Es considerado el templo más pequeño de Bogotá por la Arquidiócesis de Bogotá. Sus medidas son 21 metros de largo por 7 metros de ancho. Se llama la iglesia Santa María del Cenáculo.
Fue construida 34 años atrás para cumplir las funciones de una capilla y desde hace 3 es considerada parroquia por la Iglesia Católica. Ubicada en el barrio Salitre el Greco de la localidad de Teusaquillo. Las actividades en este santuario católico no son distintas a las realizadas en cualquier otro templo de la ciudad. Las eucaristías se realizan de martes a domingo a las 6 de la tarde, siendo este último, el día que más celebraciones tiene, con dos más en la mañana a las 8 y a las 11.
El sacerdote encargado de este templo es el padre Luis Ángel Cuenca, quien afirma que “estar en la parroquia más pequeña de Bogotá tiene ventajas. Hay más cercanía con los feligreses durante las eucaristías, son casi personalizadas”. “Esta iglesia es considerada la más pequeña de Bogotá, no solo por su tamaño físico, sino porque acoge solo un barrio. Generalmente las parroquias en la ciudad cubren 10, 20 y hasta 30 barrios, por esta razón, la cantidad de asistentes es mucho mayor que la de nuestro recinto” comentó el padre Cuenca.
El párroco Luis Cuenca describe las celebraciones realizadas en Santa María del Cenáculo “como de estilo europeo, al asistir pocas personas, se siente mucha tranquilidad en el templo. Además de ser uno de los barrios más pequeños de Bogotá, con aproximadamente 2.600 habitantes, Salitre el Greco es considerado como una de las zonas más tranquilas y seguras de Bogotá. En las actividades que realizamos, contamos con el apoyo de toda la comunidad, incluyendo los habitantes que no son católicos o no creen en Dios, esto nos permite sentir un ambiente muy familiar”.
“En esta parroquia caben aproximadamente 120 personas sentadas, pero el fin de semana pueden venir hasta 200 creyentes. Entre semana la asistencia es mucho más baja, no alcanza a llegar la cifra a los 20 feligreses. Sin embargo, los fieles y nosotros, sentimos más cercanía, la predicación es más directa. La mayoría de los asistentes son adultos mayores, les gusta mucho venir a las misas y colaborar con nosotros. Esta es una de las pocas iglesias que no cobra por los sacramentos, vivimos prácticamente de la caridad, de lo que las personas nos quieran dar”, dice el párroco Luis Ángel.
El padre Luis dice: “entre nuestras actividades, además de las eucaristías, contamos con despacho todos los días, el servicio de catequesis, confesión y dirección espiritual. Siete personas nos ayudan en el templo, ellos son ministros de la comunión, están en el consejo pastoral, en la visita a los enfermos y están pendientes de la economía de la parroquia, en el consejo económico que creamos. Hay días en los que vienen seminaristas y religiosos y dirigen en la parte pastoral. Como mencioné anteriormente, los habitantes del barrio también ayudan en lo que puedan, aproximadamente son 20 personas externas. Sea hay un niño, un adolescente o un adulto, no importa, ayuda en la labor de diacono, hay otros que nos ayudan a tocar las campanas, afortunadamente la comunidad siempre nos brinda su apoyo, muestra de que tienen sentido de pertenencia por esta iglesia”.
Cuando las actividades son masivas, se realizan en el salón parroquial o en el templete eucarístico al que le caben aproximadamente 3000 personas sentadas. Este último se construyó para la visita del papa Pablo Vl, también estuvo Juan Pablo ll Cuando vino a Colombia y se espera que asista Francisco l en septiembre.
Según Jorge Humberto Vargas, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Salitre el Greco esta parroquia “inició como un galpón, cuatro cercas y tejas a dos aguas, así se hacían las eucaristías” en el antes denominado “Centro de Culto Santa María del Cenáculo”. En comparación con la Catedral Primada de Colombia, ubicada en la Carrera 7 con calle 11 en el Centro de Bogotá, Santa María del Cenáculo es 36 veces más pequeña, 147 metros cuadrados es su medida aproximada. Fue erigida como parroquia según el decreto arzobispal No. 668 del 21 de mayo de 2014, por el cardenal Rubén Salazar Gómez, el padre Luis Ángel Cuenca tomó posesión canónica el 6 de julio en el mismo año
Destacado: “afortunadamente la comunidad siempre nos brinda su apoyo”