La 16ª etapa del Tour de Francia, entre Gruissan y Nîmes, ofrece una última ocasión para los especialistas en el esprint antes de la traca final de una 'Grande Boucle' poco propicia para ellos.

Varios velocistas podrían incluso sentir la tentación de bajarse de la bici después de esa etapa, bien para preparar los Juegos Olímpicos, o simplemente para tomar las vacaciones y evitar el calvario de las etapas alpinas.

Ante ese final poco apto para sus intereses, solo tienen la 'obligación' de seguir en carrera hombres como el eritreo Biniam Girmay, que deberá llegar a Niza el domingo si quiere enfundarse el maillot verde de la regularidad.

Ganador ya de tres etapas, el velocista del Intermarché buscará una cuarta en Nîmes, con un recorrido llano (sólo 1.200 metros de desnivel en 188 kilómetros).

Aunque los últimos 25 kilómetros podrían plantear algún problema a causa del viento, y los primeros de la general deberán estar bien rodeados para evitar sustos.

La salida en Gruissan está prevista a las 11h05 GMT (la real a las 11h30 GMT), y la llegada a Nîmes a las 15h41 GMT, según las estimaciones en caso de una velocidad media de 45 km/hora.