductos 5-HMF y furfural obtenidos por la deshidratación de hexosas y pentosas, respectivamente, los cuales se han convertido en importantes productos intermedios con numerosas aplicaciones como solventes, polímeros y biocombustibles, entre otros.
El estudio aporta al trabajo del Grupo de Investigación Aprovechamiento Energético de Recursos Naturales (Aprena), cuyo enfoque es el aprovechamiento de biomasas, con el fin de ofrecer una alternativa más allá de la producción de abonos orgánicos o fertilizantes.