Siguen milagros de vida en Turquía y Siria, pero suben fallecidos | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 10 de Febrero de 2023
Redacción Web

CUATRO niños, de ellos un bebé de 18 meses, fueron rescatados con vida ayer bajo los escombros de sus viviendas en una localidad del noroeste de Siria y otra turca, verdaderos milagros cinco días después del devastador terremoto que azotó a esos países y que deja provisionalmente más de 23 mil fallecidos, cientos de heridos y millones sin hogar.

Moussa Hmeidi llevaba cinco días bajo los escombros en la localidad de Jindires y los rescatistas lograron sacarlo en medio de aplausos.

Herido en la cara y en estado de choque, sobrevivió más allá de las 72 horas que los expertos consideran clave para encontrar a supervivientes bajo las piedras.

"Moussa fue rescatado el quinto día, y tiene heridas superficiales. Su hermano fue encontrado muerto y el resto de su familia sigue bajo los escombros, no sabemos nada de ellos", declaró Abu Bakr Mohammad, un habitante que participó en el rescate, a la AFP.

Los socorristas le dieron unos primeros auxilios y le vendaron la cabeza y la mano.

Jindires es una ciudad bajo control de los rebeldes y se encuentra en la frontera con Turquía, donde se registró el epicentro del sismo. La localidad fue devastada por el terremoto que sacudió ambos países el lunes.

El martes, los socorristas encontraron a una bebé nacida bajo los escombros y todavía unida por el cordón umbilical a su madre fallecida.

La esperanza de encontrar a supervivientes se desvanece después de 72 horas.

Más del 90% de los supervivientes de terremotos son rescatados en los tres días siguientes a la catástrofe. Sin embargo, esto puede variar en función de las condiciones meteorológicas, la frecuencia de las réplicas y la rapidez de las labores de rescate.

Sin embargo, los equipos de rescate siguen con esa intensa labor de búsqueda, mientras la ayuda humanitaria para los sobrevivientes empezó a llegar a Turquía pero el acceso a Siria, en guerra y con su régimen sancionado por la comunidad internacional, es mucho más complicado.

La guerra destruyó hospitales y causó problemas en el suministro de electricidad y agua en Siria, pero la ONU solo puede enviar ayuda a las zonas rebeldes del noroeste a través del cruce de Bab al Hawa en la frontera con Turquía.



Según Naciones Unidas, las carreteras por ese paso están en muy mal estado, y esto complica el suministro de ayuda.

La diplomacia turca afirmó que está trabajando para abrir otros dos puntos de paso "con las regiones bajo el control del gobierno" sirio, "por razones humanitarias".

El Programa Mundial de Alimentos (PMA), la agencia especializada de Naciones Unidas, reclamó por su parte 77 millones de dólares para acercar víveres a 874.000 personas afectadas por el sismo en Siria y Turquía.

A uno y otro lado de la frontera, miles de viviendas quedaron destruidas y los socorristas redoblan esfuerzos, aunque las posibilidades de encontrar personas con vida se apagan una vez expirado el periodo de tres días que los expertos consideran crucial.

La situación, agravada por un frío glacial, llevó al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en lucha armada contra el ejército turco desde 1984, a suspender temporalmente sus "operaciones" en Turquía.

A la zona acudieron centenares de rescatistas internacionales.

Unos treinta mineros recorrieron mil kilómetros desde Zonguldak, cerca del mar Negro, hasta Antakya para ayudar en las labores de búsqueda.

En esa ciudad del sur de Turquía, fueron rescatados un bebé de 18 meses y su hermano, informó la cadena NTV. Ambos fueron encontrados con vida entre los escombros de su vivienda. Una niña de tres años también fue rescatada en esa localidad, muy castigada por la catástrofe.

El enfado crece en Turquía contra la respuesta del gobierno, juzgada insuficiente y tardía. El mismo presidente Recep Tayyip Erdogan reconoció "deficiencias".

La OMS estima que 23 millones de personas están "potencialmente expuestas, de las que unos cinco millones [son] vulnerables" y teme que se desencadene una crisis sanitaria.

Las organizaciones humanitarias expresaron su preocupación por una eventual propagación del cólera, que reapareció en Siria./AFP y Europa Press