El número de víctimas de un naufragio de varias embarcaciones que transportaban civiles aumentó a 48, mientras que se estima que hay decenas de desaparecidos, según informaron las autoridades congolesas.
Las personas que se transportaban en esas embarcaciones huían de la violencia desde la República Democrática del Congo (RDC) hacia el país vecino de Congo-Brazzaville.
“Las cifras van cambiando, pero no podemos saber con exactitud cuántas decenas de desaparecidos hay (…) La cuenta actual indica que 48 cadáveres fueron sacados del río Ubangui”, dijo a la Agencia Anadolu Jean-Gontran Ibambe, ministro del Interior de la provincia de Ubangui del Sur, la cual es atravesada en gran parte por el río Ubangui, afluente del río Congo.
Un reporte emitido este viernes por las mismas autoridades indicaba que 42 personas habían muerto. Los ahogados son aldeanos que viajaban en varias embarcaciones irregulares y que buscaban escapar al país vecino, señaló Ibambe.
Estas personas habían abandonada la localidad de Dongo el pasado lunes, después de que militantes atacaran un puesto militar el pasado domingo, dejando siete civiles muertos y varios soldados congoleses heridos.
“La situación ya está bajo control (…) nada puede justificar el desplazamiento”, afirmó Jean-Pierre Bakakoye, vice gobernador de la provincia, una de las más pobres del Congo.
En Dongo, una zona recóndita de donde provenía la mayor parte de los ahogados, la población “estaba en pánico, debido a la entrada reciente de militares y las amenazas de los militantes”, dijo a la Agencia Anadolu Stephane Mopila, presidente de la Sociedad Civil de Ubangui del Sur.
“Es difícil saber quiénes son estos militantes, pero pensamos que podrían ser milicianos Enyele”, dijo Mopila, quien señaló que la provincia “tiene cada vez menos habitantes”.
Esta región, que hacía parte de la antigua provincia del Équateur, fue desestabilizada por brotes de violencia ligados a los enfrentamientos entre las comunidades Enyele y Munzaya por el control de zonas pesqueras, entre el 2009 y el 2010.
Los ataques de estos militantes, junto a la respuesta sangrienta del Ejército congolés, dejaron a más de 200 personas muertas y 200.000 más desplazadas o refugiadas, según varias ONG.
A pesar del regreso a la calma después de varios años, gran parte de la población de la RDC vive desplazada en Congo Brazzaville.