Cada año se suicidan en el mundo cerca de 800.000 personas, lo que sitúa este problema como una de las prioridades en salud mental. Así lo concluyó la Organización Mundial de la Salud al divulgar este miércoles el informe Atlas de Salud Mental 2017.
El documento también indica que solo un tercio de los países de renta media-alta o alta y el 10 % de los que tienen ingresos medios-bajos o bajos, cuentan con estrategias de prevención.
“Desde 2014, los avances para frenar la tasa de suicidios y promover así la meta de desarrollo sostenible 3.4, no han sido suficientes”, dijo Naciones Unidas en un comunicado.
A nivel general, el Atlas de Salud Mental 2017 señala que “a pesar de los avances que muchos países han experimentado en la planificación y elaboración de políticas”, todavía hay un déficit de trabajadores capacitados y una falta de inversión en servicios sanitarios destinados a personas con problemas de este tipo.
Según cifras de la organización, actualmente hay una tasa de nueve trabajadores de salud mental por cada 100.000 habitantes, con una diferencia de un especialista sobre la misma población en los países con bajos ingresos y de 72 en las naciones de altos ingresos.
El director del departamento de Salud Mental y Uso Indebido de Sustancias Adictivas de la OMS, Shekhar Saxena, advirtió que “no invertir en salud mental con urgencia supondrá costes sanitarios, sociales y económicos a una escala que rara vez se ha visto”.
La OMS recalca que la deficiente financiación de la atención psiquiátrica “provoca que gran parte de la población mundial no pueda acceder a estos cuidados”.