Israel bombardeó de nuevo Gaza ayer, causando decenas de muertos y alejando las esperanzas de una tregua la víspera del Ramadán, mientras la comunidad internacional trata de enviar ayuda humanitaria a una población al borde de la hambruna.
Un primer barco cargado con ayuda está listo para zarpar desde la isla de Chipre, en el marco de un corredor marítimo humanitario anunciado por la Unión Europea rumbo al enclave palestino, asolado tras más de cinco meses de guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
Antes del Ramadán, el mes de ayuno sagrado musulmán que empieza hoy o mañana, nada parece indicar que se alcanzará un acuerdo de tregua en el conflicto, que ha dejado por el momento 31.045 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según Hamás.
Según las autoridades del movimiento islamista, en el poder en Gaza desde 2007, al menos 85 palestinos murieron en las últimas 24 horas, en más de 60 bombardeos nocturnos en el centro y el sur del enclave, sobre todo en Jan Yunis.
Al menos 13 personas fallecieron por un obús que cayó sobre tiendas de campaña de desplazados en Al Mawasi, entre Jan Yunis y Rafah, precisó el Ministerio de Salud de Gaza.
Israel anunció la muerte de un soldado, elevando a 249 el número de militares muertos desde el inicio de la ofensiva terrestre el 27 de octubre.
La guerra estalló el 7 de octubre, con el ataque sin precedentes de comandos de Hamás en suelo israelí, en el que murieron unas 1.160 personas, sobre todo civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos israelíes. Unas 250 personas fueron secuestradas y 130 siguen cautivas en Gaza, de las que 31 habrían fallecido, según las autoridades israelíes.
Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una campaña militar contra el enclave palestino.
El asedio total impuesto por Israel ha provocado además una catástrofe humanitaria en este territorio y, según la ONU, 2,2 millones de los 2,4 millones de habitantes están al borde de la hambruna.
Según el Ministerio de Salud, 25 personas, la mayoría niños, han muerto por malnutrición y deshidratación.
“Alimento a mi hija con agua, agua, para que no se muera. No me queda otra”, dijo una madre en la ciudad de Gaza, Barak Abhar, con su bebé llorando en los brazos.
Israel sólo deja entrar ayuda humanitaria al territorio con cuentagotas desde la cerrada frontera con Egipto.
Varios países occidentales y árabes han lanzado desde el aire paquetes con comida y material médico. Jordania, Estados Unidos, Francia, Bélgica y Egipto participaron el domingo en nuevos lanzamientos aéreos de ayuda.
La UE y Estados Unidos, principal aliado de Israel, anunciaron el viernes que preparaban un corredor marítimo desde la isla de Chipre, situada a unos 370 km de Gaza.
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Un primer barco fletado por la ONG española Open Arms en colaboración con la estadounidense World Central Kitchen (WCK) zarpará del puerto de Lárnaca “en las próximas horas”, anunció el gobierno chipriota.
Algunos habitantes acudieron ayer a una playa al sur de Ciudad de Gaza con la esperanza de ver llegar al barco. “Estoy esperando porque la situación es trágica”, aseguró Mohammed Harrara.
Un navío de apoyo logístico del ejército de Estados Unidos zarpó del país con material para instalar un embarcadero temporal en Gaza. Su construcción podría demorar unos 60 días, según el Pentágono.
La ONU, que ha advertido que una hambruna generalizada es “casi inevitable” en el territorio, insiste en que las entregas de ayuda por aire o mar no pueden sustituir a las terrestres.
Esta ayuda pasa por Rafah, en la frontera con Egipto. En esta localidad se hacinan cerca de 1,5 millones de personas, según la ONU, la inmensa mayoría desplazados que viven en condiciones miserables, en busca de comida y agua.
El presidente estadounidense, Joe Biden, volvió a criticar el sábado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El dirigente israelí, que enfrenta crecientes presiones en su país para alcanzar un acuerdo de liberación de los rehenes, rechazó el domingo las declaraciones de Biden y, en una entrevista con Político, dijo que se equivocaba./AFP