De ser aprobada por el Congreso de la República la figura podría comenzar a aplicarse en 2021
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La forma en la que Bogotá se encuentra conectada con toda su región circundante siempre ha sido un dolor de cabeza para la Administración distrital, precisamente porque hay una carencia de conectividad que se ha convertido en una deuda histórica de la capital del país con el departamento en el que se inscribe.
Ante esta necesidad de articulación y de conectividad, ayer la bancada por Bogotá radicó ante la Cámara de Representantes un proyecto de acto legislativo que le daría vida a una figura política que permita la eventual creación de la Región Metropolitana de la Sabana.
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Dicha Región, que se constituiría como un espacio de carácter especial, de superior jerarquía y que permitirá una adecuada planeación de Bogotá y de la región en la que se circunscribe, ha sido un proyecto legislativo que ha fracasado en varias ocasiones. No obstante su autora, la representante a la Cámara, Juanita Goebertus, le explicó a EL NUEVO SIGLO, porque en esta ocasión este acto legislativo podría ver la luz del día.
Este tema, que ha sido reiterado en varias ocasiones por el alcalde Enrique Peñalosa como uno de los problemas más serios no solo de la región sino del país, tiene que ser resuelto. “Es urgentísimo para la competitividad de Bogotá y Colombia”, manifestó el Burgomaestre hace algunos meses.
Y en la misma página está el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, quien a comienzos de este año, cuando aún no se había materializado el Regiotram, señaló lo siguiente: “Yo creo que la integración metropolitana se debe dar. Para mí es como un matrimonio sin capitulaciones, con entrega absoluta de autonomía por parte de los municipios y de recursos del Distrito, por lo que debe haber confianza”.
Por una parte, de acuerdo con la congresista del partido Alianza Verde, este fue un proyecto concertado a través de todo este primer año de legislatura entre los 18 representantes por Bogotá y los siete representantes por Cundinamarca. “Aún estamos recogiendo firmas pero ningún representante ni de la capital ni del departamento ha expresado sus reservas al proyecto”, puntualizó Juanita Goebertus.
Factores diferenciadores
Adicionalmente, de acuerdo con la autora de la iniciativa, la razón clave por la que en estos momentos este proyecto podría surtir todo el trámite legislativo se debe a que, en su contenido, se encuentra incorporada la gobernación de Cundinamarca, es decir que esta reforma plantea una alianza que reconoce la participación del departamento.
Lo que tradicionalmente se ha tratado de hacer ha sido la de replicar la figura de área metropolitana, que existe y ha funcionado para otros lugares de Colombia, pero que para la Sabana de Bogotá no ha parecido funcionar.
Un área metropolitana es una unión entre municipios que no permite la participación de la Gobernación y que requiere para su conformación, de una votación a través de una consulta popular. Estos dos factores han sido fundamentales en el bloqueo porque si Cundinamarca no hace parte de esta relación, históricamente se opondrá a este tipo de proyectos, y porque el peso poblacional tan dividido que existe entre Bogotá y los municipios ha hecho que la consulta favorezca a la capital por su peso poblacional.
En este sentido, el de ayer fue un acto que crea una nueva figura de región metropolitana en vez de área metropolitana, que no exige el paso de la consulta popular; y por último, plantea la creación a nivel constitucional de un Concejo Metropolitano de la Sabana, “en donde van a tener participación todos los municipios, incluyendo a Bogotá, y la Gobernación del departamento. Esa lógica gana-gana es lo que nos va a permitir en esta ocasión que seamos exitosos”, añadió la Representante.
El trámite legislativo
Este es un proyecto de reforma constitucional que tomará ocho debates. “Como esta es una nueva figura, implica una creación constitucional. El siguiente paso es una ley orgánica, que seguramente sería tramitada en la segunda mitad del 2020, y luego con el impulso de la bancada y ojalá que de manera multipartidista, poder sacarlo adelante. Es decir que esta figura podría comenzar a aplicarse en 2021”, puntualizó Goebertus.
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Obviamente, aclaró, estos procesos van de la mano de la creación de hechos regionales, es decir que Bogotá y los municipios de Cundinamarca deberán pensar de manera colaborativa, colectiva y regional para tener lógicas gana-gana entre la capital y sus aledaños.
“Esas acciones de colaboración no se van a ver obstaculizadas por el trámite del proyecto y por el contrario lo que permitirán es tener una estructura legal suficiente para que avancen estos proyectos y más o menos en el curso de un año y medio estar poniendo en marcha la figura constitucionalmente creada”, apuntó la congresista.
Beneficios de una Región Metropolitana
Según Goebertus, hay básicamente cuatro grandes temas en los que la existencia de una Región Metropolitana de la Sabana será clave. Por una parte, está el tema de ordenamiento territorial.
En la práctica Bogotá y la Sabana ya son una región, ya son una sola cosa, “pero no nos hemos planeado como una sola cosa, y no tenemos una visión conjunta de ordenamiento con los distintos municipios para decidir los usos del suelo”, dijo la congresista.
Lo mismo ocurrirá, dijo la autora del proyecto, con temas como los de movilidad porque no hay una visión de transporte, de servicios públicos y de medio ambiente.
“En general deberíamos, por ejemplo, pensar en una agencia regional de servicios públicos. El tema de gestión ambiental y de residuos sólidos es algo en lo que necesitamos pensar y de manera conjunta. ¿Cómo nos deshacemos de esos residuos? Como región nosotros producimos casi el 28% de los residuos sólidos de todo el país y no nos estamos pensando articuladamente en cómo disponer de los mismos” dijo Goebertus.