Hong Kong lucha por su semi-autonomía | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Miércoles, 12 de Junio de 2019
Redacción internacional con AFP

LAS MASIVAS protestas contra un proyecto de ley que permitiría extradiciones a la China continental provocaron los mayores disturbios de la historia reciente de Hon Kong, con enfrentamientos entre la policía y manifestantes que intentaban llegar al Parlamento.

Decenas de miles de manifestantes vestidos de negro, en su mayoría jóvenes, inundaron de nuevos las calles contra este proyecto de ley que, según sus detractores, daría a Pekín poder para perseguir políticamente a los opositores. Según las autoridades, hubo 22 heridos, entre policías y manifestantes. Por su parte, los analistas dicen que se trata de la mayor violencia desde 1997, cuando Hong Kong, entonces colonia británica, fue devuelto a China.

El rechazo del proyecto reúne a sectores muy distintos de la población, incluyendo abogados, influyentes organizaciones jurídicas, directivos empresariales, cámaras de comercio, periodistas, activistas y diplomáticos occidentales.

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Los enfrentamientos estallaron cerca del Consejo Legislativo (LegCo, Parlamento), dominado por los diputados favorables al gobierno de Pekín, que anunció por el momento el aplazamiento del debate para una “fecha ulterior”.

Hong Kong tiene cierta autonomía y goza de libertades que no existen en China continental, en teoría hasta 2047. El sistema llamado “un país, dos sistemas” garantiza en principio la libertad de expresión y la independencia de la justicia.

Además el Estado de Derecho y el sistema judicial heredados de Reino Unido son un factor esencial del éxito económico de este centro financiero mundial. Pero los opositores acusan a China de incumplir el acuerdo y de querer limitar las libertades de Hong Kong antes de la expiración del plazo.

Los enfrentamientos recuerdan el Movimiento de los Paraguas de 2014, las grandes protestas prodemocráticas que llevaron a miles de personas a paralizar durante dos meses barrios enteros de esta megalópolis y a enfrentarse a la policía pero sin resultados palpables.

Esta vez sin embargo la policía parecía decidida a no ceder terreno. Los manifestantes tampoco dudaron en lanzar barras de metal o botellas y un policía inconsciente tuvo que ser evacuado.

Las fuerzas de seguridad rechazaron a los manifestantes que intentaban entrar en el LegCo usando porras, gases lacrimógenos y balas de goma así como bolsas llenas de canicas de plomo.

Posición firme del gobierno

Hong Kong, una antigua colonia británica, ya vivió el domingo la mayor manifestación desde 1997 en la que según los organizadores participaron hasta 1 millón de personas.

Pero esta movilización espectacular en una ciudad que tiene 7 millones de habitantes no hizo variar la posición de Carrie Lam, la jefa del Ejecutivo, que rechaza retirar la ley y que no ha  dudado en calificar las protestas de “disturbios organizados”.

El gobierno de este territorio chino quiere que el Consejo Legislativo apruebe una ley autorizando las extradiciones con los territorios con los que no existe un acuerdo bilateral, incluyendo la China continental.

Según las autoridades, el texto llena un vacío jurídico e impedirá que Hong Kong se convierta en un refugio para ciertos criminales. Según el gobierno, existen sistemas para evitar que la ley sirva para que China persiga a opositores políticos.

Lam, por su parte, afirma también que el texto responde a normas internacionales en materia de derechos humanos y que solo afectará a los autores de crímenes graves susceptibles de condenas de más de siete años de prisión.

El texto ha suscitado las críticas de los países occidentales y del ministro británico de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, quien pidió a Hong Kong que “escuche las preocupaciones” de sus ciudadanos.

“El pueblo de Hong Kong ha ejercido su derecho fundamental a reunirse y expresarse libre y pacíficamente. Estos derechos deben ser respetados”, reaccionó una vocera de la Unión Europea (UE).

El gobierno asegura que la ley de extradiciones no afectará al sistema de Hong Kong pero sus detractores creen que tendrá enormes consecuencias. Pero muchos hongkoneses temen caer en manos de la justicia china, opaca y politizada, y que la nueva ley afecte además a la imagen de Hong Kong y a su atractivo económico.

“La credibilidad de Hong Kong está ahora en juego”, dijo a la cadena CNBC Tara Joseph, presidenta de la Cámara de Comercio Estadounidense, tras la masiva manifestación del domingo.

El acuerdo de 1984 entre Reino Unido y China para la retrocesión, estipulaba que el territorio mantendría su semi-autonomía y sus libertades civiles, que no existen en la China continental, hasta 2047.

Sin embargo, desde hace 10 años, el gobierno de Pekín se implica cada vez más en los asuntos de Hong Kong y refuerza su presencia política.

Un centenar de empresas y comercios anunciaron su cierre en signo de solidaridad con los opositores al texto y los principales sindicatos de estudiantes pidieron no acudir a clase.

Kit Ho, de 35 años, lloraba al contar las razones por las que salió a manifestare. “Este gobierno no fue elegido por el pueblo y claramente no adopta leyes basadas en los valores universales compartidos por los hongkoneses y la comunidad internacional”.

La nueva ley autorizaría las extradiciones con los territorios con los que no existe un acuerdo bilateral, incluyendo la China continental. Se esperaba el voto definitivo para el 20 de junio pero las autoridades no anunciaron todavía cuando se reanudará el debate parlamentario.