HOMBRES ARMADOS que al parecer pertenecen al grupo delincuencial conocido como el Clan del Golfo estarían relacionados con la retención ilegal a un bus departamental de pasajeros en Santander. Estos hechos se habrían presentado en horas de la tarde en cercanía al municipio de El Carmen de Chucurí.
El vehículo de servicio intermunicipal tenía más de 20 personas a bordo, a quienes los encapuchados les advirtieron que no debían dar denuncias a las autoridades sobre su presencia en ese departamento, además de las acciones que cometerían en contra de quienes hablaran con las autoridades.
Al respecto el alcalde de Barrancabermeja, William Tello, explicó a las autoridades que “los hechos ocurrieron en el municipio de El Carmen, esto generó gran temor dentro de la población y una inmensa preocupación tanto para las personas que habitan en ese lugar, como para las autoridades, pues esperan que no regrese la bola de violencia que se vivió hace más de 20 años en el departamento”.
El vehículo cubría la ruta entre Bucaramanga y Carmen de Chucurí, por fortuna los pasajeros salieron ilesos y todo fue un susto. Sin embargo, las amenazas fueron reales por parte de personas armadas quienes se identificaron como miembros de un grupo ilegal armado como el Clan del Golfo. Por su parte las autoridades adelantan las investigaciones pertinentes, para dar con la captura de estas personas y establecer si hacen presencia en la zona rural del departamento de Santander.
El país va por otro rumbo
Mientras este hecho ocurría, el presidente de la República Gustavo Petro realizó una nueva alocución presidencial a través de la cual arremetió de nuevo contra los medios de comunicación diciendo que, “usted habrá visto hoy, ayer, y en todos estos días y meses noticieros por la televisión o por la radio que casi todos se dedican en todo momento a atacar mi persona, mi familia, la figura del presidente y el Gobierno. Algunos de ustedes las creerán, otros verán y oirán con desconfianza, otros y otras no miran los noticieros ya. Pero nunca un presidente estuvo bajo tanta sevicia y perfidia. Por eso hablo desde las redes y por este medio”.
De igual manera, el mandatario sostuvo que “esa insultadera y grosería diaria se debe básicamente a que los propietarios de esos medios, las personas más ricas de Colombia, no están de acuerdo con las políticas que implementa mi Gobierno ni con las reformas que propongo. En lugar de argumentar de frente y debatir, usan sus medios para la bajeza y el insulto a mi persona y mi familia. Qué bien que salieran al debate. El debate de frente ha sido mi costumbre, y debe ser una costumbre de la sociedad”.
Posteriormente manifestó que “en muchas regiones de Colombia, cuando un pobre se enfrenta a otro pobre, cuando un joven negro se enfrenta a otro joven negro, siempre hay que recordar que en vez de matar hay que hablar. Una Colombia para ser más pacífica y segura necesita de mucha más equidad social, de muchas más oportunidades abiertas para todos y todas, sobre todo para la mujer y la juventud”.
Así mismo sostuvo que “construir una Colombia más justa implica sistemas de pensiones, de salud, de educación diferentes a los que tenemos. Necesitamos producir más y más eficientemente y eso implica un uso diferente, también, de la tierra, una política de créditos bancarios más amplia, barata y productiva, más universidades, más ingenierías, más sociales, más historia, más matemáticas y más arte, etcétera. En estos temas me concentro”.
Finalmente, el primer mandatario añadió que “en cada política o reforma diferente se tocan hoy intereses de gente muy privilegiada, muy poderosa. Si busco que más tierra llegue al campesino, esa tierra está en manos de grandes latifundistas improductivos que se oponen. Si busco más crédito a los pequeños y medianos empresarios, a la mujer, al joven, ese crédito ya está concentrado en grandes fortunas. Si quiero más salud y educación de calidad para la mayoría de la gente, resulta que la salud y la educación están privatizadas y son simples negocios”.