De acuerdo con Andrés Calderón, director (e.) del Instituto Distrital de Turismo (IDT), en estos momentos el Distrito tiene la inversión más alta de los últimos años para incentivar este rubro de la economía: $25.000 millones para este 2019.
Con programas para fomentar el turismo internacional y por supuesto local, el IDT ha trabajado para que los mismos bogotanos, que en ocasiones pasan la ciudad de largo, aprendan a apropiarse de ella.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo se posiciona Bogotá en relación a otras ciudades en materia de turismo a nivel nacional?
ANDRES CALDERÓN: Lo primero que hay que decir es que, desde que se lanzó el Índice de Competitividad Turística en 2015, que mide cual es el destino turístico del país, Bogotá ha estado en el primer lugar y creo que este año no va a ser la excepción. Lo sabremos a finales de este mes o a principios de noviembre.
ENS: Entre 2017 y 2018 se pasó de los 10 millones de turistas a los casi 13 millones, ¿cómo se explica este incremento en el número de turistas?, ¿qué está haciendo bien Bogotá?
AC: Yo creo que hay una serie de cosas muy importantes que se han venido haciendo y que tienen que ver con nuestra estrategia de comunicaciones, por una parte, y con una estrategia general de promoción. Y digo que es general porque no nos hemos enfocado a un solo producto que tiene Bogotá para ofrecer, sino para todos. Entonces promocionamos la bicicleta a través del turismo urbano; los museos a través del turismo cultural; y por supuesto el centro histórico, la gastronomía y la naturaleza.
Por otra parte, nosotros hemos capacitado a miles de operadores turísticos. Teníamos una meta inicial de capacitar y fortalecer a 16.000 personas en apropiación de ciudad, en cultura turística, y creemos que este año llegaremos a las 20.000 personas en apropiación y cultura turística. Y son personas que hacen parte de toda la cadena de valor (transporte, hotelería, guías turísticos).
Valor agregado
ENS: De todas esas cosas, ¿cuál es el valor agregado de Bogotá?, ¿qué tiene la capital que no tenga Cartagena, Medellín o el Eje Cafetero?
AC: Yo creo que la palabra se resume en diversidad… De todo. Nosotros tenemos una de las gastronomías más importantes de Latinoamérica. Cuando a uno le hablan de los tacos, uno inmediatamente piensa en México.
A uno le hablan de paella y uno automáticamente se va a España, o ceviches y uno se va a Perú. Pero cuando dicen Bogotá, tal vez nosotros no tenemos ese producto de identidad (aunque tenemos el ajiaco), pero la calidad del ceviche, de la paella y de los tacos que se puede comer en Bogotá es única.
Entonces la gente viene y se encuentra con toda una diversidad que ocurre y se concentra en Bogotá y por supuesto eso ha hecho que se convierta en uno de los atractivos. En ese sentido yo creo que uno de los ejemplos más claros ha sido el de la naturaleza y también el turismo religioso.
ENS: ¿Cuál es el atractivo turístico de la naturaleza de Bogotá?
AC: Uno mira a una ciudad como esta, que es extremadamente urbana, con edificios, con oficinas, negocios, eventos, conferencias, sin sol, sin playa, sin ningún atractivo turístico identificado como el Parque Nacional de Chicamocha; uno piensa: Bogotá no tiene grandes virtudes como el paisaje natural del Eje Cafetero, que además fue declarado por la Unesco como patrimonio de la humanidad… No tenemos eso y los mismos bogotanos lo sienten así.
Pero, ¿qué tenemos? Tenemos algo que no tienen muchas otras ciudades: uno va por la Carrera Séptima y en cinco minutos está en los Cerros Orientales en donde encuentras senderismo, avistamiento de aves, biciturismo no urbano, actividades deportivas… Encuentras toda una diversidad de actividades a cinco minutos del plan más urbano. No tienes que desplazarte por horas para vivir la naturaleza y disfrutarla de una manera responsable y sostenible. Entonces la diversidad de escenarios, de planes, de paisajes, de gastronomía tan impresionante, eso se encuentra en Bogotá.
ENS: Usted mencionaba que el turismo religioso es otro ejemplo de la diversidad de planes que ofrece Bogotá, ¿de qué manera?
AC: En la capital cuando hablamos de turismo religioso necesariamente tenemos que hablar del Cerro de Monserrate y la gente tiende a pensar que eso es todo. Pero también está San Agustín, San Diego y una cantidad de iglesias católicas que convocan mucho. Y, nuevamente, no es solo católico. Tenemos templos mormones, grandes congregaciones cristianas, mezquitas. En Bogotá hay verdadera diversidad de cultos y eso también se ha reflejado en el turismo.
ENS: Corríjame si me equivoco: ¿Uno podría pensar que el biciturismo comenzó con esta Administración o venía de antes?
AC: Este sábado vamos a hacer un evento en Ciudad Bolívar que se llama Down Hill, en donde tenemos el Transmicable. Tendremos unos expertos que bajarán desde Manitas y bajarán por toda la localidad para representar lo que está pasando en esa localidad con el uso de la bicicleta.
Con Enrique Peñalosa comenzaron muchas cosas en su primera administración que en esta se consolidaron como las ciclorrutas, hoy tenemos más de 550 Km y eso es una revolución. Esta Alcaldía ha querido entregarle a la ciudad bienestar y lo ha hecho a través de la bicicleta.
Las inversiones
ENS: Hablemos de inversión, ¿cómo ha sido la inversión de esta Administración para fomentar el turismo en Bogotá?
AC: Hemos tenido un crecimiento en materia de presupuesto muy interesante. Yo creo que el presupuesto más alto en la historia del Instituto Distrital de Turismo ha estado concentrado en este 2019 y es uno que todavía estamos ejecutando. El de este año es de $25.000 millones, y como te decía, es el presupuesto más alto que el Distrito ha tenido para este rubro.
Este se ha dividido en funcionamiento y en inversión, y en este último hemos estado creciendo. Subimos de tener $8.000 millones en 2015, a tener alrededor de $13.000 millones entonces, la apuesta del Alcalde ha sido muy fuerte porque es mostrar lo que somos y generar apropiación en los bogotanos frente a su ciudad.
Y eso que nosotros somos una de las entidades más pequeñas en presupuesto, conjuntamente con Patrimonio, pero creo que lo que ambos hemos hecho ha sido inmenso.
ENS: El IDT también ha sido noticia por sus temas de responsabilidad social, ¿cuál es el más significativo?
AC: Por ejemplo nosotros vamos con empresas del sector turístico y las formalizamos. La vulnerabilidad de los derechos de los niños y la explotación sexual y laboral es algo en lo que hemos avanzado un montón.
Hemos capacitado en lenguaje de señas conjuntamente con la Secretaría de Integración Social y hemos repotenciado el programa de colegios amigos del turismo. Este programa se ha enfocado en apropiación de ciudad. Tenemos 36 colegios a los que les hacemos recorridos y eventos turísticos para que amen su ciudad y así aprendan a cuidarla, a respetarla. Porque uno como bogotano pasa desapercibido la ciudad.
ENS: ¿Cómo describiría esta ciudad?
AC: En Anato hicimos una medición y le preguntamos a la gente cuál es la percepción que tiene de la ciudad. La gente, en colores, identifica a la ciudad con el color azul. En imágenes, la identifica con edificios, Monserrate y Transmilenio. Y con palabras la describieron con: cultura, diversidad y frio. Ahora, si yo tuviera que definir mi ciudad, diría que Bogotá es una ciudad de altura, innovadora y que lo ha demostrado, le ofrece oportunidades a todo el mundo.