El sector de juegos en Colombia sigue avanzando a paso firme. Y dado que la industria juega un papel importante en el financiamiento de la salud pública, esto es muy positivo. En el primer trimestre de 2024, la transferencia de recursos hacia la salud proveniente de la industria de juegos superó los 147 millones de pesos colombianos, lo que representa un aumento del 8% en comparación con el mismo período del año anterior, demostrando la popularidad de los juegos entre los colombianos y su importancia para el bienestar social. Solo en 2021, el sector contribuyó el 6% para la economía del país.
Entre los diversos tipos de juegos, el chance es el que más contribuye, con transferencias de casi 77 millones de pesos. Le siguen las loterías, con más de 61 millones, mientras que el juego Raspa&Listo aportó 9,46 millones al total. La suma de estas actividades refleja la capacidad de los juegos no solo para servir como entretenimiento, sino también como un mecanismo de apoyo al financiamiento de servicios esenciales, como la salud pública. En Colombia, existen muchos tipos de juegos de casino y apuestas en línea, así como sitios de apoyo a los apostadores, con instrucciones y consejos. Por ejemplo, las estrategias de la ruleta de Techopedia ofrecen información útil para jugar las diferentes variaciones de ruleta que existen en el país.
Marco Emilio Hincapié, presidente de Coljuegos, atribuye el éxito del sector al esfuerzo conjunto entre operadores y el Consejo Nacional de Juegos de Suerte y Azar, destacando la importancia de garantizar y fortalecer la industria en los territorios para aumentar los fondos destinados a la salud. La regularización del juego es un tema clave al discutir el impacto positivo de estas actividades. Según Hincapié, es esencial que los ciudadanos solo participen en juegos en puntos de venta autorizados. Esta práctica asegura que los recursos se destinen correctamente y fortalece la estructura legal del sector.
En Colombia, la entidad reguladora, Coljuegos, supervisa todas las modalidades de juegos de suerte y azar, incluyendo casinos, loterías y juegos en línea, bajo el amparo del Decreto 4142 de 2011 y la Ley 643 de 2001. Esta legislación permite que el sector privado opere con las debidas autorizaciones y establece medidas rigurosas para asegurar la transparencia y seguridad de las actividades de apuestas. Se ha realizado una actualización en el marco legal que permite a los concesionarios de juegos de azar utilizar resultados de sorteos realizados en el extranjero, facilitando aún más la operacionalización de las apuestas en el país.
Además, desde 2012, cuando la entidad comenzó a emitir autorizaciones para operadores en línea, el país ha avanzado mucho en la regulación de juegos en línea, lo que ha contribuido a un ambiente de juego regulado y seguro, aumentando la confianza de los jugadores y, por consiguiente, el volumen de apuestas legales y seguras.
El primer trimestre de 2024 también fue importante por el volumen de premios distribuidos, que sumaron 362,12 millones de pesos. Los juegos de chance contribuyeron con 238 millones, mientras que las loterías y el Raspa&Listo entregaron más de 94 millones y casi 30 millones, respectivamente. Este aumento en los premios sirve como incentivo para la participación de los ciudadanos en los juegos, promoviendo la legalidad y aumentando las transferencias para la salud pública.
Además, Coljuegos está implementando políticas para promover un juego responsable. Esto incluye la introducción de límites de apuestas, mensajes de advertencia y herramientas de autoexclusión para proteger especialmente a los jugadores más vulnerables, como los jóvenes. Muchos países están reconociendo el potencial económico del sector de juegos y están trabajando para fortalecer las regulaciones e infraestructuras relacionadas. Esto no solo mejora la seguridad y la integridad de los juegos, sino que también aumenta la contribución económica de estas actividades.
A través de cada apuesta legalizada, los ciudadanos contribuyen al financiamiento de servicios esenciales, demostrando que el juego, cuando se conduce de manera responsable y regulada, puede ser una fuente valiosa de apoyo al desarrollo social y económico del país.