Columnistas | El Nuevo Siglo

¿Auto-pena de muerte a ancianos?

 

En una nueva incoherencia de pensamiento y de actuaciones, en un país que dice estar caminando hacia la paz y haciendo de dicho asunto una política de Estado, en un país que se reclama respetuoso de la vida de los seres humanos, ahora el Legislativo abre un nuevo debate que va en contravía de todo lo anterior.

Un caos humano

 

En el trasfondo de las noticias surgen sombras marcadas que obligan a mirar con lupa la cadena de acontecimientos en el país, para medir la incidencia y sus efectos en la ciudadanía.

Tood Howland, delegado de Naciones Unidas para la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, afirmó que la situación de Buenaventura es comparable  con el Congo. 4 mil desplazados por la violencia de todos los frentes están en condiciones no menos que deplorables.

¡Verdad, solo la verdad, toda la verdad!

 

El Fallo de C.I.J.

 

La sentencia proferida por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que puso fin a un pleito de once años planteado por Nicaragua, está en firme, y es obligatoria para las partes, es definitiva y es inapelable.

Salud mental

 

Los salones de belleza y los bares reemplazan los consultorios de los médicos del alma e, incluso, los confesionarios.  Las angustias se ahogan  entre el maquillaje, el alcohol y la fe. El discurso de posesión del presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, Juan Carlos Rojas Fernández, llama la atención al respecto:

Catalina Escobar, héroe CNN

 

Catalina Escobar, la colombiana que este año ha sido nombrada entre los 10 Héroes CNN-2012, es ante todo una mujer valiente con un enorme corazón.

La Insignia

 

El título es de Julio Ramón Ribeyro, genio peruano del cuento, que narra la historia de un personaje que en un pequeño basural halla una extraña insignia de plata que recoge, limpia y algún día decide ponerse. Simplemente por eso llega a presidir una organización de la que nunca se entera a qué se dedica, o “cuál es su sentido”.

El misterio de las catedrales

 

Sin duda alguna no se  hace aquí referencia al magnífico libro de Fulcanelli sino a dos situaciones igualmente sugerentes en dos momentos iguales pero a la vez diferentes en la historia colombiana.