El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, autorizó este viernes una nueva ronda de negociaciones con vistas a una tregua en la Franja de Gaza, sitiada y bombardeada sin respiro desde hace casi seis meses por Israel, y donde la población está al borde de la hambruna.
Tras una reunión con los servicios de inteligencia de Israel, Netanyahu autorizó una nueva ronda de negociaciones en los días próximos en Doha y El Cairo (...), para avanzar", señaló su oficina en un comunicado.
En los últimos meses ha habido varias rondas de negociaciones, lideradas por Egipto, Catar y Estados Unidos, para conseguir una tregua en la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, pero sin resultados. Ambos bandos se acusan mutuamente de bloquearlas.
Desde que estalló el conflicto, solo se ha logrado una tregua de una semana a finales de noviembre. Esta hizo posible que se liberara a un centenar de rehenes, secuestrados durante el ataque del 7 de octubre de Hamás en Israel, contra presos palestinos.
Israel prometió "aniquilar" a Hamás tras ese ataque que dejó 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en fuentes israelíes.
Además, 250 personas fueron secuestradas y 130 de ellas siguen siendo rehenes en Gaza, 34 de las cuales habrían fallecido, según Israel.
El ejército israelí lanzó una operación en Gaza que ha dejado al menos 32.623 muertos, en su mayoría mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud de Hamás, y a la mayoría de sus 2,4 millones de habitantes al borde de la hambruna, según la ONU.
Matthew Hollingworth, encargado del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para los Territorios Palestinos, aseguró que "no hay ningún otro lugar en el mundo donde haya un número tan importante de gente haciendo frente a una hambruna inminente".
"Sin demora"
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo tribunal de la ONU, ordenó el jueves a Israel que garantice "sin demora" la entrega de "ayuda humanitaria urgente" a Gaza.
La ayuda terrestre apenas entra con cuentagotas en el pequeño territorio. Varios países lanzan alimentos en paracaídas, especialmente en el norte de la Franja, donde la situación es desesperada.
Israel debe "permitir a la UNRWA llegar al norte de la Franja de Gaza con convoyes de alimentos (...) a diario y abrir otros pasos terrestres", urgió el director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini.
Un segundo barco cargado de ayuda humanitaria podría salir de Chipre el sábado con destino a Gaza. Un primero llegó a mediados de marzo.
"Ojos cerrados"
El ejército israelí, que acusa a los combatientes de Hamás de esconderse en hospitales en Gaza, señaló que proseguía sus "operaciones" en el complejo hospitalario de Al Shifa, en Ciudad de Gaza (norte), y afirmó haber "eliminado a unos 200 terroristas" allí desde el 18 de marzo.
Aseguró que se estaba asegurando de "evitar cualquier daño a civiles, pacientes y equipos médicos".
En la misma ciudad, la alcaldía advirtió del "riesgo de propagación de enfermedades peligrosas, debido a la proliferación de roedores e insectos causada por la acumulación de grandes cantidades de basura".
En otras zonas de Gaza se registraron bombardeos, incluyendo en Jan Yunis, más al sur, donde varias víctimas fueron llevadas a un hospital.
"Dispararon un misil sin previo aviso contra un edificio de cuatro plantas" en el que vivían más de 50 personas, declaró Ibrahim Amak, un desplazado.
"El mundo entero mantiene los ojos cerrados ante esta situación", denunció.
También se reportaron bombardeos en Rafah, en el extremo sur de la Franja, que Israel considera como el último bastión de Hamás en Gaza. Allí se hacinan 1,5 millones de personas, la mayoría desplazadas por la violencia en otras partes del territorio.
Netanyahu está decidido a lanzar una ofensiva terrestre en Rafah, ignorando los llamados de la comunidad internacional, preocupada por la suerte de los desplazados.
Washington, principal aliado de Israel, discutirá sobre esta cuestión con una delegación enviada por Netanyahu a Estados Unidos.