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El Nuevo Siglo
Viernes, 10 de Diciembre de 2021
Redacción Política

A pesar de que el Plan Nacional de Vacunación contra el covid-19 adelantado desde febrero pasado alcanza más del 70% de la población con al menos una dosis, hay voces que consideran que no había necesidad de librar esta lucha sin cuartel a gran escala, pues dicen que a nivel mundial el grado de letalidad del virus es bajo en comparación con otras enfermedades.

El debate en este sentido surgió ayer en la Comisión Séptima del Senado, durante una audiencia pública sobre la exigencia del carné de vacunación contra el covid para poder ingresar a eventos masivos.

Uno de los primeros en tomar la palabra fue Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud, quien mostró la importancia que ha tenido la inmunización en Colombia. 

“Las cifras y los indicadores de lo que ha representado la vacunación para los colombianos es lo que nos muestra con evidencia científica el resultado de lo que ha sido la vacunación en el tercer pico, en que los análisis estadísticos nos mostraban una mortalidad impresionante, donde llegamos a tener casi 700 muertes diarias. Pero evidenció que la población mayor de 70 años ya había sido protegida con la vacuna, y observamos que la mortandad fue en personas que precisamente no habían tenido acceso a la vacunación”, dijo el funcionario.

Agregó que “en este momento ya llevamos el 72,5% de la población vacunada con mínimo una dosis y el 50% de la población vacunada con esquemas completos, lo que representa la aplicación de más de 59 millones de dosis en todo el territorio nacional, con unas estadísticas que nos determinan la seguridad y la eficacia de la vacuna”. 

Sostuvo Bermont que “todo esto nos lleva a determinar que la vacunación disminuye en un 50% la probabilidad de contagio, en un 75% la probabilidad de hospitalizarse y en un 90 o 95% la posibilidad de morir por esta enfermedad. Así que las cifras lo soportan, que la vacunación garantiza la reducción significativa de la transmisión del virus, en el sentido en que a pesar que aumentó la movilidad de los colombianos se mantiene el grado de contagio en una meseta baja, que no pasa de 1.900 casos al día”.


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Sin embargo, una de las invitadas a la audiencia, la docente e investigadora Sara Caicedo, manifestó reservas ante esta vacunación a gran escala de la población, aunque aclaró que no es antivacunas, pues reconoce que gracias a estas han sido erradicadas del planeta enfermedades mortales. 

“¿Vale la pena exponer a la población colombiana a una vacuna para una enfermedad que ha tenido menos del 2% de mortalidad a nivel mundial y tres casos en un millón, en el caso de los niños?”, se preguntó Caicedo.

Cuestionó que “el dilema ético aquí es ¿a qué jugamos cuando hacemos firmar a la población para que exonere de responsabilidad a las farmacéuticas por los efectos adversos?”.

Por último, lanzó el interrogante: “¿Tiene sentido imponer la vacunación, los refuerzos y las exigencias del carné de vacunación, obligando a personas que no quieren vacunarse a que lo hagan?”.