Efecto Meloni sobrevuela elección de Lombardía y Lacio | El Nuevo Siglo
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Jueves, 9 de Febrero de 2023
Redacción internacional con AFP

A sus 46 años, la romana Giorgia Meloni que tiene a su haber varios records, a saber, ser la primera mujer en presidir Italia, formar una coalición de derecha reviviendo la esencia conservadora, llegar al poder con el novel ‘Hermanos de Italia’, estabilizar el país y ser actualmente la líder más popular de la Unión Europea, va por dos más: retener la administración de Lombardía y arrebatarle a la centroizquierda la de Lacio.

Durante dos días (este domingo y lunes) los 13 millones de estas dos poderosas regiones del llamado “país de la bota” y también las más pobladas, acudirán a las urnas para elegir a sus autoridades (gobernador y consejo regional), con un amplio favoritismo de los candidatos de la unida coalición de derecha, en contrario a la oposición de izquierda que está más fragmentada que nunca.

Analistas políticos y académicos señalan que esta jornada electoral regional serán un “primer test” para la primera ministra Meloni que hace una semana cumplió sus primeros 100 días de gobierno, con una muy positiva calificación, dentro y fuera del país. Así, un 52% de sus gobernados tiene una imagen favorable de la joven mandataria y un 46% apoyan su gestión, guarismos que no lograron ninguno de sus antecesores.

Los lineamientos programáticos de Meloni, emanados de los básicos pero férreos principios conservadores se convirtieron en el eje de las propuestas políticas de los candidatos de la coalición gobernante en las regiones y han sido acogidos favorablemente, según revelan las encuestas sobre intención de voto que destacan que no sólo son los favoritos para estas elecciones, sino que ganan apoyo ciudadano.

La coalición de derecha la conforman Hermanos de Italia de Meloni, la formación contraria a la inmigración Liga de Matteo Salvini y Forza Italia del multimillonario y mentor político de la primera ministra, Silvio Berlusconi.

Para Jean-Pierre Danis, profesor de la Universidad de Roma y Niza (Francia), “estas elecciones representan una prueba para el gobierno (...) La derecha parece encabezar los sondeos gracias al impulso dado por la victoria de Giorgia Meloni".

Las regionales en Lombardía, el motor económico del país, así como en Lacio, con la capital Roma, destacan también su significativa contribución al Producto Interior Bruto (PIB) nacional y, de paso se convierten en un termómetro real sobre el impacto del programa conservador en desarrollo.

Según una encuesta realizada por el instituto Youtrend el pasado 2 de febrero, en caso de nuevas elecciones a nivel nacional, el partido de Meloni, que ganó las pasadas legislativas con el 26%, ascendería a nada menos que el 29,4%, un tercio del electorado.

Por su parte, La Liga obtendría 8,7% de los votos y Forza Italia, 7%.

“Unir a Italia y lograr una nación en la que todos tengan los mismos derechos, servicios y atención” fue la promesa de campaña de Meloni, la que ha ido cumpliendo con pequeños pero seguros pasos, en todos los aspectos, priorizando la reactivación económica, la guerra a la inflación y los programas sociales.

Con tono moderado pero con líneas claras, esta carismática y primera mujer que gobierna Italia puede exhibir en su corta gestión logros como: una inflación en retroceso (interanual bajó en enero al 10.1%, casi un punto y medio porcentual frente a diciembre), soberanía alimentaria, control a la inmigración ilegal, persecución implacable a la mafia (fue capturado el último de los grandes jefes de la Costa Nostra, Matteo Messina), aprobación de la ley de presupuesto con un rubro de 21 mil millones de euros de ayudas a empresas y hogares frente a la crisis energética, bono social para las rentas más bajas, reajuste a las pensiones mínimas, atención domiciliaria a personas mayores y control a los precios del gas, entre otros.


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Pero lo más importante es que devolvió la estabilidad gubernamental y aunque es muy pronto para saber si la mantendrá, tanto los indicadores económicos como el espaldarazo ciudadano a su imagen y gestión permiten vislumbran un Ejecutivo de largo plazo. Todo ello ha llevado a una recuperación de los mercados, al punto que el Banco Central prevé que será muy fuerte a partir de mitad de año.

En el plano internacional mantiene firme el apoyo a Ucrania, la defensa de los intereses de Italia dentro de la Unión Europea y, su plan de construir un gasoducto de casi 300 kilómetros con Argelia para abastecer a Italia de gas, hidrógeno y electricidad.

Este jueves, la premier italiana calificó de "inapropiada" la decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de invitar a su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski a París porque va en contra de la "unidad" europea.

"La invitación a Zelenski me pareció más que todo inapropiada porque creo que nuestra fuerza en este caso es la unidad, presentarnos compactos. Entiendo los asuntos de política interna, el hecho de privilegiar las propias opiniones públicas internas, pero hay momentos en que privilegiar esas opiniones puede desfavorecer la causa y me parece que ha sido el caso", dijo Meloni a su llegada a la cumbre de líderes de la Unión Europea, donde el presidente de Ucrania insistió en agilizar la entrega de armamento e insistió en el envío de aviones de combate.


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Lombardía y Lacio

Como reseñamos anteriormente, la coalición gobernante es favorita para los comicios en estas regiones norteñas y del centro del país europeo, favorecida por su claro programa y unidad, frente a la fragmentación que presentan los sectores opositores de centro y centroizquierda.

Ejemplo de ello, el Partido Democrático (PD), el mayor de la izquierda, que además de dividido no tiene líder (Enrique Letta renunció en octubre) y fracasó en su intento de alianza con el Movimiento 5 Estrellas para crear un frente amplio en el campo progresista.

La Liga de Salvini, que perdió su condición de primer partido de la derecha en las elecciones legislativas de 2018, trata de recuperar terreno en la productiva Lombardía gracias a la aprobación del proyecto de ley que otorga notables poderes a las regiones.

Las regiones italianas gozan de bastante autonomía con respecto al gobierno central, sobre todo en sectores como la salud, el transporte y la educación, tema que la Liga ha utilizado siempre para evitar redistribuir la propia riqueza con las regiones pobres y poco industrializadas del sur.

El presidente saliente de Lombardía, Attilio Fontana, miembro de la Liga, es de hecho el favorito frente a una oposición dividida.

Según una encuesta realizada a finales del mes pasado, el partido de Meloni alcanzaría casi el 25% en Lombardía, muy por delante de la Liga, en torno al 13%.

"No creo de todos modos que el resultado en Lombardía debilite a Salvini", advirtió en diálogo con AFP el politólogo Franco Pavoncello, profesor de ciencias políticas en la Universidad John Cabot de Roma.

La situación es similar en Lacio, ya que el candidato de la derecha, el expresidente de la Cruz Roja, Francesco Rocca, cuenta con el apoyo de toda la coalición, mientras la oposición logró unirse y perdería el control de esta región, históricamente vinculada a la centroizquierda.

"La división entre el Partido Democrático y el Movimiento 5 Estrellas ha debilitado a toda la izquierda", resume Pavoncello.

¿Se pueden interpretar estas elecciones regionales un referendo sobre Meloni y su gestión? Podría decirse que sí y que esa es la óptica que tiene la propia líder conservadora que a comienzos de semana señaló: “este voto nos dirá que piensa Italia realmente”.

Al referirse a sus primeros 100 días de gobierno, la jefa del Ejecutivo admitió que “podría haber hecho más”, pero se mostró satisfecha porque “no ha pasado un sólo día sin haber intentado dar al menos una respuesta” a las cotidianas situaciones que enfrenta y ratificó su visión de futuro: una economía en movimiento, un estado de mayor bienestar para todos y una “Italia que vuelve a ser un actor internacional de referencia”.

Por ahora, seguidores y opositores reconocen que además de la estabilidad política, éste es un gobierno tranquilo, con algunas ejecutorias y que no ha permitido fisuras en la coalición. Ese es el rumbo de Italia con la derecha en el poder, liderada por la primera y única mujer en ese cargo.