En Colombia se reconoce la existencia de al menos 115 pueblos indígenas que habitan el territorio nacional, entre los que desde 2018, el British Council del Reino Unido trabaja conjuntamente con las comunidades Misak, Piaroa, Puinave, Ette Ennaka, Cuiba y Yaruro en una estrategia para fortalecer su patrimonio cultural.
El relacionamiento con estas seis comunidades indígenas inició a partir de la instalación del programa Patrimonio Cultural para el Crecimiento Incluyente (CH4IG), un proyecto piloto de dos años que se planteó el objetivo de promover la inclusión y la sostenibilidad a partir de la implementación de estrategias de recuperación del patrimonio cultural.
El programa únicamente ha sido implementado en Kenia, Vietnam y Colombia, con variantes según las particularidades contextuales de cada uno de estos tres países. No obstante, el objetivo global de CH4IG es demostrar que el desarrollo y la promoción del patrimonio cultural al interior de las comunidades es un vehículo para conseguir mayor prosperidad y bienestar en la vida cotidiana. En Colombia el programa adoptó el nombre Sembrando Nuestros Saberes.
“Este es un programa cuyo objetivo principal es el fortalecimiento del patrimonio cultural de los pueblos indígenas, para que por medio de este patrimonio puedan encontrar su bienestar. Hemos tenido la fortuna de experimentar la revitalización de los procesos de trasmisión intergeneracional de conocimiento en cada uno de estos pueblos, y rescatar saberes que se estaban perdiendo o cayendo en desuso”, dijo la líder de Sembrando Nuestros Saberes, Patricia Navas.
En el desarrollo de esta iniciativa el British Council brindó acompañamiento para la recuperación de saberes ancestrales en los campos de la medicina, la artesanía, la culinaria, los cantos rituales y el reconocimiento del territorio y sus usos. Las acciones se definieron en conjunto con cada uno de los seis pueblos indígenas, en concordancia con su cosmovisión.
La implementación del programa ha contribuido al fortalecimiento de procesos como: la enseñanza de las técnicas agrícolas tradicionales en el pueblo Misak; la recuperación de semillas nativas o tradicionales por parte de los Piaroa; en el pueblo Yaruro el cultivo de la Palmera Moriche, que se usa como alimento y material para construir casas y artesanías; en el pueblo Puinave la fabricación de utensilios (tamices, ralladores de yuca, cestas, ollas, bancos o asientos); la producción de tejidos en el pueblo Cuiba, y la revitalización de la medicina tradicional de los Ette Ennaka