EN MEDIO del conflicto entre Rusia y Ucrania, así como en la creciente tensión con la Otan, el Kremlin condenó la decisión de Estados Unidos de desplegar puntualmente misiles de largo alcance en Alemania, señalando que ello sería una vuelta hacia "la Guerra Fría".
"Alemania, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido están directamente implicados en el conflicto en torno a Ucrania. Reaparecen todas las características de la Guerra Fría, con un enfrentamiento, una confrontación directa", declaró a la televisión estatal el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
"Todo esto se está llevando a cabo para garantizar nuestra derrota estratégica en el campo de batalla", aseguró el vocero.
"Esto no es motivo para ser pesimistas, al contrario, es motivo para unirnos y utilizar todo nuestro enorme potencial y cumplir todos los objetivos que nos fijamos en el marco de la operación militar especial" en Ucrania, añadió.
La Casa Blanca anunció el miércoles que, a partir de 2026 y de forma puntual, Estados Unidos desplegará nuevo armamento a Alemania, lo que permitiría ataques a mayor distancia que con los sistemas estadounidenses colocados actualmente en Europa.
El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, defendió esta decisión ante el creciente temor a una nueva carrera armamentística en su país. "Estados Unidos decidió desplegar las capacidades de ataque de precisión en Alemania, creo que es una muy buena decisión y encaja en todas las que ya hemos tomado", sostuvo al concluir la cumbre de la Otan en Washington.
Scholz ha señalado se trata de una cuestión que ya fue abordada en la pasada cumbre de seguridad de Múnich que se celebró en febrero de este año y que viene motivada por el aumento de las armas que Rusia ha desplegado en Europa desde el inicio de la invasión de Ucrania.
"Llevamos mucho tiempo lidiando con la cuestión de cómo podemos garantizar una disuasión que asegure nuestra Alianza", dijo Scholz, quien ha insistido en que este despliegue de Estados Unidos "encaja exactamente" con las estrategias y acuerdos que Alemania ha desplegado con otros socios como Francia y Reino Unido.
"Es hora de garantizar la paz en Europa", ha enfatizado Scholz, quien previamente ha destacado el "éxito" de esta cumbre. "Se trata de aumentar nuestras capacidades, aumentar fuerza, gastar más en defensa y organizar una disuasión exitosa", así como de seguir apoyando a Ucrania, argumentó.
Previo a que Scholz confirmara este despliegue, las autoridades rusas alertaron de que habría una respuesta "dura" a estos planes.
"Espero que no suceda porque entonces la respuesta de Rusia será dura. Esto es simplemente inaceptable", dijo la presidenta del Senado de Rusia, Valentina Matvienko, quien aseguró que Alemania "no tiene ningún derecho a tener este tipo de armas", según los "documentos de posguerra" firmados.
Entre tanto, el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, indicó que la decisión "es parte de la escalada en curso" y "uno de los elementos de intimidación, que a día de hoy es el principal componente de la postura de la OTAN y Estados Unidos respecto a Ucrania”.
Riabkov apuntó que el comunicado de Washington y Berlín contempla que entre las armas desplegadas figuren misiles de crucero tipo Tomahawk y misiles SM-6. "Lo menciono sólo para recalcar que, una vez más, estábamos en lo cierto cuando dijimos hace años que Estados Unidos se estaba preparando para adaptar estos sistemas para su despliegue en tierra", concluyó.