El martes los norteamericanos elegirán Senado, Cámara de Representantes y Gobernadores. Los demócratas llevan la ventaja, poniendo en peligro la gobernabilidad del Presidente

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“PODRÍA suceder, podría suceder. Lo estamos haciendo muy bien, y lo estamos haciendo muy bien en el Senado, pero podría suceder”, dijo Trump, en medio de un acto de campaña en Virginia a pocos días de las elecciones de Medio Término, un escenario que de ser desfavorable inclusive podría llevarlo -dicen algunos- a concluir su mandato antes de tiempo.

El martes, día habitual en que se vota por Presidente y Legislativo, los norteamericanos irán a las urnas para renovar el Senado y la Cámara de Representantes, ambas gobernadas por el Partido Republicano, hoy en peligro por el auge de nuevos líderes demócratas.

La Cámara, donde el partido de Clinton y Obama tiene más probabilidades de ganar, está conformada por 435 escaños (241 del PR y 194 Demócratas), al mismo tiempo que el Senado tiene 100 bancas, ocupadas en este momento por 51 republicanos que lograron la mayoría absoluta hace cuatro años.

Cuando llegó a la Casa Blanca, Donald Trump negaba la importancia del Congreso. Ahora, dos años después de haber asumido su mandato, ha dejado claro en sus apariciones en público que como en cualquier sistema democrático gran parte de la gobernabilidad depende de una buena relación con el Legislativo, que la ha tenido por las mayorías republicanas.

En la medida en que se han ido acercando las elecciones, Trump se ha dedicado casi exclusivamente a hacerle campaña a su partido. “¡Guau! Estados Unidos agregó 250.000 empleos en octubre, y esto fue a pesar de los huracanes”, escribió el Presidente en Twitter. “Desempleo en 3,7%. ¡Los salarios suben! Estos son números increíbles. ¡Sigan adelante, voten republicano!”.

La caravana de migrantes provenientes de Honduras al igual que las masacres de las últimas semanas se han convertido en material electoral contra los demócratas. La migración, uno de las prioridades del electorado, sea en contra o a favor, se ha vuelto de nuevo el centro de la campaña, con frases como “invasión de centroamericanos” y la militarización de la frontera. También, aunque luego se retractó, dijo que los soldados norteamericanos debían dispararle a los migrantes ilegales en la frontera con México.

Del otro lado, luego de apartarse de la política por casi dos años, Barack Obama ha reaparecido haciendo campaña para su partido. En Florida, uno de los estados más disputados, el expresidente pidió “saltearse las mentiras” y dijo que en “esta oscuridad política, veo un gran despertar de la ciudadanía en todo el país”.

Análisis electoral

Los últimos sondeos dan como favorito al Partido Demócrata lo que significa que muy seguramente lograría mayorías en la Cámara de Representantes y se pone en duda que obtenga mayorías en el Senado.

Esta tendencia, de ser confirmada el próximo martes, equilibraría las fuerzas en el Capitolio, creando un estancamiento legislativo. Analistas como John Cassidy, de la revista The New Yorker, dicen que es mejor no subestimar las encuestas, por un lado, ante los antecedentes con Trump en 2016 y, por el otro, el voto de las minorías y jóvenes, que tienden a tener una alta abstención.

De los 535 escaños en disputa hay 63 que eventualmente van a tener un voto finish. Usando los cálculos de FiveThirtyEight, un portal especializado en aproximaciones electorales, en 29 distritos electorales hay un margen de diferencia entre los candidatos de menos de cuatro puntos, lo que significa que están dentro del margen de error.

Según la última encuesta publicada por The Washington Post y Schar College, el Partido Democrático tendría más posibilidad de ganar en esos distritos muy competitivos que los republicanos por cuatro puntos porcentuales, una diferencia que en las elecciones presidenciales de 2016 era de 15 puntos a favor del partido de Trump.

Los números a favor de los demócratas se deben a un desgaste histórico del partido gobernante, que siempre pierde las elecciones de Medio Término, y al auge de los votantes no blancos que se inclinan por los demócratas. Este último punto es central. De acuerdo a las estimaciones de Politico el partido de Obama tiene un apoyo del 66% en votantes no blancos (latinos, asiáticos y negros) mientras los republicanos solo alcanzan 26%. Lo mismo ocurre con las mujeres blancas de clase media con educación universitaria.

Los estados más apretados, según diferentes sondeos, son Arizona, Texas, Florida y Minnesota, aunque la diferencia en la mayoría no es mayor a seis puntos. Además de las legislativas, los norteamericanos también elegirán gobernadores, un tema fundamental en un país que tiene una organización administrativa federal.

Segú Real Clear Politics, 11 estados tienen un escenario incierto para la carrera por las gobernaciones, entre ellos, Florida, Oregón y Arkansas. En los restantes 39 los republicanos ganan en 21, mientras que los demócratas salen victoriosos en 18.

La última semana algunos líderes republicanos dieron a entender que era muy probable que su partido perdiera el Senado. Kellyanne Conway, la consejera presidencial, le dijo a FOX News que una de las razones de la pérdida del partido serían “las 43 jubilaciones en la Cámara de Representantes”.

Con un nivel de aprobación del 41%, Donald Trump se juega mucho en las elecciones de Medio Término. Y si las pierde, ya tiene una respuesta. “No se preocupen por eso, simplemente lo resolveré”, dijo el jueves.