Las negociaciones del 23 de enero en Astaná entre gobierno y rebeldes sirios, auspiciadas por Rusia, Turquía e Irán, deben "consolidar" el alto el fuego en Siria y abrir la vía a una solución política del conflicto, anunció este martes Moscú.
Estas conversaciones, previstas el lunes en la capital de Kazajistán, son las primeras desde la muy importante victoria del presidente sirio Bashar Al Asad en Alepo, segunda ciudad de Siria, reconquistada íntegramente por sus tropas apoyadas por la aviación siria y las milicias iraníes.
Rusia e Irán, aliados de Damasco, y Turquía, que apoya a grupos rebeldes sirios, anunciaron el 29 de diciembre un alto el fuego en Siria y convocaron para el 23 de enero estas negociaciones en Astaná en busca de una solución a la guerra en Siria.
Con ello se confirma la creciente influencia de Moscú y Teherán en el conflicto sirio, así como la de Turquía.
Por primera vez desde el inicio del conflicto sirio en 2011, Estados Unidos no juega un rol de "padrino" de negociaciones, aunque la diplomacia rusa destaca que sería "justo" que la nueva administración estadounidense de Donald Trump fuera invitada a Astaná.
El sábado, el equipo de transición del presidente electo había confirmado que fue invitado, y dio a entender que ninguna respuesta había sido enviada aún.
Si las conversaciones de Astaná tienen éxito, ello podría abrir la vía a negociaciones bajo los auspicios de la ONU el 8 de febrero en Ginebra.
Moscú está elaborando la lista de los participantes. Por el momento se sabe que habrá representantes de Rusia, Irán y Turquía, que apadrinan el proceso, y emisarios de Damasco, así como de los grupos rebeldes y de la ONU.
- Tregua globalmente respetada -
En conferencia de prensa, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, fijó las prioridades.
"Uno de los objetivos del encuentro de Astaná es ante todo, evidentemente, consolidar el régimen de alto el fuego", declaró Lavrov. Esta tregua, globalmente respetada, no se aplica a las zonas controladas por el grupo Estado Islámico y por el grupo Fateh Al Sham (ex Frente Al Nusra, Al Qaida en Siria).
Sin embargo actualmente se libran combates en la región de Wadi Barada, cerca de Damasco, crucial para el suministro de agua de la capital.
El segundo objetivo, según Moscú, es "iniciar la participación de los jefes de los combatientes en el proceso político".
"Estimamos que los jefes de los combatientes en el terreno deben participar (en el proceso político) y no hay que limitar la lista a los grupos que firmaron el 29 de diciembre" el acuerdo de alto el fuego, precisó Lavrov. "Los que quieran unirse deben poder hacerlo".
Los principales grupos insurgentes, sobre todo Jaish al Islam (El ejército del islam), han anunciado su participación en las negociaciones, respaldadas por el régimen de Asad y por el Alto Comité de las Negociaciones (HCN), que reagrupa a gran parte de la oposición siria.
Mientras tanto, en el terreno militar en Siria, los yihadistas del EI fragilizaron las posiciones del ejército al aislar el aeropuerto militar del resto de los barrios gubernamentales de la ciudad de Deir Ezor, en el este del país.