Espurio
Es verdaderamente desconcertante la cantidad de fiascos diplomáticos que acumula el Gobierno Santos.
Al empeñarse en actuar a contracorriente del interés nacional para satisfacer ilusiones y obsesiones personales, el país se ha visto sometido a la voluntad de la Alianza Bolivariana cuando va y negocia con terroristas en la Isla de la familia Castro, o cuando ignora no solo a los soldados caídos sino a los ciudadanos colombianos ultrajados en la frontera con Venezuela.