En la noche del 28 de noviembre, la comunidad de Guamal, en el departamento del Meta, se vio envuelta en un acto de violencia colectiva contra Wilton Sáenz, quien ha sido señalado como el principal sospechoso del asesinato y abuso sexual de Sara Camacho, una niña de cinco años.
Los habitantes incendiaron una motocicleta del sospechoso luego de que se conociera el dictamen del Instituto de Medicina Legal de Bogotá. En este informe, se reveló que se encontraron fluidos masculinos en las prendas de la menor y en la colchoneta donde fue asesinada, lo que ha llevado a intensificar las sospechas sobre Sáenz.
La indignación popular se ha manifestado en un contexto donde la violencia contra los niños es un problema persistente en Colombia, lo que ha generado un llamado a la justicia y a la protección de los más vulnerables.
El caso de Sara Camacho ha resonado profundamente en la sociedad colombiana, generando un debate sobre la seguridad infantil y la necesidad urgente de reformas en el sistema judicial. La comunidad exige respuestas rápidas y efectivas por parte de las autoridades para garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias legales adecuadas.
El caso:
Sara Camacho, una niña de cinco años, fue encontrada sin vida en su hogar en la vereda Santa Bárbara, Guamal, Meta. Su cuerpo estaba envuelto en sábanas, lo que genera alarma y preocupación entre los vecinos y las autoridades locales.
La situación fue reportada por su padrastro, Wilton Sáenz, quien llamó a la Policía para informar sobre el hallazgo.
El 21 de noviembre de 2024 se inició la investigación por parte de las autoridades competentes. Las primeras indagaciones revelan que la niña había sido reportada como desaparecida antes de ser hallada muerta.
Tras el resultado de Medicina legal, el hombre fue capturado por las autoridades como el principal sospechoso del crimen. Fue trasladado a un centro de reclusión en Villavicencio, lugar donde será presentado ante la justicia.