Acelerar proceso de paz pide ONU a Colombia | El Nuevo Siglo
Foto ONU
Jueves, 19 de Abril de 2018
Redacción Nacional
Ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Jean Arnault, Jefe de la misión en Colombia, hizo un balance sobre los acuerdos firmados entre el Gobierno y las Farc. En su informe destacó la violencia contra algunos excombatientes y líderes sociales en diferentes regiones del país

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En medio de "nuevos retos" al proceso de paz en Colombia, el jefe de la misión de la ONU pidió al Gobierno acelerar todo lo posible la reintegración de excombatientes de las Farc a la vida civil antes de que termine la administración del presidente Juan Manuel Santos tras las presidenciales de mayo.

"El último par de semanas han traído también nuevos desafíos al Proceso de Paz", admitió ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Jean Arnault, jefe de la misión de la ONU en Colombia, en referencia al arresto del exnegociador Zeuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich, el 9 de abril.

La detención de Hernández, acusado de conspirar para enviar diez toneladas de droga a Estados Unidos, que busca su extradición, fue criticada duramente por su partido, la nueva Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) que nuclea a los desmovilizados, y puso en vilo el pacto de paz firmado a fines de 2016.

"El arresto de uno de los líderes de las Farc por cargos de narcotráfico, reverberó en un país que permanece dividido sobre el proceso de paz", dijo Arnault en su informe al Consejo, en presencia del vicepresidente Óscar Naranjo y la canciller María Ángela Holguín.

Sobre todo, subrayó "la necesidad de un impulso sostenido para colocar la reintegración de exguerrilleros en una base más sólida antes del fin del mandato del Gobierno" tras las elecciones presidenciales del 27 de mayo.

"Debilidades en este esfuerzo solo pueden aumentar el riesgo de que algunos exrebeldes se desvíen a grupos criminales, como los responsables de los trágicos secuestros y asesinatos de ecuatorianos en la frontera" entre Colombia y Ecuador, alertó.

En su informe, Arnault indicó que “son particularmente preocupantes los ataques contra las personas que trabajan para implementar los programas gubernamentales relacionados con la sustitución de coca y la restitución de tierras”.

Alertas

Indica en su exposición ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que “el 28 de febrero de 2018, el Defensor del Pueblo emitió una alerta temprana de alcance nacional sobre la situación de riesgo de los líderes comunitarios y sociales y los defensores de derechos humanos.

En ella señaló que “el 49% de todos los casos registrados en 2017 y hasta febrero de 2018 habían ocurrido en cuatro regiones: Cauca, Urabá, Antioquia y Norte de Santander”.

Al mismo tiempo dijo que “se ha progresado en lo concerniente a la seguridad de los excombatientes que viven en los espacios territoriales y su desplazamiento fuera de las zonas protegidas por las fuerzas de seguridad. Sigue habiendo problemas técnicos y de coordinación, pero el compromiso de la Unidad Nacional de Protección y de las fuerzas de seguridad, constituye una base firme a partir de la cual hay que ampliar las garantías de seguridad en las próximas semanas y meses”.

Preocupaciones

Aseguró el jefe de la Misión en Colombia que como señaló en su anterior informe y lo ha reiterado, el resurgimiento de la violencia en varias de las zonas más afectadas por el conflicto y el persistente historial de asesinatos de líderes comunitarios y sociales, son el principal motivo de preocupación en la actualidad.

“Acojo con beneplácito que se haya otorgado prioridad a esas cuestiones en la agenda del Presidente y de las principales instituciones del Estado colombiano, a saber: la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General y la Procuraduría General”, sostuvo Arnault.

También aseguró que está surgiendo un claro consenso nacional que une a las instituciones y la sociedad civil, colombianos en torno a la protección de la vida, el trabajo y las contribuciones de los líderes comunitarios y sociales, en particular los que promueven la sustitución de los cultivos de coca, la restitución de sus tierras y la protección de sus recursos y el medio ambiente. “Ese consenso brinda la oportunidad de emprender acciones concertadas contundentes en el próximo período, y la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad podría desempeñar un papel rector en ellas”.

Además consideró que ya pueden distinguirse algunos de los factores del éxito, como un enfoque más colectivo de la protección de la población en riesgo, la provisión de bienes y servicios junto con el despliegue de las fuerzas de seguridad para contrarrestar la influencia de los grupos armados ilegales.

Para ello consideró que las investigaciones de la Fiscalía General, y en particular de su Unidad Especial de Investigación, que se ocupa de los casos de los líderes comunitarios y sociales, serán decisivas. “Es posible que el enjuiciamiento efectivo de los autores materiales e intelectuales de los numerosos asesinatos cometidos en los últimos años sea la manera más eficaz de demostrar la determinación del país de acabar con la violencia”.

Señaló también que en la visita que efectuó a Colombia en enero de 2018, destacó que la suya era una misión de solidaridad con el pueblo de Colombia y de apoyo a él en un momento histórico clave para el país, para América Latina y para el mundo entero.

“La evolución de los acontecimientos en Colombia ilustra tanto los factores de éxito como la magnitud de las dificultades del paso de un cese el fuego y una dejación de las armas por parte de las Farc-Ep, prácticamente perfectos a las ingentes tareas de superar una herencia profundamente arraigada de violencia, atajar las economías ilícitas que agravan la violencia, y consolidar y sostener la paz llevando la gobernanza sensible, la seguridad y el desarrollo a las zonas del país tradicionalmente marginadas, cuyos ciudadanos han sido los más afectados por el conflicto”.

Indicó que “la Misión, el equipo de las Naciones Unidas en el país y el sistema en conjunto están decididos a apoyar ese esfuerzo. En esta etapa tan crucial del Proceso de Paz de Colombia, la comunidad internacional sigue siendo un asociado fundamental, así que la aliento a seguir prestando su pleno apoyo a esa empresa”.

Colombia

El Gobierno

Por su parte el vicepresidente Naranjo, quien asistió a la reunión, hizo alusión a los avances que ha tenido el país en materia de implementación del acuerdo de paz, al señalar que cerca de 12.000 excombatientes de las Farc han sido bancarizados, han recibido ya su renta mensual básica y han sido afiliados a sistemas de seguridad social y de pensiones.

Y añadió que 5.000 de esos excombatientes dejaron los fusiles para iniciar procesos de educación. “Eso significa que tenemos una masa crítica en verdadero proceso de transformación”, dijo.

El embajador de China ante Naciones Unidas, Ma Zhaoxu, fue uno de los que felicitó a Colombia por sus esfuerzos frente a la paz y dijo que “este proceso irreversible debe seguir recibiendo el apoyo de la ONU”.

El embajador de Francia, François Delattre, también celebró el final de la guerra con las Farc y dijo que “felicitamos al Gobierno por las elecciones del 11 de marzo que se llevaron a cabo de manera pacífica. Las instituciones colombianas y el acuerdo de paz se han reforzado con este ejercicio democrático, que contó con los antiguos combatientes en su seno”.

Efecto positivo

Para la ONU, “las elecciones legislativas celebradas el 11 de marzo de 2018, demostraron el efecto positivo del fin del conflicto" con las Farc "en el proceso político nacional. Si bien la campaña no estuvo exenta de incidentes, la participación política aumentó en alrededor del 5,2%, dado que en esas elecciones participaron 3,6 millones de electores más que en las celebradas en 2014".

En estas elecciones, el partido político Farc participó por primera vez en el proceso electoral, con 73 candidatos, y los exmiembros de las Farc votaron sin grandes incidentes, lo que marcó un hito en su reincorporación política.

Destaca la ONU que de conformidad con el acuerdo de paz, la Farc estará representada en el próximo Congreso con cinco (de 172) escaños en la Cámara de Representantes, y cinco (de 108) escaños en el Senado. Si bien los principales partidos políticos sufrieron algunos cambios en su representación, ningún partido obtuvo la mayoría absoluta.