El presidente de Argentina, Javier Milei, dijo este viernes ante el Congreso que irá a fondo con sus reformas ultraliberales "con o sin el apoyo de la dirigencia política", en su discurso de apertura de las sesiones legislativas.
"Nuestras convicciones son inalterables, ordenaremos las cuentas públicas con o sin la ayuda del resto de la dirigencia política", dijo el presidente, al asegurar que si el Congreso vuelve a rechazar sus reformas, utilizará "todos los resortes legales del poder ejecutivo nacional" para ponerlas en práctica.
"Si lo que buscan es el conflicto, conflicto tendrán", añadió.
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"Cuando nos encontramos con un obstáculo, no vamos a dar marcha atrás, vamos a seguir acelerando", dijo el presidente entre vítores.
Milei resumió las medidas tomadas en sus 82 primeros días de gobierno, en los que puso en práctica draconianos ajustes fiscales. Al aumento acelerado en precios de alimentos y medicamentos, se sumó la quita de subsidios en los servicios públicos, que causó un ajuste abrupto de las tarifas. Por caso, en Buenos Aires el boleto de transporte aumentó 250% de un día al otro.
A los argentinos, que padecen una inflación de más de 250% interanual y una pobreza que alcanza a más del 50% de la población, "les pido paciencia y confianza", dijo el mandatario.
"Falta un tiempo para que podamos percibir el fruto del saneamiento económico y las reformas que estamos implementando", aseguró Milei. "Todavía no hemos visto todos los efectos del desastre que heredamos, pero estamos convencidos que vamos por el camino correcto, porque por primera vez en la historia estamos atacando el problema por su causa: el déficit fiscal, y no por sus síntomas".
También ofreció reunirse con la clase política, gobernadores provinciales, dirigentes de partidos y expresidentes para forjar un nuevo "contrato social" para el país, basado en diez principios eminentemente liberales: propiedad privada "inviolable", "equilibrio fiscal innegociable" y "reforma laboral moderna".
Lo llamó "Pacto de Mayo" y propuso firmarlo simbólicamente en Córdoba (norte) el 25 de mayo, aniversario de la revolución de 1810, que condujo a la independencia de Argentina en 1816.
El discurso tuvo lugar a las 21H00 locales (00H00 GMT) en medio de un fuerte operativo de seguridad, mientras cientos de personas protestaron a las puertas del Congreso en repudio a las medidas de ajuste.
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