EN LOS últimos meses Bogotá se ha convertido en un referente de inseguridad por los múltiples casos de hurto, violencia, estafa y demás delitos que atentan contra la tranquilidad y bienestar de la ciudadanía. Pese a que desde el Distrito se lideran diversas estrategias para hacer frente a esta situación, las cifras en aumento no son nada alentadoras. Y aún más preocupante, es la ola de delitos sexuales contra niñas, niños y adolescentes.
EL NUEVO SIGLO conoció las alarmantes cifras reveladas por el concejal Julián Rodríguez Sastoque, en materia de delitos sexuales en Bogotá durante el año 2024, quien insistió en la exigencia para que los esfuerzos en seguridad se centren también en enfrentar este tipo de situaciones, junto a la violencia intrafamiliar, que están disparados en la ciudad.
En el caso de los delitos sexuales aumentaron en 61,4% comparando el periodo enero - julio de 2024 frente al mismo periodo de 2023, pero el panorama resulta más preocupante si se mira por edades. Según los datos de la Policía, recogidos por el concejal Sastoque, los casos en los que las víctimas son niños o niñas crecieron en 73% al pasar de 508 entre enero y julio de 2023 a 883 en 2024.
El panorama en la adolescencia es igual de preocupante: entre enero y julio de 2023 se presentaron 962 casos en los que las víctimas fueron adolescentes y en el mismo periodo de 2024 aumentaron a 1.675, es decir un incremento de 74,11%.
Por localidades, hay indicadores que requieren una respuesta urgente por parte del Distrito, la Policía y las entidades encargadas de prevenir y atender este tipo de delitos. Por ejemplo, en Los Mártires los delitos sexuales aumentaron 256% y en el caso de niños y niñas víctimas en la localidad casi se quintuplicaron al pasar de 20 a 96 casos.
El concejal Julián Sastoque ya citó a un debate de control político a la Administración Distrital para que responda por las medidas tomadas para enfrentar este tipo de delitos y otros que están disparados como la violencia intrafamiliar.
Violencia intrafamiliar
A su turno, el concejal Emel Rojas del Partido Nueva Fuerza Democrática, reveló el último Análisis General de Delitos de la Secretaría de Seguridad, en dónde se evidencia que las cifras de violencia familiar, extorsión y delitos sexuales, se están saliendo de control en la capital del país.
“Pasamos de 16.465 a 33.076 denuncias de violencia intrafamiliar, comparando el período enero - julio del 2023 con el mismo periodo del 2024. Un alarmante incremento del 100,9%. Más que tener más Comisarías de Familia, debemos aumentar las inversiones en programas encaminados a recuperar los valores, los principios y las buenas costumbres. Tenemos que volver a unir las familias, con amor, respeto, tolerancia. Las localidades en dónde más se ha incrementado este delito son Mártires (1.304%) y Teusaquillo (280%)”, puntualizó el cabildante.
La extorsión en Bogotá se disparó en un 76,4%, comparando los primeros siete meses del 2023 con el mismo periodo del año 2024. “Pasamos de 751 a 1.325 casos denunciados. Las localidades en dónde más ha aumentado este flagelo son Mártires (286%) y Fontibón (144%)”, señaló.
5.314 delitos sexuales se denunciaron en la ciudad entre enero y julio de 2024. En el 2023, en los mismos meses, se presentaron 3.293 casos. Un incremento del 61,4%. Los más afectados con este flagelo, son los niños y niñas. Mártires (256%) y Chapinero (162%), son las localidades con mayores incrementos.
En el debate de control político al problema de la inseguridad en el que el concejal presentó estas cifras y ante el incremento de la misma en la ciudad, el Concejal Rojas solicitó que se abra la discusión sobre el porte legal de armas.
Fallas en las cámaras
Por último, el concejal Andrés Barrios reveló que de las 235 cámaras de videovigilancia que tiene la Secretaría de Seguridad en inmediaciones de instituciones educativas, únicamente funcionan 86.
“Sigo expresando mi preocupación frente a lo que está sucediendo en los entornos educativos. En localidades como Chapinero, Santa Fe y Kennedy no hay una sola cámara de videovigilancia de la Secretaría de Seguridad funcionando en estos espacios. En el caso de La Candelaria, ni siquiera tienen cámaras instaladas. Esta situación es grave, pues los jíbaros se aprovechan de esta falencia y usan colegios para sus negocios ilegales poniendo en riesgo a niños y jóvenes”, dijo Barrios.
El concejal pidió al Distrito enfocarse en resolver esta situación y adoptar un plan de acción. “Son 149 cámaras de la Secretaría de Seguridad en entornos educativos las que están fuera de servicio por obsolescencia tecnológica, lo que quiere decir que no pueden recibir actualizaciones y que cumplieron su vida útil. En ese sentido, tienen que ser renovadas y es deber de la administración distrital hacerlo”, dijo.
Barrios también reveló vídeos que ponen en evidencia el consumo de drogas en entornos educativos. Solicitó a la Secretaría de Educación atender las mesas de trabajo a las que se le convoca con el fin de sacar adelante una Semana Distrital de Prevención al Consumo de Drogas.
“Estamos viendo a una Secretaría indolente, a la que pareciera no preocuparle el elevado consumo de sustancias psicoactivas por parte de menores de edad. Van tres mesas de trabajo a las que los convocamos y brillan por su ausencia. Desde mi curul seguiré trabajando porque esa Semana de Prevención sea una realidad”, dijo el concejal.
En 2023, el sistema de alertas de la Secretaría de Educación registró 6.431 casos de consumo de sustancias psicoactivas en niños, niñas y adolescentes.
¿Qué dice el Distrito?
Aunque hasta el momento de esta publicación no se evidenció una respuesta directa a estas denuncias por parte de la Secretaría de Seguridad u otra entidad competente del Distrito, sí existe registro de capturas y operativos que se han realizado recientemente con el apoyo de las cámaras de seguridad.
El 15 de agosto la Secretaría de Seguridad señaló que las cámaras de videovigilancia de Bogotá sí funcionan argumentando que estas permitieron capturar a dos sujetos por hurtar cable de cobre de una empresa de servicios públicos. Los hechos ocurrieron en la calle 42 con carrera Séptima, cuando los delincuentes usaban una carreta con plásticos para ocultarse y extraer este material.
“Cuando llegaron los uniformados, los hombres intentaron escapar por las calles del barrio, pero el seguimiento por las cámaras y la oportuna articulación y coordinación de las autoridades desde el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4) administrado por la Secretaría de Seguridad, permitió su captura”, aseguró la entidad.