¿Qué sigue después de la captura de uno de los líderes de la ex guerrilla de las Farc? El Acuerdo se encuentra en su más grave prueba de fuego desde que se firmó
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1. UNA MÁXIMA DEL PROCESO: La captura de uno de los máximos cabecillas de la ex guerrilla de las Farc por un pedido de extradición de la justicia de Estados Unidos que lo sindica de narcotráfico, pone al acuerdo con las Farc en su más grave prueba de fuego desde que se firmó. Las reglas del juego son claras: todo delito cometido con posterioridad a diciembre de 2016 debe ser conocido por la justicia ordinaria y es viable la extradición. Lo recalcó el acto legislativo que creó la JEP, lo insistió la Fiscalía, lo autorizó la Corte Constitucional y es una de las bases del pacto firmado en La Habana: cualquier reincidencia criminal conlleva la pérdida de beneficios jurídicos, políticos, económicos y sociales que contempla la justicia transicional. Desconocer esa máxima sería, precisamente por un caso conocido el Día Nacional por la Reparación a las Víctimas, absolutamente grave para la credibilidad del acuerdo, por más que el partido Farc proteste y hable de montaje y violación de lo acordado.
2. MUNICIÓN DE CAMPAÑA PRESIDENCIAL: uno de los temas que ha marcado las diferencias entre los candidatos presidenciales es, precisamente, qué harán con el acuerdo de paz. Iván Duque insiste en hacerle fuertes ajustes; Germán Vargas dice que lo cumplirá porque ya la Corte Constitucional aclaró sus dudas sobre la JEP, entre ellas que cualquier reincidencia criminal llevaría a perder beneficios y pasar a justicia ordinaria. Humberto de la Calle, Sergio Fajardo y Gustavo Petro están en la línea de cumplirlo al pie de la letra. El caso Santrich generó una alud de reacciones ayer de todos los aspirantes y es claro que una de las preguntas clave en los próximos debates entre los presidenciables será si en un eventual gobierno suyo extraditarán a no al cabecilla subversivo detenido ayer. La respuesta que cada uno dé tendrá mucho eco e impacto en el electorado, sea cual sea.
3. LA VISITA DE TRUMP: que el caso Santrich haya estallado precisamente cinco días antes de la programada (y luego cancelada) visita al país del presidente de Estados Unidos impone un eje de presión más fuerte sobre el gobierno Santos. No hay que olvidar que la Casa Blanca ha alertado sucesivamente sobre el aumento de narcocultivos en Colombia, el incremento de exportación de cocaína y un mayor número de drogadictos en sus calles. Incluso el año pasado el propio Trump llegó a considerar la posibilidad de descertificar a Colombia por sus altibajos en materia antidroga. Si bien las autoridades de Colombia y EU han reforzado la estrategia antinarcóticos y firmado recientemente un plan quinquenal al respecto, falta por conocer el informe del Departamento de Estado sobre los narcocultivos en 2017, pero se habla de un aumento a 222 mil hectáreas. Trump, que tiene una política antidroga más drástica que la de Obama y más reservas frente a si el pacto de paz ayudó a reducir el narcotráfico, le volverá a exigir a través del vicepresidente Pence que Santos muestre más resultados antidroga y el caso Santrich será tema central.
4. ACUERDO HACE AGUA: el pacto con las Farc atraviesa una grave problemática. La implementación normativa avanza a marcha lenta; la exguerrilla denuncia muchos incumplimientos políticos, jurídicos económicos y sociales; crece la decepción de los excombatientes que no reciben apoyo para sus proyectos productivos y de reinserción; las disidencias de las Farc se convirtieron en un grave problema de orden público; las encuestas evidencian que la población tiene creciente desconfianza en la utilidad del pacto; las víctimas alegan que la JEP nada que arranca y por eso no hay confesiones de los cabecillas de las Farc sobre sus múltiples delitos de lesa humanidad; está en duda si esa facción armada entregó todos sus bienes ilícitos; se investigan presuntos casos de corrupción en el manejo de los recursos de donación internacional y presupuesto propio para financiar el posconflicto… Y ahora uno de los máximos jefes del partido Farc es capturado por un pedido de extradición… Grave panorama.
5. ¿SE ROMPERÁ EL PROCESO? El Gobierno -débil, desprestigiado y de salida- y la Fiscalía -abanderada del endurecimiento de la legislación para castigar incumplimientos y reincidencias- saben que es una dura prueba de fuego al proceso, sobre todo en época electoral y bajo la presión de EU para hacer más eficaz la accidentada lucha antidroga, de cuya crisis en los últimos tres años se culpa, precisamente, a que se bajó la guardia por los coletazos de la negociación en La Habana. Sin embargo, Ejecutivo y ente acusador no pueden dar marcha atrás, pues la ley es la ley y la opinión pública no permitirá que la reincidencia criminal sea tolerada o perdonada en aras de mantener el acuerdo. ¿Qué hará el partido Farc? Anoche estaban analizando la complicada coyuntura ¿Romperán el proceso? Difícil, ya decidieron entrar a la política y volver al monte no es una opción viable ¿Se quedará quieto esperando que la JEP decida? Puede ser, pero es claro que la base de desmovilizados no entenderá el riesgo de extradición de uno de sus cabecillas y alegará ‘conejo’ por parte del gobierno Santos y lo acusará de ‘arrodillarse’ ante Trump. Y eso también repercutirá en las negociaciones con el Eln en Quito.