El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, criticó este jueves la decisión de varios países de no reconocer su legitimidad, tras unas elecciones presidenciales consideradas fraudulentas y la represión de un vasto movimiento de protesta.
"Están gritando que no nos reconocen. Nunca les hemos pedido que nos reconozcan, que reconozcan nuestras elecciones, que reconozcan a nuestro presidente reelegido", dijo Lukashenko, según la agencia estatal Belta, hablando de él, como a menudo en plural, al recibir al embajador chino.
El presidente bielorruso inició formalmente su sexto mandato el miércoles tras una ceremonia de investidura que no había sido anunciada de antemano, por temor, según la oposición, a las movilizaciones en la calle.
La Unión Europea, Alemania, los Estados bálticos, Polonia y Estados Unidos indicaron tras la ceremonia que no reconocen a Lukashenko, en el poder desde 1994, como el presidente legítimamente elegido de Bielorrusia.
Su controvertida reelección en las elecciones presidenciales del 9 de agosto desencadenó un movimiento de protesta sin precedentes en el país que continúa a pesar de la represión de las manifestaciones, el encarcelamiento o el exilio de las figuras de la oposición.
La investidura de Lukashenko el miércoles dio lugar a manifestaciones espontáneas que reunieron a miles de personas, en particular en la capital, Minsk.
La policía los dispersó violentamente y 364 personas fueron arrestadas, 252 en Minsk, según el ministerio del Interior.