COMO SE sabía esta elección regional, la de Cataluña, fue planteada por el Partido Socialista como un ‘velado referendo’ a su líder y jefe de gobierno, Pedro Sánchez, en un momento de alta tensión política y polarización ciudadana tanto por los escándalos que involucran a allegados al gobierno como por su polémica negociación con los independentistas de Junts para lograr la investidura. Y, precisamente eso, fue lo que ocurrió este domingo tras oficializarse el resultado de las urnas, que evidenciaron el repunte de la centroderecha en esa comunidad autónoma.
Como lo señalaban todas las encuestas, los más votados fueron los socialistas (PSC) liderados por Santiago Illa: 28% de los votos, lo que les representará 42 escaños. Le siguieron los independentistas de Junts, de Carles Puigdemont, que logran 35 escaños (tres más que en el 2021), mientras que su otrora socio estratégico, la Izquierda Republicana (ERC) tuvo el peor desempeño de su historia, al perder 13 curules (bajó a 20), debacle que también tuvo la formación anticapitalista CUP que se queda en 4 escaños (dejó escapar 5). Así, estos últimos tres partidos que impulsaron el procés (el referendo independentista) quedan muy lejos de la mayoría que sostuvieron en la última década en el Parlamento y con una escasa posibilidad de formar gobierno.
En contrario, es la primera vez en la historia de la democracia que en esta región los partidos constitucionalistas tienen tan buen desempeño. Además de lo alcanzado por los socialistas –como reseñamos en el párrafo anterior- destaca el avance del conservador Partido Popular, que saltó de tener tres curules a 15, mientras que la calificada como ‘extrema derecha’, Vox, mantiene sus 11 asientos y Comuns-Sumar, perdió dos, quedando en 7.
Escrutado el 96% se confirmaba que los partidos constitucionalistas ganaron en votos y escaños a los independentistas catalanes: 53,38% de la votación total, lo que representa un total de 74 escaños. Mientras que el bloque independentista, incluida Aliança Catalana sumó el 42.18% de apoyos, lo que se traduce en 61 curules.
La sorpresa de la jornada fue, sin duda, el fuerte ascenso de los conservadores –superando todas las expectativas- que liderados nacionalmente por Alberto Núñez Feijóo y regionalmente por Alejandro Fernández, evidenciaron el avance de la centroderecha en el país. Así, como dijimos, pasaron de 3 curules a 15 escaños, convirtiéndose en la cuarta fuerza política del Parlamento, superando a Vox, el partido de Santiago Abascal.
Núñez Feijóo, prudente pero entusiasta, había asegurado días atrás que se vislumbraba una buena noche la del 12 de mayo para su partido. Inclusive se arriesgó a señalar que serían la cuarta fuerza en Cataluña, como ocurrió este domingo y que, de suyo, se traduce en un fuerte impulso para el pulso que sostendrá con Pedro Sánchez en las elecciones europeas a realizarse entre el 6 y el 9 de junio próximo.
El líder de los conservadores participó activamente en la campaña catalana y estuvo en más de un acto acompañando a Alberto Fernández, donde se vaticinó que “esto va de acreditar que la centroderecha catalana se llama PP de Catalunya”. Y así fue.
Con estos resultados, Núñez Feijóo cumplió los objetivos que se propuso: escalar de octava a cuarta posición en el Parlamento catalán y dar el ‘sorpasso’ a Vox.
Los populares aumentaron escaños y subieron en votación, llegando al 11%, siendo el partido que más creció en esta jornada electoral. “Es una fantástica noticia” reconocieron desde el equipo de Núñez Feijóo, que enmarcó este ascenso en la absorción de los seguidores (y las 6 curules) que tenía Ciudadanos - cuya partida de defunción también se firmó este domingo- y del voto “constitucionalista” que tenía el socialismo en la región.
Fuentes del equipo del líder popular aseguraron que “el PP recuperó votantes que en 2017 apostaron por Inés Arrimadas (candidata del recién fundado Ciudadanos), luego se fueron para el PSC y ahora volvieron al Partido. El PP multiplica por cinco sus resultados y entra en todas las provincias. Somos el que más subió”.
Núñez Feijóo felicitó al PP catalán (PPC)y a su candidato Fernández por el resultado extraordinario de la formación que, según ha dicho, ha superado sus “mejores expectativas”.
“Gracias a las más de 340.000 catalanes que nos consolidan con claridad como alternativa constitucionalista. El PP de Cataluña ha vuelto para quedarse” proclamó Niñez Feijóo en redes sociales, en línea con los mensajes expresados por Fernández como por la jefa de campaña del PPC y candidata en las elecciones europeas, Dolors Montserrat.
Los ‘populares’ vuelven a tener ahora unos apoyos similares a los que logró el exministro José Piqué en 2003, -en plena mayoría absoluta de José María Aznar- y en 2006, con 14 escaños, respectivamente, y que llegaron incluso a los 18 y 19 diputados en 2010 y 2012 con Alicia Sánchez, que logró la mejor marca del partido en esa comunidad autónoma.
Desde “Génova han admitido su satisfacción por estos datos que les permite afrontar las elecciones europeas desde una posición de mayor fortaleza. “Salimos reforzados”, aseguran en el equipo de Núñez Feijóo que destaca que los socialistas en cada cita electoral se ‘escoran’ y pierden electores de centro.
Sánchez, más comprometido
La noche de ayer en Génova no quisieron hablar de posibles pactos, si bien han recordado que el PCC “no ha sido” convocado a la gobernabilidad de Cataluña. Eso sí, desde la dirección del PP han recalcado que estos resultados no son un “plus de estabilidad para el conjunto del país” y “no va a facilitar la vida” a Pedro Sánchez en Madrid.
“No le queda una posición más sencilla al presidente del Gobierno”, abundaron las mismas fuentes, pese a que el PSC fue el más votado en la jornada electoral catalán.
Así lo expresó públicamente la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, al afirmar que el PSC es hoy más dependiente del independentismo de lo que era ayer y que el futuro de Sánchez depende hoy más del independentismo que ayer. “El Gobierno de Cataluña no lo va a decidir el PSC, lo hará el independentismo y pondrá precio a ello”, sostuvo.
Núñez Feijóo convocó para este lunes una reunión del comité de dirección del partido para analizar los resultados, pero será el martes cuando lo haga de forma pormenorizada el Comité ejecutivo del órgano que reúne a los ‘barones’ territoriales.
Los socialistas, por su parte, consideran que el resultado catalán además de ser una contundente victoria del partido, porque aumentó 9 escaños, es un espaldarazo a Sánchez y su “política de convivencia”. Sin embargo, además de verse forzado a negociar, de nuevo con los independentistas para poder investir a Salvador Illa, queda a la espera de ver cómo se concretarán los apoyos que sostienen al Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, ya que habrá que esperar a ver qué lectura y estrategia adoptan tanto ERC como Junts.
Sin mayoría de los independentistas y la imposibilidad de un acuerdo en el bloque constitucionalista, el escenario es complejo e incierto. Y ello especialmente para Sánchez, porque si suma a los de Junts, hoy ‘enemigos políticos’ de la Izquierda Republicana, éstos no harán parte de ninguna alianza y, de paso, podrían retirar el apoyo que tienen hoy con el gobierno en el Congreso de Diputados, imprescindible para sacar avante cualquier iniciativa.
Con los datos que han arrojado las urnas se podría reeditar un acuerdo tripartito entre PSC, ERC y los Comunes- Sumar, que entre los tres llegan justo a los 68 escaños que marcan la mayoría, pero los independentistas de la Izquierda Republicana sopesarán la situación.
Otra opción que cobra más fuerza tras la intervención del líder del ERC, Pere Aragonés, tras conocer los resultados es que permitan la investidura de Illa, pero no entren a formar parte de él. El presidente de la Generalitat en funciones dijo que asumirán la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas y lo harán desde la "oposición". No obstante, tampoco se puede descartar que haya bloqueo y se tengan que volver a las urnas.