Excomandantes de diferentes fuerzas y expertos en seguridad, consideran que es necesario poner la lupa a este rubro porque es susceptible de ser afectado por la corrupción, teniendo en cuenta que no son auditados públicamente por razones de inteligencia y seguridad nacional

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Solo un alto grado de supervisión y escoger a las mejores personas, garantizaría en buena medida que los dineros del rubro gastos reservados y de seguridad nacional en el Comando General de las Fuerzas Militares se blinde contra la corrupción. Así lo señalaron a EL NUEVO SIGLO excomandantes y expertos en el tema seguridad, consultados a raíz del escándalo que estalló por una investigación de la Revista Semana.

El día de ayer el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, anunció varias medidas, y dijo que entregaron a los organismos de control información y las pesquisas internas que han adelantado para que lleven a cabo las investigaciones y se pueda sancionar a los eventuales comprometidos en estos hechos.

Por razones de seguridad nacional, los gastos reservados no pueden tener el escrutinio público pero sí de la Procuraduría General y de Contraloría General, y en primer término de la entidad que los maneja, en este caso el Comando General de las Fuerzas Militares.

La investigación de Semana indica que millones de pesos de la cuenta gastos reservados en el Comando General de las Fuerzas Militares habrían ido a parar a los bolsillos de oficiales a través, entre otras, de operaciones de inteligencia que realizaron pagos a fuentes humanas (en varios casos fantasmas) y también al parecer, utilizados en viajes.

De acuerdo con esta publicación, entre los años 2013 y 2017, la Regional de Inteligencia Militar Estratégica Conjunta (RIMEC) recolectó más de $20.000 millones a través de cuatro compañías de ciberdefensa y ciberataque llamadas Huila, Neiva, Espinal y Villavicencio. Ese dinero, al parecer, tenía como destino un fondo bautizado “El ahorro”, del cual habrían salido recursos para bolsillos privados.

Ayer el ministro Villegas anunció que las primeras medidas son la restructuración del Comando General con la supresión del Comando Conjunto de Inteligencia (CCONI) y la Regional de Inteligencia.

Explicó que estos departamentos están pendientes de un acto administrativo para que desaparezcan jurídica y administrativamente del organigrama del Comando General de las Fuerzas Militares, aunque dijo que desde hace ocho días dejaron de funcionar. Añadió que varias personas fueron separadas del cargo tras aceptar su responsabilidad en los graves hechos.

Villegas dijo también que acatando la solicitud efectuada por la Procuraduría General, se suspendió hasta por 30 días, la ejecución, disposición, uso o entrega de recursos de la cuenta de gastos reservados asignados a la Regional de Inteligencia Militar Estratégica Conjunta (RIMEC).

El Ministro aseguró que el Comando General de las Fuerzas Militares ha establecido los controles al interior del área de inteligencia, y dijo que se ha cuidado para asegurar la permanencia de un personal confiable y calificado. “Estos controles, especialmente la supervisión de tareas, uso de recursos y resultados, deberán ser estrictamente vigilados por la Inspección General de las Fuerzas Militares y por la Oficina de Control Interno Sectorial, sin perjuicio de la intervención de la Contraloría General de la Nación en lo que atañe a los asuntos fiscales”, dijo.

Lupa a los gastos

El general (r) Héctor Fabio Velasco, quien fue comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, indicó que “eso es sencillamente falta de supervisión porque los gastos reservados son precisamente para inteligencia y por razones obvias no se pueden someter a una fiscalización abierta. Los superiores si bien pueda que no sean culpables, sí son responsables porque eso no es generalizado y los gastos reservados son precisamente para cuestiones de inteligencia, no para viajes ni mucho menos”.

Añadió que hay viajes que se justifican; por ejemplo, dijo, cuando estuvo de comandante hubo un viaje “para ir a averiguar sobre unos misiles que habían comprado las Farc en Centroamérica. Entonces se dio un dinero y uno no puede estar sometido por obvias razones para decir ‘esto lo voy a gastar así, le voy a dar a tal persona para que me dé información”.

Por su parte el general (r), Jorge Enrique Mora Rangel, quien fue comandante de las Fuerzas Militares, dijo frente a este escándalo que “eso tiene que ser rechazado por todo el mundo; en eso no hay la menor duda, pero no conozco exactamente el problema y por eso no me puedo pronunciar”.

Mientras que John Marulanda, consultor internacional en seguridad, dijo que “los gastos reservados están específicamente dedicados a tres rubros en los cuales se pueden gastar: adquisición de material técnico de inteligencia, pago de informaciones y operaciones de inteligencia.

Añadió que “lo que hay que hacer es tener mayor supervisión de los mandos responsables sobre esos gastos. Lo grave de ello es que estamos hablando, en este caso, de la inteligencia nacional de las Fuerzas Militares, o sea de la inteligencia estratégica del país. Y tenemos unos riesgos muy grandes en Colombia, que geoestratégicamente por su posición es la joya de la corona de América Latina: tenemos el crimen internacional organizado que tiene bajo su control las fronteras de Ecuador, de Urabá, de Panamá y de Venezuela. Tenemos Venezuela, que es un riesgo permanente -ya anunció que va a hacer ejercicios militares combinados con Rusia-; tenemos a Nicaragua que va detrás de San Andrés y células de Hezbolá apoyadas por Irán, beneficiándose aquí del narcotráfico y observando potenciales blancos norteamericanos”.

Añadió que todas esas amenazas solamente pueden ser “advertidas y neutralizadas si tenemos un buen aparato de inteligencia estratégica. Pero si está corrompido, pues estamos desamparados en lo que hace referencia a inteligencia estratégica”.

Por su parte el general (r) Jaime Ruiz, presidente de  Asociación Colombiana  de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore), dijo que “ese es un tema que se ha manejado desde hace mucho tiempo por razón a que su sistema para la ejecución de gastos para ese rubro, por razones obvias y bajo ese concepto de seguridad y defensa nacional -gastos reservados-, obliga a unos procedimientos que permiten en un momento dado algunas irregularidades”.

Añadió Ruiz que “el rubro de gastos reservados no solamente se da al interior de las Fuerzas Militares; se da también en otras instancias del Estado. No es tema de las Fuerzas Militares, ni de los servicios de inteligencia; es un tema que hay que revisar y hoy por hoy, que hay más tecnología para ejercer un control más efectivo de toda esta parte contable, pues aplicarla con todo su rigor”.

Interviene Contraloría

La Contraloría General de la República busca intercambiar información y pruebas con la Procuraduría General de la Nación, con el fin de promover las investigaciones fiscales que permitan establecer las responsabilidades individuales de los servidores públicos involucrados en las denuncias sobre uso indebido de gastos reservados, en el Comando General de la Fuerzas Militares.

En tal  sentido y en desarrollo de la colaboración armónica que le corresponde a todos los órganos del Estado, el contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, invitó al Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, a aunar esfuerzos en el esclarecimiento de posibles responsabilidades disciplinarias y fiscales de los uniformados que tienen a su cargo gastos reservados con cuestionamientos.