Si bien Colombia siempre ha sido señalado como un país que tiende a sufrir de lo que los expertos llaman “inflación legislativa”, lo cierto es que así como hay sobreproducción de leyes para regular determinados aspectos políticos, económicos, sociales e institucionales, también existen otros campos en donde se hace evidente que la normatividad vigente está desueta o simple y llanamente no cumple con el objetivo disuasivo ni sancionatorio que debería.