Feminicidios no pueden combatirse únicamente desde lo judicial | El Nuevo Siglo
FRENTE al presunto caso de feminicidio de la campeona mundial de patinaje, Luz Mery Tristán, el ente de control reiteró su preocupación por las alarmantes cifras en el país.
Procuraduría
Martes, 8 de Agosto de 2023
Redacción Política

DURANTE la madrugada de este domingo la campeona mundial colombiana de patinaje, Luz Mery Tristán, de 60 años, fue asesinada a tiros en la zona rural del oeste de Cali. Tras recibir cinco impactos de arma de fuego, la Policía detuvo al responsable que podría tratarse de su compañero sentimental.

Los incidentes aparentemente tuvieron lugar dentro de su vivienda, en un complejo residencial situado en la carretera que conecta Cali con el cerro de Cristo Rey. De acuerdo a la información proporcionada por las autoridades correspondientes, el presunto asesino es un empresario, quien al parecer estaba en estado de alicoramiento.

“Lamentamos mucho este posible femicidio, la pareja sentimental fue capturada porque sería el presunto responsable de este crimen, el hombre se encontraba en estado de alicoramiento”, informó Jimmy Dranguet, secretario de seguridad de Cali.

La investigación se encuentra en manos de la Fiscalía, que determinará si el caso será catalogado como feminicidio. Ante este suceso, EL NUEVO SIGLO consultó con expertos la razón por la que los feminicidios no disminuyen pese a que en Colombia se han aumentado las penas.

Yamile Roncancio Alfonso, abogada y directora de la Fundación Justicia Para Todas, antes Fundación Feminicidios Colombia; sostuvo que cuando se redactó la ley Rosa Elvira Cely la finalidad no era aumentar las penas pensando que esa iba a ser una forma de reducir el fenómeno.

“Realmente el feminicidio es una respuesta que no solamente se da desde el derecho penal, sino que es una ley que tiene bastantes artículos y que establece o reafirma el compromiso que tiene el Estado colombiano para prevenir, investigar y sancionar las violencias contra las mujeres que se deriva de las convenciones internacionales que hemos suscrito, pero adicionalmente unos estándares internacionales de investigación y un sistema de información con el que todavía no contamos”, sostuvo.

La directora explicó que una de las razones por las cuales ha sido difícil o no se ha logrado la disminución de los casos de feminicidio, corresponde a que no hay un diagnóstico certero, mismo que según su percepción va más allá de decir cuántos casos se presentaron en un año.

“Simplemente son las cifras de cuántas y cuántos años tienen sin ningún análisis transversal y que incluya los enfoques que se requieren para determinar cuáles son las causas. No es posible combatir una problemática que es generada por una parte de la población exigiendo a la otra parte de la población, que es víctima, que solucione el problema”, advirtió.

Colombia no puede ser indiferente

La Procuraduría General de la Nación manifestó su total rechazo ante el asesinato de Luz Mery Tristán, por lo que el Ministerio Publico adelantará seguimiento al accionar de las autoridades competentes en el esclarecimiento de los hechos y garantía de acceso a la Justicia; por esta razón asignará agencia especial para la intervención penal, en el trámite de judicialización e investigación.



El deplorable hecho se suma a las tantas denuncias de casos de muchas mujeres víctimas en el país, cifras que vienen siendo alertadas por la Procuraduría, especialmente en el Valle del Cauca y Antioquia, departamentos que registran las cifras más altas de violencias de género y feminicidios en lo corrido del año 2023.

Según el Reporte Dinámico de Feminicidios Colombia, entre el 1 de enero y el 3 de julio de 2023, se han registrado 320 casos de feminicidios en el país, de los cuales 23 fueron en Antioquia y 18 fueron víctimas de este delito en Valle del Cauca, cifra a la que lamentablemente se sumaría el caso de la patinadora Luz Mery Tristán.

Asimismo, de acuerdo con lo reportado por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 1.608 casos de violencia intrafamiliar (802 en el contexto de pareja) se han registrado en el departamento del Valle del Cauca, y se han practicado en el año, 367 exámenes médico legales a mujeres, por presunto delito sexual. En Antioquia, el reporte registró 1.572 casos de violencia intrafamiliar (943 en el contexto de pareja) y 342 exámenes a mujeres por presunto delito sexual en el mismo periodo.

Frente al feminicidio de la deportista y las inquietantes cifras que se engrosan cada día en Colombia, el ente de control enfatizó en las acciones de prevención de estas violencias, confirmando que en el año 2023 ha remitido a las Personerías Municipales, 410 alertas por riesgo de feminicidios a nivel Nacional, 44 en Antioquia y en 10 alertas en Valle del Cauca.

Finalmente, la Procuraduría reiteró su llamado a la sociedad por la defensa de los derechos humanos de la mujer, especialmente a las autoridades competentes para que se priorice la atención oportuna de los casos alertados y de todas las denuncias por violencia de género, garantizando la protección de las víctimas y así evitar que las cifras de feminicidio sigan aumentando en el país.

No están hablando con los hombres

La Directora de la Fundación Justicia para Todas aseveró que pareciera que hay una creencia institucionalizada de que los hombres “son incapaces de pensar, de cambiar, y no se pueden interpelar”.

En ese sentido explicó que cuando no se les interpela, lo que se les está diciendo es que tienen toda la razón y que está bien lo que hacen.

“No podemos hacer acá un proceso de paz con los hombres, porque sería una cosa casi que imposible, pero sí hay que sentarse con ellos y determinar cuáles son las causas, que están relacionadas no solamente con la socialización, sino con otros factores más allá de la socialización familiar porque el otro gran error es decir que lo importante es lo que pasa en las familias y eso no es verdad. Hay muchas familias que tienen buenas pautas de crianza y, posteriormente, esos niños, incluso siendo niños o adolescentes, hasta ya siendo adultos, se vuelven personas violentas porque estuvieron rodeados de violencia a través de productos culturales, de su forma de socialización y en la vida en general”, enfatizó.

De la misma manera, afirmó que ya es momento de que como sociedad se le empiece a exigir al Estado que haya una visión diferente.

“No puede combatirse la violencia contra las mujeres solamente a partir de la Rama Judicial, eso es simplista y no es lo que corresponde en un Estado Social de Derecho. Básicamente esa serían las razones por las cuales no disminuyen ni van a disminuir jamás las cifras, así les pongan cadena perpetua o pena de muerte, eso no se va a reducir porque no funciona así. El derecho penal es la última ratio, lo último a lo que se acude y antes de eso hay que buscar otro tipo de transformaciones. No podemos seguirnos recostando en el derecho penal buscando una salida a una cosa que es estructural”, puntualizó.

Leyes que no surten efecto

Francisco Bernate, abogado y presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, afirmó que la ciudadanía tiene la percepción errónea de que incrementando penas y reduciendo beneficios es como se logran disminuir los feminicidios.

“Cuando se expidió la ley Rosa Elvira Cely no se hizo en el marco de un estudio científico, sino al calor de la situación que se había presentado en este feminicidio y se le vendió a la comunidad la idea de que mientras más se aumentarán las penas para el delito de feminicidio, iba a mejorar la situación. Pero, al contrario, la Ley fue modificada por otra que aumentó todavía más los delitos, que restringió todavía más los beneficios y vemos cómo todos los días este flagelo desafortunadamente sigue ocurriendo”, señaló.

Agregó que “la realidad es que deberían destinarse muchísimo más recursos, capacidad humana, capacidad de talento físico y de inteligencia para hacer una buena labor de prevención, para activar las alertas tempranas para que la Policía Nacional pueda actuar a tiempo. En este caso lo único que se ha hecho es perder el tiempo expidiendo leyes que no surten ningún efecto.