QUE es necesario e inevitable hacer un duro ajuste fiscal que implicará sacrificios, lo que provocará que “a corto plazo la situación económica empeorará”, aunque sentará las bases dela reconstrucción del país informó el derechista Javier Milei al asumir la presidencia de Argentina.
Milei juró su cargo en una ceremonia celebrada en la escalinata de la sede del Congreso en Buenos Aires en la que ha planteado su propuesta de plan de choque para la economía porque “no hay plata, no hay alternativa al ajuste, no hay alternativa al shock", sostuvo ante millas de personas que se congregaron para escucharlo.
Sin embargo, les aseguró que “luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo".
Ajeno a la política tradicional, a la que específicamente se refiere como "la casta", el presidente optó por hacer su discurso fuera del recinto del parlamento, ante una multitud de seguidores e invitados. Entre ellos se encontraron varios mandatarios como el chileno Gabriel Boric y el paraguayo Santiago Peña, el ucraniano Volodimir Zelenski y el húngaro Viktor Orban, además del rey de España, Felipe VI.
En su juramentación, siguió el protocolo y juró "por Dios y por la patria sobre estos santos evangelios". Luego recibió del presidente saliente, Alberto Fernández, la banda y el bastón de mando. A su lado, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, hizo el mismo juramento.
"Hoy comienza una nueva era en Argentina", proclamó n su discurso de investidura, con el que pretende poner fin a "cien años de despilfarro de la clase política". Para ello, plantea "un nuevo contrato social" para construir un país "en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos", un nuevo camino de "reconstrucción".
El discurso, con un marcado carácter económico, cargó en particular contra el kirchnerismo y sus datos macroeconómicos, con un déficit público del 17 por ciento del PIB.
"Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros", aseveró Milei. "Hoy mismo la inflación ya viaja a un ritmo que oscila entre el 20 y 40 por ciento mensual. El Gobierno saliente nos ha dejado plantada una hperinflación. Es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe", sostuvo.
"La solución implica, por un lado, un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PIB, que a diferencia del pasado caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado", además del combate férreo de la inflación. "No hay posibilidad de un gradualismo. No hay solución alternativa al ajuste", dijo el presidente.
Insistió que "de corto plazo la situación empeorará", ha reconocido. Este planteamiento "impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes", explicó.
"No va a ser fácil: cien años de fracaso no se deshacen en un día, pero hoy es ese día. Terminamos el camino de la decadencia y comenzamos a transitar el camino de la prosperidad. Tenemos la resiliencia para salir adelante", prosiguió.
En el ámbito de la seguridad, Milei ha denunciado que "el narcotráfico se apoderó de nuestras calles y las fuerzas de seguridad han sido humilladas y abandonadas". "La anomia es tal que sólo el tres por ciento de los delitos son condenados. Se acabó con el 'siga, siga' de los delincuentes", advirtió.
En cuanto a la oposición y a las posibles movilizaciones en contra de las draconianas medidas económicas prometidas, Milei ha advertido de que "quien corte la calle no recibe el apoyo de la sociedad". "El que corta no cobra (...). El que las hace, las paga", espetó.
El discurso ha terminado con el conocido lema de campaña de Milei, "¡Viva la libertad, carajo!", que ha repetido en hasta tres ocasiones desde la escalinata del Congreso y entre los gritos de apoyo de sus simpatizantes.
En la Cámara
Milei fue recibido entre gritos de "¡Argentina, Argentina!", Milei y su flamante vicepresidenta, Victoria Villarruel, han proclamado su lealtad al Estado argentino en presencia de sus predecesores, Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Previamente, en su primer acto protocolario, Milei firmó el libro de honor de la Cámara de Diputados con el mensaje: "Viva la libertad, carajo".
Milei no se dirigió a la cámara legislativa y en su lugar la vicepresidenta Villaruel pronunció unas palabras de agradecimiento en su nombre. "Es un momento que quedará para siempre en nuestros corazones y quiero agradecerles este gesto de acompañarnos desde otros países del mundo y de las provincias", hizo saber la vicepresidenta.
Al terminar su discurso, Milei subió a un negro descapotable junto con su hermana Karina, para recorrer los dos kilómetros que separan al Congreso de la Casa Rosada, sede de la presidencia, donde luego posesionó a sus ministros.
Algunos tramos los hicieron a pie, y se detuvo por momentos a saludar a la gente y también a acariciar a un perro.
Por la conciliación
Tercera economía de América Latina, Argentina registra una inflación anualizada de más del 140% y una tasa de pobreza superior al 40%. Para enfrentar esa crisis, Milei propone drásticas en recorte del gasto público, reducción del Estado y liberalización en un país acostumbrado por años a subsidios y medidas de déficit fiscal.
La Libertad Avanza, el partido de extrema derecha de Milei, es apenas la tercera minoría en el Congreso, lo que le obliga a conciliar con las demás fuerzas políticas muchas de sus reformas.
"Hay un intento de expandir la coalición y ampliar un poco más el respaldo legislativo del gobierno. Pero todo esto tiene un precio. Si negocia, entonces tan anticasta no va a ser", comentó el politólogo Diego Reynoso.
El mandatario tendrá, sin embargo, libertad para decidir una devaluación del peso y algunas medidas de reducción del gasto. La dolarización, un tema central de su campaña, quedó en suspenso a la espera de los primeros resultados de su plan económico.