En tono firme el presidente del Senado, Iván Name, respondió ayer al presidente Petro por su anuncio de que impulsará una constituyente porque, según el Mandatario, el Legislativo se niega a aprobar sus reformas. El Parlamentario invitó al Jefe del Estado a seguir el camino institucional, y por ello lo invitó a que traiga el proyecto para convocar la asamblea nacional, y que no busque otros caminos, dijo, como es desde ahora llamar a la población a los cabildos abiertos.
“Traiga aquí señor Presidente la ley que convocaría una asamblea nacional constituyente, como es un mandato constitucional. No se invente caminos que no aceptamos, no envilezca la democracia colombiana. Usted recibió de ella un mandato”, enfatizó Name ante la plenaria del Senado.
Añadió que “tengo que decirle que esperamos la vía de las instituciones para tramitar las ideas”. Subrayó Name que “quién ha dicho que las reformas no se han ido estudiando, quién ha dicho que la Comisión Séptima (Senado) no está en el tema de la reforma a la salud, quién ha dicho que esta plenaria no acaba de levantar los impedimentos para estudiar la reforma pensional”.
Dijo también la cabeza del Congreso que “es de suma gravedad que el Presidente de Colombia haya planteado literalmente un golpe de mano institucional”.
Agregó que “no se trata de interpretaciones doctrinarias ni de evocaciones, ni sentimientos, ni interpretaciones doctrinarias. Y no tengo más remedio que responder con firmeza que este no es un Congreso genuflexo y que no está dispuesto a aceptar que del Presidente de la República provenga una amenaza a la democracia y al Congreso de la República”.
Puso el acento el Presidente del Senado que se amenaza la democracia “porque desconocer la institucionalidad en primer término es ir contra ella, y al Congreso porque ha sido muy claro de manera equivocada, errática y desvariada del señor Presidente el plantear una asamblea nacional constituyente por la vía de los cabildos y de los comités, y no por la vía de la Constitución que prescribe un camino fino y expreso”.
Responde el Gobierno
El ministro del Interior, Luis Velasco, intervino en la plenaria del Senado para defender la constituyente y responder a las palabras del Presidente del Senado.
Sostuvo que la constituyente “no significa una amenaza, entre otras cosas, porque el señor Presidente ha sido muy claro: si aquí tenemos que analizar los alcances de una Asamblea Nacional Constituyente que no será ni para suplantar ni para terminar la Constitución del 91, que es una obra que todavía está por desarrollarse, sino para complementar algunas acciones”.
El Ministro defendió también los cabildos abiertos que convocó Petro para ir ambientando en las calles la asamblea nacional constituyente que pretende.
“El ejercicio de asambleas populares de cabildos abiertos lo acepta la Constitución”, dijo Velasco, y a renglón seguido indicó que por esa vía “a lo mejor la conclusión será que no necesitamos reformas constitucionales sino destrabar lo que está”.
Petro plantea puntos
El jefe de Estado durante un encuentro el sábado anterior en Cali con sectores sociales e indígenas, abrió la puerta a una asamblea constituyente.
“Si las instituciones que hoy tenemos en Colombia no son capaces de estar a la altura de las reformas sociales que el pueblo, a través de su voto, decretó, demandó y mandó y ordenó, entonces no es el pueblo el que se va arrodillado hacia su casa derrotado. Son las transformaciones de esas instituciones las que se tienen que presentar, no es el pueblo el que se va, es la institución la que cambia”, dijo.
Agregó que “por tanto, si esta posibilidad de un Gobierno electo popularmente, en medio de este Estado y bajo la Constitución de Colombia, no puede aplicar la Constitución porque lo rodean para no aplicarla y le impiden, entonces Colombia tiene que ir a una
Asamblea Nacional Constituyente”.
El mandatario hizo ayer algunas precisiones sobre lo que tiene en mente: “El proceso constituyente convocado no es ni para cambiar la Constitución del 91 ni para perpetuarme en el poder”, sostuvo.
En ese sentido propuso ocho puntos que se discutan en este proceso constituyente: 1. El cumplimiento del acuerdo de paz, que incluye una reforma agraria; 2. Condiciones básicas para la población mayor, como salud y renta; 3. Educación pública; 4. Cambio climático y descarbonización de la economía; 5. Priorizar empleo y producción; 6. Reordenamiento territorial; 7. Separar la política de la financiación privada; Reforma a la justicia.
Llamado de los gremios
El Consejo Gremial, que reúne a más de una treintena de los más importantes gremios del país, indicó ayer en un comunicado que “la Constitución vigente hoy en día en Colombia permite adelantar todas las reformas y desarrollos sociales que requiere nuestra sociedad, razón por la cual consideramos innecesario pensar en una asamblea nacional constituyente”.
Por ello, pidió “fortalecer los mecanismos vigentes hoy en día por el Congreso y el posterior control de la rama judicial para llevar a cabo esas discusiones y tomar decisiones”.
En tanto que el presidente de Fenalco, Jaime Cabal, afirmó “los colombianos elegimos en las urnas un Congreso como garante de la democracia y la institucionalidad en representación del pueblo, que somos todos. El hecho de que no aprueben las reformas presentadas, no quiere decir que vaya en contravía de lo que quieren los ciudadanos”.
Alerta de expresidentes
En el campo político se sumaron ayer más reacciones a la intención del presidente Petro de llevar a cabo una constituyente.
El expresidente Iván Duque dijo que “mucho cuidado, quieren constituyente para prolongar el periodo presidencial y perpetuarse. No quieren convocarla con los mecanismos constitucionales porque no tienen ni las mayorías ni el tiempo. Quieren hacer piruetas apelando a mecanismos extraordinarios para dividir y confrontar al país”.
Mientras que 24 exjefes de Estado participantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) respaldaron una declaración en donde se refirieron a la iniciativa del presidente Petro de convocar una constituyente. Alertaron sobre “la deriva autoritaria que podría significar tal planteamiento a la luz de las experiencias del Socialismo del Siglo XXI en Venezuela (1999), Bolivia (2006) y Ecuador (2007-2008)”.