El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha anunciado que solicitara medidas adicionales para reforzar la seguridad en las principales instituciones del Estado de cara a las protestas que se han convocado estos días contra su gestión, a la vez que ha insistido en que existe un plan para sacarle del poder por la fuerza.
Fico ha dado una rueda de prensa este jueves tras reunirse con el Consejo de Seguridad en la que ha afirmado que después del intento de asesinato que sufrió en mayo de 2024, la "siguiente fase" consiste en "derrocar" al Gobierno.
"Se trata de un ataque al orden constitucional de Eslovaquia, se trata de un intento de organizar un golpe de Estado para que caiga el Gobierno y lleguen al poder quienes no saben superar unas elecciones parlamentarias democráticas", ha dicho Fico, escoltado por su gabinete y el presidente, Peter Pellegrini.
No obstante, Fico ha querido dejar claro que se garantizará el derecho de manifestación de los ciudadanos eslovacos, si bien ha alertado de la existencia de "estructuras" organizadas que aprovecharían las protestas para enfrentarse con las fuerzas de seguridad y desplegar sus intereses.
Fico ha asegurado que la oposición "está absolutamente relacionada" con estas "estructuras", que a su vez proceden del extranjero y ya participaron en manifestaciones como las de 2013 en Ucrania y más recientemente en Georgia.
El primer ministro eslovaco ha aprovechado su comparecencia también para negar "las mentiras" de la oposición sobre el interés del Gobierno de cuestionar la presencia de Eslovaquia en la Unión Europa o la OTAN, espacios, ha incidido, hacia los que va encaminada la política exterior del país.
En esa línea se ha manifestado también el presidente del país, Peter Pellegrini, quien ha coincido con el primer ministro eslovaco en valorar como "muy grave" la situación actual. "Hay un guión y un plan", ha asegurado, recoge el diario SME.