El Gobierno nacional y el grupo armado Segunda Marquetalia, una disidencia de las extintas Farc encabezada por el guerrillero 'Iván Márquez', anunciaron este viernes el inicio de conversaciones para la firma de un "acuerdo de paz".
Con unos 1.663 combatientes según inteligencia militar y considerada el ala dura de las disidencias, la Segunda Marquetalia se había mantenido hasta ahora al margen de las negociaciones que el presidente Gustavo Petro sostiene con la mayoría de organizaciones armadas del país.
El Alto Comisionado de Paz, Otty Patiño, y el propio Márquez suscriben el comunicado en el que anuncian el inicio formal de este "proceso de diálogos sociopolíticos", en el que Cuba, Noruega y Venezuela han sido llamados de nuevo a mediar. La ONU y la Iglesia católica ejercerán "acompañamiento" en estas conversaciones, para las que aún queda por definir la agenda y los protocolos de negociación.
El texto de once puntos adoptado por las partes anunció el inicio de "un proceso de diálogos sociopolíticos conducentes a la firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y la organización armada rebelde Segunda Marquetalia", creada por Márquez en 2019 tras volver a la clandestinidad.
Las partes se comprometen a "hacer todos los esfuerzos posibles para dignificar la vida de las colombianas y colombianos y contribuir a resolver los problemas que afectan las condiciones de existencia del ser humano", lo que pasaría por estimular "nuevas economías" o favorecer compromisos medioambientales.
"Coincidimos en la necesidad de llevar a cabo un proceso de paz ordenado, ágil, riguroso y respetuoso, que brinde tranquilidad y certezas a la sociedad colombiana en el compromiso genuino de la solución política y la construcción de la paz", han suscrito ambas partes.
En su nota, también coinciden en la necesidad de "garantizar la vida y la seguridad" de todos los actores que "se comprometan" con el proceso de paz, "sin incumplimientos ni entrampamientos", con el objetivo de "brindar la deuda confianza y superar prácticas contrarias y recurrentes de quienes han gobernado el Estado colombiano".
El regreso de Márquez a las armas en 2019 significó uno de los golpes más fuertes para el proceso de paz que reintegró a la vida civil a unos 7.000 combatientes de la que fue la mayor guerrilla de América. La mayoría de ellos se mantuvieron en el acuerdo.
Márquez, que había sido negociador en La Habana, apareció entonces vestido con ropa camuflada y con un fusil en un video donde anunciaba una nueva rebelión armada.
Petro ha impulsado desde su llegada al Gobierno acuerdos con diferentes grupos armados, entre ellos el Ejército de Liberación Nacional, y la Segunda Marquetalia ha subrayado que "sigue con atención e interés" estos trabajos, de los que espera que logren "transformar la vida de poblaciones y comunidades".
"Buenos oficios"
Luciano Marín, el verdadero nombre de Márquez, es un rebelde de línea dura de 69 años.
Antiguo religioso y profesor, el guerrillero fue víctima de un atentado en Venezuela en 2022, según versiones de prensa.
En julio pasado, medios locales especularon sobre su muerte, pero el entonces comisionado de paz Danilo Rueda lo desmintió.
Estudios independientes señalan que la Segunda Marquetalia mantiene una confrontación con otros rebeldes de las antiguas FARC por las rutas del narcotráfico.
El documento sobre las nuevas negociaciones no da detalles del lugar donde se van a desarrollar los diálogos.
En el texto, las partes hacen un llamado a los "buenos oficios" de Venezuela, Noruega, Cuba, la ONU y la Conferencia Episcopal Colombiana, que en otras ocasiones han sido garantes de procesos de paz en el país.
Colombia es el mayor productor de cocaína del mundo y vive un conflicto armado que en más de medio siglo ha dejado 9,5 millones de víctimas, la mayoría desplazados.
El proyecto de "Paz Total" de Petro avanza con algunos altibajos y hasta ahora el mayor logro ha sido el compromiso del ELN y el EMC de abandonar el secuestro extorsivo.
Escéptico de la paz
Jefe negociador de los insurgentes con el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), Márquez nació el 16 de junio de 1955 en Florencia, en el selvático departamento de Caquetá (sur).
Ingresó al Frente 14 y tras nueve años como combatiente fue designado miembro del Secretariado, órgano de dirección de las FARC. Fue vocero en los fallidos diálogos de paz en Caracas y Tlaxcala (México) en 1992, y jefe del Bloque Caribe, en 2003.
En 2011 su nombre se barajó para ser comandante máximo de la guerrilla tras la muerte de "Alfonso Cano" en un operativo militar, aunque finalmente fue designado en el cargo Rodrigo Londoño, conocido como "Timochenko".
Márquez tiene decenas de órdenes de captura en Colombia y Estados Unidos por delitos graves como el narcotráfico y cientos de asesinatos, luego de apartarse del acuerdo de paz que transformó en partido político a la guerrilla.
Como negociador del acuerdo de paz siempre fue uno de los más escépticos y de línea militarista.