CONTINUISMO con la centroderecha o cambio radical con la izquierda. Eso es lo que los uruguayos definen este domingo en las urnas, dándose por descontado que el sucesor de Luis Lacalle Pou se elegirá en balotaje y que, por ahora según las encuestas, sería muy reñido.
Para esta primera cita electoral, donde además se renueva la totalidad del Parlamento (30 bancas en Senado y 99 en la Cámara de Diputados), todas las mediciones de intención de voto ubican en primer lugar al llamado delfín del expresidente “Pepe Mujica”, Yamandú Orsi, con un apoyo que fluctúa entre el 43% y el 44%, mientras que su inmediato rival, el oficialista Álvaro Delgado (Partido Nacional), logra un respaldo entre el 21% y el 24%.
De cumplirse el vaticinio, ambos disputarían el poder en una segunda vuelta, prevista para el 24 de noviembre, ya que constitucionalmente se establece que se requiere del 50% más un voto para hacerse al cargo en una sola vuelta. Y, como se ve, los dos están distantes de ese requisito.
Las encuestas también coinciden en que la tan anhelada franja de indecisos se ubica en 8%, y su variopinta composición, es decir, con mayor afinidad a los diferentes partidos de centro, derecha y centroderecha que a la izquierda, fragmentará el voto entre todos los candidatos, imposibilitando que los dos que lideran la carrera obtengan la mayoría establecida para la victoria en una sola vuelta.
Hay que tener en cuenta que, desde la segunda vuelta hace cinco años, se conformó una coalición de centro-derecha e independientes, que llevó al triunfo de Lacalle, poniendo fin a tres periodos consecutivos de gobiernos de izquierda, y que se ha mantenido sólida. Por acuerdo programático, cada uno de los partidos que la integran (Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente) designaron candidato presidencial y, para la votación definitiva (segunda vuelta) cerrarán filas tras el que enfrentará al aspirante del Frente Amplio.
Con veda electoral desde ayer, la antesala de reflexión establecida para la jornada democrática, los uruguayos indecisos sopesan que es lo mejor para el futuro inmediato de Uruguay y, con el espejo retrovisor puesto, reconocen la buena gestión del joven mandatario saliente (50%), lo que le ha permitido que su imagen positiva, tras cuatro años en el poder, se encuentre en ese mismo porcentaje.
Con discursos emotivos y remarcando sus grandes diferencias programáticas, Delgado y Orsi cerraron sus campañas el martes, al igual que los otros candidatos: el abogado penalista Andrés Ojeda, del partido Colorado, el general retirado Guido Manini y el exministro de Trabajo, Pablo Mieres. Los sondeos indican que el primero de estos últimos (todos miembros de la coalición gobernante) concita un apoyo de entre 12% y 17%, el segundo de un máximo 4% y el tercero, entre 2% y 3%.
Así las cosas, en el escenario definitivo, el izquierdista Frente Amplio con su candidato único no sumaría nuevos apoyos para noviembre, mientras que la coalición unida le alcanzaría en la intención de voto, por lo que se vislumbra una final de voto-finish, según analistas.
"Vamos a un segundo piso de transformaciones (...) porque este gobierno nos deja un primer piso muy sólido para seguir construyendo el futuro", afirmó Delgado en el acto final en Las Piedras, a unos 30 km de Montevideo y la misma ciudad donde el entonces candidato Lacalle Pou cerró su campaña en octubre de 2019. Frente a cerca de un millón de personas y flanqueado por su compañera de fórmula, la exsindicalista Valeria Ripoll, y decenas de dirigentes nacionalistas y figuras del gobierno, Delgado se dirigió a los indecisos, que según la encuestadora Cifra rondan el 8%.
"A esa gente le vamos a pedir que piensen en quién te da certezas, quién te da tranquilidad, quién te da paz, quién te da previsibilidad, quién te asegura tolerancia, libertad y, sobre todo, quién te asegura que el país siga creciendo y desarrollándose", expresó. "Porque la alternativa es volver al pasado, al peor pasado, al cual ni ustedes ni yo queremos volver", advirtió, en alusión a un eventual triunfo del Frente Amplio, que gobernó de 2005 a 2020.
"Si la coalición republicana es el proyecto político más votado, el próximo domingo 27 empezamos a asegurar la continuidad de este gobierno", arengó Delgado, de 55 años, que cobró notoriedad por la gestión de la pandemia de covid-19, en su calidad de secretario de la Presidencia. Delgado aseguró que su objetivo es encabezar un nuevo gobierno de coalición liderado por el Partido Nacional, Yamandú Orsi, "Al Partido Nacional le va a tocar ser la locomotora. Pero no hay tren sin vagones", afirmó, y mandó un saludo especial a todos los socios de la coalición.
"Remontar los sueños"
En el otro extremo del espectro político, el exintendente del departamento de Canelones, Yamandú Orsi instó a respaldar mayoritariamente el cambio y el progresismo, aprovechándose de los logros que, en su momento, tuvo José “Pepe” Mujica. "Jamás puede ser este un tiempo de carnaval, de promesas que después son incumplidas", afirmó en el céntrico Parque Batle de Montevideo donde recordó sus cinco pilares "puntuales" de su campaña y eventual gobierno: diálogo, promesas de crecimiento económico y estabilidad, protección social, seguridad y transparencia.
"Quiero ser presidente, y voy a ser presidente porque quiero hacerme cargo de cumplir con cada uno de esos cinco compromisos básicos junto al equipo del Frente Amplio", aseguró frente a millas de personas que coreaban su nombre. "Es hora y es tiempo de remontar los sueños. De demostrar lo que nos une. De hablar con el corazón", proclamó. Junto a su compañera de fórmula, la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, Orsi mostró confianza en que "la esperanza comienza a materializarse el domingo", y cerró llamando a "gobernar para todos".
Mujica, quien a sus 89 años se recupera de complicaciones de su tratamiento contra un cáncer de esófago, saludó en un breve mensaje por video, ausente en el escenario luego de aparecer sorpresivamente el sábado en el acto final del Movimiento de Participación Popular que lidera dentro del Frente Amplio. "Desgraciadamente mi estado de salud no me permite acompañarlos, pero mi corazón está con ustedes, como corresponde", dijo. "¡Hasta siempre, compañeros!", añadió, mientras desde el público se escuchaba "¡Viva, Pepe!".
Dos plebiscitos
Además de renovar Parlamento y elegir presidente, los 2.766.000 uruguayos convocados (el voto es obligatorio) se pronunciarán sobre una reforma a la Constitución para permitir allanamientos nocturnos y para realizar varias modificaciones al sistema de seguridad social. Constitucionalmente se establece que para estos plebiscitos logren su objetivo, deberán obtener cada uno más de la mitad de los votos válidos. (50% +1)
La reforma de la seguridad social, es impulsada principalmente por la central sindical PIT-CNT, y propone fijar la edad jubilatoria en 60 años, entre otras medidas. El proyecto no contará con el apoyo de la actual coalición de gobierno y dentro del Frente Amplio no hay una postura homogénea, ya que decidió la libertad de acción para sus militantes y la fórmula presidencial ha expresado que no va a votarlo. Según los sondeos realizados, esta propuesta fracasaría. Éste tiene una papeleta blanca con letras negras.
El segundo proyecto es la autorización de allanamientos nocturnos policiales y bajo orden judicial a hogares. Lo presenta la coalición gobernante considerando una herramienta más en la lucha contra el creciente narcotráfico. Tiene una intención de apoyo, según todas las encuestas, del 50% como mínimo, así que sería aprobado. Su papeleta es amarilla. Para ambos temas de consulta ciudadana solo habrá hojas por el Sí, ya que la voluntad contraria se expresará no votando.