Aliados de Navalni consiguen victorias en elecciones en Rusia | El Nuevo Siglo
Las miradas estaban dirigidas hacia Tomsk y Novosibirsk, donde Navalni hacía campaña electoral cuando fue envenenado.
Foto AFP
Martes, 15 de Septiembre de 2020
Redacción internacional con AFP

Los partidarios del opositor ruso Alexéi Navalni reivindicaron simbólicas victorias electorales en los lugares donde presuntamente fue envenenado, tras las elecciones regionales dominadas por el oficialismo y marcadas por denuncias de irregularidades.

En 41 de las 85 regiones rusas, los electores estaban llamados a elegir a gobernadores, asambleas y cuatro diputados para el Parlamento nacional.

Los candidatos del partido en el poder, Rusia Unida, preeminente en la vida política pese a una popularidad en fuerte retroceso en los últimos años, obtuvieron la mayoría de los escaños en juego, según su jefe, el expresidente y exprimer ministro Dmitri Medvedev.

"Nuestro partido es el primero en todas partes donde se celebraron elecciones de parlamentos regionales, y en términos de mandatos obtenidos" dijo.

Pero aunque estaban en juego cargos de gobernadores, las miradas estaban dirigidas hacia las elecciones municipales en Tomsk y Novosibirsk en Siberia, donde Navalni, había investigado sobre la corrupción de las élites y hacía campaña electoral, cuando fue envenenado a fines de agosto con un neurotóxico de tipo militar.

En Tomsk, los dos candidatos partidarios de Navalni fueron elegidos en el parlamento municipal.

No obstante el partido que apoya al presidente Vladimir Putin, fue el partido más votado en esta ciudad de Siberia de 500.000 habitantes, con 24,46% de los votos, aunque lejos del 52,27% obtenido en los anteriores comicios de 2015.

Y en lugar de 32 escaños sobre un total de 37, Rusia Unida sólo tendrá diez, pues los demás escaños fueron repartidos entre diversas formaciones.

En Novosibirsk, tercera ciudad de Rusia y la más importante de Siberia, la oposición obtuvo cinco cargos, entre ellos el de responsable local.

En toda Rusia, el Fondo de lucha contra la corrupción (FBK) de Navalni, que cuando no tenía candidato llamaba a votar por el que más posibilidad tenía de derrotar al partido del poder, reivindicó su parte en el éxito de otras formaciones.

En un contexto económico y social difícil, con acusaciones de corrupción y una impopular reforma de las pensiones, la aceptación del partido de Vladimir Putin se ha erosionado, a un año de las elecciones legislativas y solamente cuenta con el 30% de intención de voto.

La ONG Golos denunció "la arbitrariedad" de los responsables de numerosos centros de votación, que rechazaron principalmente registrar las denuncias de observadores. La organización dijo que fue informada de 1.570 violaciones a la normativa.

Por otra parte el gobierno alemán indicó que laboratorios de Francia y Suecia confirmaron el envenenamiento de Navalni, hipótesis rechazada por Rusia.

El vocero de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert, señaló que Alemania pidió a Francia y Suecia "una revisión independiente de la evidencia alemana a partir de nuevas muestras de Navalni", que se encuentra hospitalizado en Berlín.

"Los resultados de esta revisión en laboratorios especializados… están disponibles y confirman la evidencia alemana", dijo.

"Por ahora, tres laboratorios han presentado de manera independiente la prueba de una agente neurotóxico del grupo Novichok es la causa del envenenamiento de Navalni", reiteró el vocero.

Entre tanto el estado de salud del líder opositor, está "mejorando" y es capaz de levantarse de la cama por breves periodos, indicó el hospital donde se encuentra ingresado en Alemania.

"Ha mejorado... al paciente se le ha retirado de manera exitosa la ventilación mecánica", agregó.

Bielorrusia

Finalmente el presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenko se reunió con su homólogo ruso para discutir sobre la "integración" de los dos países deseada por el Kremlin y a la cual se resistía.

Esta visita tiene lugar después de que varias decenas de miles de manifestantes marcharan una vez más en Minsk por quinto domingo consecutivo exigiendo la partida del jefe de Estado, en el poder desde 1994, una movilización cada vez más fuerte a pesar de la detención o el exilio de los principales opositores.

Tras acusar a Rusia antes de la consulta de querer "desestabilizar" a su país, Lukashenko dio un giro para obtener su apoyo frente a las enormes manifestaciones, organizadas en su opinión por Occidente.