Naciones Unidas acusó el domingo a Rusia de continuar bloqueando las entregas de ayuda humanitaria en las zonas controladas por Moscú en el este de Ucrania, afectadas por la reciente destrucción de la represa Kajovka.
La destrucción de la represa el 6 de junio inundó grandes áreas de la región de Jersón, bajo control ucraniano y ruso, forzando a cientos a huir y provocando temores de un desastre medioambiental.
"El Gobierno de la Federación Rusa ha declinado hasta ahora nuestra exigencia de acceder a las áreas bajo su control militar temporal", dijo en un comunicado Denise Brown, coordinadora humanitaria para Ucrania.
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"Naciones Unidas seguirá haciendo todo lo que pueda para alcanzar a todas las personas –incluyendo aquellos damnificados por la destrucción de la represa- que necesitan urgentemente asistencia para salvar vidas, no importa donde estén", añadió Brown.
"Instamos a las autoridades rusas a actuar en concordancia con sus obligaciones bajo las normas humanitarias internacionales", agregó.
El sábado, funcionarios en las áreas bajo control ruso anunciaron que el saldo por la destrucción de la infraestructura es de 29 muertos, mientras Kiev reportó al menos 16 fallecimientos y 31 desaparecidos por las inundaciones.
Kiev y Moscú se acusan mutuamente del ataque a la represa sobre el río Dniéper.