COP 28, ¿hacia otra carta de buenas intenciones? | El Nuevo Siglo
Foto: AFP.
Jueves, 30 de Noviembre de 2023
Redacción internacional con AFP y Europa Press

SOLO HASTA este jueves, un año después del compromiso internacional, empieza a hacerse el fondo para compensar los daños climáticos, una exigencia inveterada de los países en desarrollo. Ese publicitado acuerdo en la apertura de la COP 28, es el única buena nueva en la primera evaluación global de la historia que se hace a estos encuentros anuales que terminan siendo más una vitrina geopolítica que un pacto eficaz contra el calentamiento global.

 

Y la razón es obvia: si bien las decisiones que adoptan los 198 integrantes (países, entidades soberanas y organizaciones regionales) sobre un futuro climático se toman por consenso no son vinculantes. Es decir, no son de obligatorio cumplimiento, un hecho que aunque no cambiará con esta cita en Dubái si los forzará a adoptar acciones rápidas y comprobables ante la radiografía –cada vez más preocupante- sobre la situación global del clima.

Basados en la ciencia (cuyo reciente informe evidencia que entre el año pasado y lo corrido de éste se impuesto récords en casi todos los indicadores climáticos), los primeros intervinientes en esta conferencia de Naciones Unidas, a saber, el secretario general de la organización, Antonio Guterres; el presidente emiratí de la Conferencia, el sultán Al Jaber y el secretario ejecutivo de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, Simon Stiell, coincidieron en destacar que el progreso colectivo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación al proceso del calentamiento global y la movilización de apoyo financiero para los países vulnerables, -todos lineamientos acordados en el Acuerdo de París hace un año- ha sido poco.

Destacaron, sin embargo, que varios países han impulsado el paso hacia las energías limpias y el esfuerzo sostenido de las naciones que menos contribuyen al cambio climático pero que paradójicamente son los más afectados, al tiempo que admitieron que el fin de la llamada era fósil no está cercana, por múltiples factores que van desde la creciente demanda global de petróleo, carbón y gas hasta los altos costos que tiene la anhelada transición energética.

Aprobado el fondo de compensación, que se abre con USD 200 millones ofrecidos por el país anfitrión (Emiratos Árabes Unidos) y Alemania, el tema candente de esta COP 28 es el de los combustibles fósiles. Así, mientras que varios de los participantes piden que se incluya en el documento final como un compromiso para su ‘eliminación’ con un calendario razonable, otros plantean que sea una ‘reducción’, lo que a juicio de Guterres sería un compromiso “vago y evasivo”.

Vale recordar que ninguna COP ha conseguido hasta ahora introducir en su declaración final una limitante a estos combustibles. En la de Glasgow (2021) sólo se mencionó al carbón.

En la actual, el sultán anfitrión es también presidente de la compañía petrolera nacional Adnoc, por lo que impulsa proyectos petroleros y energéticos de su país.

En lo corrido de la década el mundo ha registrado una demanda creciente de estos combustibles, considerados la principal causa del calentamiento global. Hay esfuerzos por virar hacia las energías renovables pero su horizonte, por costos y desarrollos, es tan lejano como sombrío.

Otro asunto clave de esta cumbre climática global es el desarrollo de las energías renovables. En esa línea, el secretario de la ONU llamó a “triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética” por considerar que solo así se podrán dar pasos grandes para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, como acordaron los líderes mundiales en París en 2015.

La Organización Meteorológica Mundial informó que el año pasado la capacidad de energía renovable creció alrededor de un 10% en todo el mundo, liderada por la energía solar y eólica.

Para Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de Cambio Climático de ONU, la comunidad internacional está dando pequeños pasos "de bebé", "demasiado lentos", en un mundo "inestable y carente de resiliencia" para encontrar las mejores respuestas a los complejos impactos climáticos. Por ello solicitó a todas las partes acelerar la acción y mostrar un compromiso real.

Tras destacar que se han impuesto "muchísimos récords aterradores", abogó por financiar "adecuadamente" la transición ecológica, incluida la respuesta al mecanismo de pérdidas y daños, apostar por un nuevo sistema energético y poner fecha al final de la era de los combustibles fósiles.

No obstante, fue claro en señalar que "si la transición no es justa, no se hará ninguna transición". Eso, en su opinión, significa justicia entre los países; compartir beneficios en toda la sociedad; garantizar que todos en su diversidad -mujeres, jóvenes, indígenas- tengan las mismas oportunidades para beneficiarse de estas transiciones.

Stiell recordó a los países los próximos hitos de la acción climática internacional. Así, dijo que en 2024 deberán presentar su primer Informe Bienal de Transparencia por lo que ya no podrán ocultar la realidad del progreso individual y que en la CO29 acordarán como financiar el nuevo objetivo de finanzas. Además, ha querido que la apertura de la COP28 sea "el primer aviso oficial" de que a principios de 2025 los países deberán presentar sus nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional, por lo que ha instado a que empiecen a trabajar "ahora" en ellos.

"La ciencia nos dice que quedan unos 6 años antes de agotar la capacidad del planeta de afrontar nuestras emisiones antes de que explotemos ese límite del 1,5ºC", advirtió, para finalmente invitar a los participantes a convertir su acreditación en esta cita en una “acreditación de honor”.

Por fin…el Fondo

Precisamente haciendo honor a una aplazada ‘justicia climática’, los reunidos en Dubái acordaron la apertura -un año después- del Fondo que ayudará a compensar a los países vulnerables que luchan por hacer frente a las pérdidas y daños causados por el calentamiento global.

Esta era una reivindicación de vieja data de las naciones en desarrollo, que están en primera línea del impacto del cambio climático y afrontan los costos  de la devastación causada por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como sequías, inundaciones y la subida del nivel del mar, que tiene su origen en la concentración atmosférica de gases de efectos invernadero, que generan el calentamiento global, y que en su inmensa mayoría ha sido provocada por los países más desarrollados. (Ver recuadro)

El sultán Al-Jaber, presidente de la COP28, hizo el anuncio en el primer día de esta cita global, destacando que su país, Emiratos Árabes Unidos, destinará USD100 millones de dólares, aporte del mismo monto que informó Alemania. Asimismo, Gran Bretaña, Estados Unidos y Japón han anunciado su contribución al fondo, aunque no está aún clara de cuánto será.

"Felicito a las partes por esta decisión histórica. Es una señal positiva para el mundo y para nuestro trabajo", manifestó Al Jaber, al destacar “la celeridad con la que lo hemos hecho, es inédita".

Madeleine Diouf Sarr, presidenta del grupo de países menos avanzados, que representa a 46 de las naciones más pobres, se alegró por una decisión que tiene "un significado enorme para la justicia climática".

Los compromisos iniciales son modestos: 225 millones de euros de la Unión Europea (unos 246 millones de dólares), 100 millones de dólares de Emiratos Árabes Unidos, y apenas 17,5 millones de dólares de Estados Unidos, entre otros.

El fondo, que estará bajo la égida del Banco Mundial tiene sus limitaciones, puesto que no es una simple transferencia de dinero de los países históricamente responsables de las emisiones.  A cambio, los países en desarrollo tendrán una fuerte presencia en el consejo de administración.

Este es un primer gran avance de la cita en Dubai y puede ser el único concreto. Se da por descontado que se confirmará el diagnóstico actual del cambio climático para concluir que el ‘tratamiento’ aunque es el adecuado urge, más que discursos y fotos oficiales, dosis de acción política.

Récords climáticos

Si bien 2023 aún no ha terminado, el informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que será el más cálido jamás registrado, con temperaturas globales que aumentarán 1,4 °C por encima de los niveles preindustriales.

La extensión máxima de hielo del Mar Antártico durante el año fue asombrosamente un millón de kilómetros cuadrados menos que el mínimo récord anterior, al final del invierno del hemisferio sur. Los glaciares del oeste de América del Norte y los Alpes europeos también experimentaron una “temporada de derretimiento extremo”.

Debido al continuo calentamiento de los océanos y al derretimiento de los glaciares y las capas de hielo, también se observó un aumento récord del nivel del mar.

Los glaciares se están desprendiendo del campo de hielo patagónico en los confines de América del Sur.

Los niveles de gases de efecto invernadero aumentaron, mientras que las concentraciones en la atmósfera de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso que atrapan calor alcanzaron un nivel récord el año pasado y siguieron incrementándose durante este.

Los niveles de dióxido de carbono están un 50% por encima de los de la era preindustrial y la larga vida útil del gas "significa que las temperaturas seguirán aumentando durante muchos años más".