En días pasados, el alcalde Carlos Fernando Galán informó que estaba analizando la posibilidad de implementar un nuevo esquema de Pico y Placa, como el regional, en la capital de la República, una medida que al parecer regiría los sábados de 7:00 a 11:00 a.m para unos vehículos y de 11:00 a.m a 3:00 p.m para otros.

Pese a que la medida todavía está en estudio, EL NUEVO SIGLO habló con tres expertos del tema de las universidades Javeriana, Externado y la Sabana, para saber cuál es su posición frente al que será uno de los temas más importantes en la administración del mandatario capitalino.

Frente a la pregunta ¿por qué es necesario ampliar el Pico y Placa a los días sábados?, para Darío Hidalgo, profesor en el Departamento de Ingeniería Industrial en la Universidad Javeriana en las áreas de transporte y logística, el tema del crecimiento del parque vehicular y la dificultad que ha tenido Bogotá en la ampliación de la red de transporte masivo que sólo ahora está en construcción, sumados a la expansión urbana hacia municipios cercanos, ha dado como resultado que la congestión siga creciendo en la capital y la región. Por ello, para el docente, una medida de corto plazo con un impacto relativamente inmediato y muy bajo costo es la implantación de las restricciones, que tenemos desde el año 1998 cuando se inició el Pico y Placa en la ciudad, al que todos los alcaldes han hecho ajustes con respecto a los días, horas, etc.

"La administración del alcalde Galán también quiere ver posibles modificaciones que ayuden a reducir la congestión y ven en esta herramienta administrativa una opción, pues los sábados son días muy complicados para viajar, sobre todo en las zonas comerciales de la ciudad, donde se concentra mucha actividad en los fines de semana y también en las entradas y salidas con conexión a municipios vecinos”, explicó Hidalgo.

A su turno, Manuel Guillermo Sarmiento García, director del Departamento de Derecho del Transporte e Infraestructura del Transporte de la Universidad Externado, basado en las declaraciones de Galán, en las que considera que también es necesario aplicar la medida los días sábados por el alto volumen de tráfico que se presenta, considera que es una decisión acertada, dado que el incremento del flujo es bastante alto.

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Por otro lado, Omar Orostegui, director de Laboratorio de Gobierno de la Universidad de la Sabana, asegura que "la medida del Pico y Placa es un instrumento que perdió eficiencia”.

Para el experto, la opción de ampliarla al sábado es porque es un día muy congestionado; sin embargo, para él, termina afectando a mucha gente que decide utilizar el vehículo para hacer diligencias que no puede hacer entre semana. No obstante, también añade que habría que ver cuál es la justificación técnica que tiene la administración de Galán para la toma de decisión.

Asimismo, Orostegui fue enfático en decir que, a pesar de que se han utilizado instrumentos como el Pico y Placa, el parque automotor sigue creciendo, por lo que el modelo estaría motivando la compra de carros eléctricos en la ciudad, los cuales ya son más de 60.000, “pues más gente, para no tener restricciones, está comprando carro eléctrico o híbrido”.

Aplicación de la medida

“Uno no puede tomar decisiones de gestión de la demanda como estas medidas administrativas sin pensar en otras opciones para la movilidad de la mayoría de personas. Hay que trabajar mucho en seguir mejorando el sistema de transporte público y las oportunidades de desplazarse a pie o en bicicleta. O sea, el Pico y Placa solo es una medida dentro de un paquete más amplio de medidas de movilidad”, explicó el docente de la Javeriana.

Con respecto a lo anterior, Hidalgo manifestó que la restricción tuvo o tiene un efecto negativo y es que cuando fue implementada, las personas buscaron opciones para poder seguir viajando en carro y fue entonces cuando los hogares con mayores ingresos compraron un segundo vehículo, o las personas con ingresos menores vieron la oportunidad de viajar en moto, lo que causó un efecto rebote, ya que el parque vehicular siguió creciendo.

En cuando al Pico y Placa Solidario, el experto indicó que puede evolucionarse para hacerlo más efectivo como, por ejemplo: “restringir una zona de la ciudad en donde solo los vehículos que paguen pueden entrar ahí, como actualmente se está implantando en Manhattan, como existe en Londres desde el año 2000 o existe en Singapur desde los años 70. Esa medida tendría mucho más efecto en reducir la congestión, sería un verdadero cobro por descongestión y sería el mejor camino para avanzar en el Pico y Placa más que seguir cambiando números, horas y días, que es lo que hemos hecho hasta ahora”.

Sobre la posibilidad de que el Pico y Placa los sábados sea similar a la medida regional, el director de la organización del Externado indicó que cree que esa medida es factible, dado que en Bogotá el tema de congestión es dramático, debido a que tiene ocho millones de habitantes y el sistema de transporte público no está en las mejores condiciones. 

“Bogotá es una ciudad con más de ocho millones de habitantes que no tiene un sistema de transporte público confiable. La falta de metro es una de las causas fundamentales de la congestión vehicular, porque el sistema Transmilenio no da abasto para transportar a todas las personas”. Por otra parte, para el experto, los ciudadanos debemos ser conscientes de que la restricción vehicular es necesaria mientras no exista un sistema de transporte público realmente masivo como sería el metro, que, tal y como él ve las cosas, “estamos todavía lejos de obtener”.

Apoyando lo anterior, el funcionario de la Sabana aseguró que hay que mejorar el transporte público o de otra manera las personas no dejarán su carro en casa pues, aunque se han probado diferentes modificaciones al Pico y Placa, este con el tiempo termina perdiendo su efectividad.

Para él, lo que hay que “atacar” es el crecimiento del parque automotor, pues la gente sigue comprando carro a pesar de que sabe que puede durar dos horas en un trancón.

“Un tema principal es crear incentivos para que la gente deje el carro en casa, Por ejemplo, si un propietario mueve su vehículo pocos kilómetros, que reciba un beneficio tributario; otro podría ser colocar zonas especiales de Pico y Placa, que son las zonas de mayor congestión vehicular y donde sí amerita un tema de cobro por congestión, como el centro ampliado, pero esta medida en toda la ciudad donde no hay problemas de tráfico sí termina afectando a otros usuarios”.

Pico y Placa para motos

Según Hidalgo, esa una discusión delicada, porque la moto no solo es un vehículo de bajo costo, sino también la manera de movilizarse de personas especialmente con ingresos medios y bajos, así como también una herramienta de trabajo.

Por otro lado, aseguró que “en la medida en que se mejore el sistema de transporte público, se podría pensar en expandir las restricciones, pero más que las restricciones, un sistema de pago por descongestión también para las motocicletas es un tema que merece debate y discusión, pues sí bien las motocicletas son un instrumento de trabajo para muchos o movilizan personas, también generan impactos negativos, sobre todo el más grave, el de siniestralidad”.

Coincidiendo con la teoría anterior, Sarmiento manifestó que la Alcaldía tiene que revisar el tema, porque cada día se incrementa más el número de motos en la ciudad, lo que, “no solamente genera congestión vehicular, sino también aumenta el número de accidentes”.

A su turno, Orostegui manifestó que ya es hora de pensar en un Pico y Placa para motos, pues se está hablando de alrededor de un millón de estos vehículos circulando en la ciudad. “Ya estamos viendo trancones de motos y colocar restricciones, por ejemplo, el día sábado, lo que crea es un incentivo para que la gente compre motos y también haga sus diligencias en ese tipo de vehículos. Entonces hay que saber que cualquier intervención al Pico y Placa crea efectos perversos a los que hay que anticiparse”.