El mandatario Gustavo Petro emitió comentarios críticos sobre la prematura instalación de las negociaciones con las disidencias de 'Mordisco', desde la Escuela General Santander, en Bogotá, destacando su cuestionamiento a la efectividad de las conversaciones para lograr la paz en Colombia.
En una ceremonia en la que conmemoraba el aniversario número 132 de la Policía Nacional, el presidente Gustavo Petro se refirió a la reciente suspensión de las conversaciones con el Estado Mayor Central de las Farc, describiendo la instalación de las conversaciones como "prematura".
El mandatario expresó sus dudas sobre la efectividad de las conversaciones, señalando que la operación militar previa para recuperar áreas controladas por las disidencias planteaba interrogantes sobre el momento adecuado para el inicio de las negociaciones: "Decidimos una operación contra esa fuerza, conquistamos las cumbres, las posiciones dominantes. Con el Estado Mayor Central vino una negociación política, quizás prematura en mi opinión, porque se les propuso en lugar de entrar al poblado disparando, que lo abandonaran".
El presidente subrayó la necesidad de reflexionar sobre el costo humano y social de la lucha contra las disidencias y la producción de cocaína en Colombia. Cuestionó si valía la pena el sacrificio de vidas humanas en una economía controlada por narcotraficantes extranjeros, destacando que el dinero generado no se quedaba en Colombia, sino que alimentaba el sistema financiero mundial: "¿Vale la pena? ¿Vale la pena tanta muerte por nada? ¿Vale la muerte, vale la pena morir por ser simplemente un sirviente de un narcotraficante ruso? ¿O europeo? ¿O holandés? ¿O estadounidense? ¿Vale la pena la destrucción de Colombia en una economía en donde apenas somos los sirvientes? Las sirvientas de una cadena codiciosa en busca del dinero que no se queda en Colombia sino que se queda en el sistema financiero mundial."
El mandatario también se refirió a lo que llamó un "fortín" de la economía ilícita en regiones como el Valle del Micay y el Plateado, donde la presión de la comunidad local llevó a la retirada de la Fuerza Pública. En un llamado a las disidencias, el presidente instó a elegir un camino diferente, como el del sacerdote Camilo Torres Restrepo, quien fundó la facultad de sociología de la Universidad Nacional, en lugar del camino de Pablo Escobar.
Además, resaltó la complejidad de la cocaína como producto de exportación y enfatizó que Colombia no controla su mercado global, beneficiando a multinacionales en lugar de a los campesinos locales: "Colombia no es la dueña del mercado de la cocaína; ahora son multinacionales. Colombia se queda con lo peor: sobreexplotación de los campesinos que no reciben ni una mínima parte de lo que vale esa cocaína los Estados Unidos en Europa en Rusia o en China."
Petro abordó la complejidad de la cocaína como producto de exportación y señaló que Colombia no controla su mercado global, beneficiando a multinacionales en lugar de a los campesinos locales. Concluyó su mensaje con una pregunta retórica dirigida a los grupos armados incumplidores de los compromisos de paz: "¿Vale la pena tanta muerte por nada? ¿Vale la pena morir por ser simplemente un sirviente de un narcotraficante ruso? ¿O europeo? ¿O holandés? ¿O estadounidense?"