Columnistas | El Nuevo Siglo

Errores politiqueros

 

La  politiquería puede conducirnos al peor de los errores frente al fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. La CIJ dejó en tela de juicio su prestigio, ante un mundo que la consideraba ecuánime e impoluta para fallar con justicia, no para crear conflictos, en zonas de paz.

Aprovechar aquí situaciones como esta, para hacer política opositora, es un craso error de dirigentes que no se resignan a estar por fuera del poder. Son errores politiqueros.

Anti-garantías para la infancia

 

Hay  cosas que me sacan la piedra. Por ejemplo, el expresidente colombiano para quien el “ex” resulta imposible de sobrellevar con dignidad.

En Estados Unidos el tema produce decepción; a mí no, porque estaba cantado. Simplemente dejo constancia del malestar que me produce, y por hoy, no le gasto más renglones.

”Medellinizar”

 

Tremendo  alboroto ocasionó la desatinada expresión del Comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, cuando al regresar  de  ciertos barrios de la capital, usó la expresión  “medellinizar” aludiendo al clima de violencia que empieza a vivirse en dichas zonas de la ciudad.

Soberanía popular

 

Con  la Revolución Francesa de 1789 el mundo occidental dio por llamar soberanía nacional a lo que tres siglos antes Francisco Suárez denominaba el poder natural de la comunidad política.

Nótese que los revolucionarios galos inicialmente hablaron de soberanía nacional denotando que era la naciente nación francesa la que ostentaba el máximo poder político, que no la supremacía divina del Creador.

El Petro caos (6)

 

Bogotá  se volvió una ciudad hostil, agreste, desordenada, maloliente, sin doliente. A nadie le duele lo que sucede en la ciudad. Como a nadie le duele, sus habitantes prefieren dejar las cosas así. “Mire, deje así”. “No discuta, mijo”. La rancia y frívola sociedad bogotana es  muy dada a opinar, discutir, debatir. Pero a la hora de actuar, nanay cucas. Y al que actúa o propone algo osado como la revocatoria de Petro, le caen encima.

Marca Colombia

 

Los  típicos sobreros cordobeses y sucreños se convirtieron en símbolo para exigir la expedición y cumplimiento, de uno de los más importantes programas de protección mínima, que se requiere frente al comercio exterior.

Ratificaron en menos de 15 días, que seguirán siendo emblema de una parte de la identidad regional de Colombia y sello de defensa de la pequeña y mediana industria nacional.