BOGOTÁ FUE reconocida como la entidad territorial certificada con el mejor Programa de Alimentación Escolar (PAE) del país, en la categoría de ciudades capitales. El Ministerio de Educación Nacional otorgó el reconocimiento en la Noche de la Excelencia.
“Hoy estamos recibiendo el reconocimiento al Plan de Alimentación Escolar en la categoría de capitales. Con este premio se está valorando el trabajo de un equipo que ha consolidado uno de los mejores programas de alimentación escolar, el mejor en la categoría de capitales. Esto se debe al esfuerzo que hemos venido haciendo por años desde la Secretaría de Educación del Distrito y que este año se consolidó con el impulso que se planteó el alcalde desde Bogotá sin Hambre 2.0, para que el PAE continúe avanzando en una estrategia de calidad que implica más comida caliente para niños, niñas y jóvenes de la ciudad”, indicó el subsecretario de Acceso y Permanencia, Abel Matiz Salazar, quien recibió el galardón.
Y es que las dimensiones del Plan de Alimentación Escolar son estratosféricas: actualmente esta es una operación logística que se traduce en la entrega diaria de entre 850.000 y 875.000 raciones de comida. Estas cifras, puestas en perspectiva, son el equivalente a alimentar a Villavicencio y a Tunja diariamente.
“El PAE sería la tercera cadena más grande del país, en puntos de venta, después de Frisby y de El Corral. De ese tamaño es un Programa de Alimentación Escolar que, además de preciarse de tener una cobertura universal, está orientando todas sus metas al mejoramiento del aporte nutricional que se le ofrece a los estudiantes, para que los niños, niñas, jóvenes y adolescentes de Bogotá coman a diario, coman bien y reciban los nutrientes necesarios para desarrollarse”, sostuvo Matiz.
Conociendo las metas
El Subsecretario explicó que la Secretaría de Educación tiene dos metas: ampliar la cantidad de comedores escolares, hecho que va atado a las modalidades de comida caliente y refrigerios; y, la otra, es la de aumentar la comida caliente y reducir el número de refrigerios que, aunque supera la norma, es el que menos porcentaje de aporte nutricional tiene.
“La meta es llegar a 242 comedores (esta Administración Distrital arrancó con 212 y ya hay 219). En cuanto al aumento de comida, para hacer las cuentas fáciles, en 2023 sobre un total de 900.000 raciones, se entregaban 600.000 refrigerios y 300.000 raciones de comida caliente (este año se han entregado 315.000 raciones). La idea es incrementar en 170.000 las raciones calientes. Que ese 33% pase a ser un 54% del total de la comida que entrega el PAE”, señaló.
El PAE lleva más de 20 años perfeccionando un servicio del que hoy se beneficia el 100% de la matrícula distrital. El único requisito es estar matriculados y asistir. En este 2024, durante todo el calendario escolar, entregó 875.000 raciones entre refrigerios y comida caliente diariamente.
El Ministerio de Educación Nacional y la Unidad Administrativa de Alimentos para Aprender (UAPA) reconocieron los esfuerzos que la Secretaría de Educación del Distrito (SED) viene haciendo para aumentar el servicio de comida caliente en las instituciones educativas.
Adicionalmente, Bogotá cuenta con 10 cocinas móviles ubicadas en las zonas urbana y rural de la ciudad y 72 de los comedores son centros de producción a través de los cuales se provee el Servicio Integral de Almuerzos Transportados (SIAT) para los colegios que no cuentan con esta infraestructura.
Nutrición y controles
La Resolución 335 de 2020 emitida por la Unidad de alimentos para aprender es la resolución que norma todos los PAE del país y que fijó un mínimo nutricional para los refrigerios del 20%. El Plan de Alimentación Escolar está por encima, con el 22% de aporte. Y, con relación a la comida caliente, el PAE de Bogotá está entregando, en desayunos un 22% y en almuerzos hasta el 30% del requerimiento nutricional.
El PAE ofrece menús balanceados y adaptados a las necesidades específicas de cada grupo etario, desde estudiantes de 3 a 17 años, con ciclos de menús variados que prioriza tanto la diversidad como la aceptabilidad de los alimentos. Hoy todos los refrigerios, desayunos y almuerzos que entrega el PAE cumplen con los requisitos nutricionales establecidos.
“Seguimos trabajando para ofrecer comida más sana, más rica, más nutritiva, brindando una experiencia de calidad mucho mejor porque tenemos claro que un niño que se alimenta y come bien, es un niño que aprende mejor. Un niño con hambre no aprende”, añadió el subsecretario Abel Matiz Salazar, quien recordó que en las zonas rurales de localidades como Usme, Sumapaz, Ciudad Bolívar, Usaquén y Suba se están implementando menús que responden a las tradiciones gastronómicas de diversos grupos poblacionales.
Además del control que le hace la Secretaría de Educación al PAE, hay dos firmas externas interventoras contratadas: una de comida caliente y otra de refrigerios. Ellos revisan las entregas, las porciones, la preparación de la materia prima, los gramajes (A, B, C y D, dependiendo de la edad de los niños), que los menús estén estandarizados, etcétera. Además, dos veces al año, la Secretaría realiza una encuesta de percepción con los estudiantes para saber qué es lo que más les gusta.
El Plan de Alimentación Escolar de Bogotá tiene 44 menús (22 desayunos y 22 almuerzos) que van rotando cada cuatro semanas. Una vez al mes se da un menú especial a los niños como arroz con pollo. Adicionalmente, como la capital es una mezcla de toda Colombia, comunidades diferenciales y étnicas se han concertado sabores propios de las comunidades para toda la matrícula, sin segregación.
“Otro diferencial enorme, pero silencioso, es el componente pedagógico. Tradicionalmente, los PAE entregan y distribuyen comida. En Bogotá, el Plan de Alimentación Escolar incorpora un componente pedagógico muy fuerte que le enseña a comer a los niños, niñas y adolescentes. En ese orden de ideas, el PAE tiene otra figura supremamente importante: los promotores de bienestar. Estamos hablando de alrededor de 380 personas en cada una de las instituciones educativas, rotando por cada una de las sedes, haciendo actividades pedagógicas para que los niños aprendan sobre alimentación nutritiva, entre otras cosas”, concluyó el funcionario.