Que se fortalezca la Contraloría General y no que cree un tribunal de cuentas a parte, fue lo que se propuso durante el lanzamiento de la revista Economía Colombiana, evento presidido por el contralor Carlos Hernán Rodríguez y donde asistieron tres excontralores; Edgardo Maya, Carlos Felipe Córdoba y Sandra Morelli.
El Contralor en su intervención sobre lo que debe ser la contraloría y ahora que está cumpliendo 100 años de existencia, explicó, “para nadie es un secreto que si hay un organismo técnico, es la contraloría general y paralelamente la auditoria, en esta visión técnica que debe tener la contraloría, le ha hecho daño el tema que no es un problema, ni de los contralores, ni tampoco coyuntural, sino del sistema que ha establecido el método de elección, tanto del contralor general, como de los contralores, es que estos en últimas deben ser elegidos por la corporaciones públicas, y al ser elegido por las corporaciones públicas está dejando un elemento netamente político”
Señaló el jefe del ente de control que hoy en día, con la aprobación del acto legislativo 04 del 2109, se tiene una gran tarea que es identificar, con unos indicadores claros ¿Cuánto la Contraloría general evito que se perdiera? ¿Cuál es el grado de efectividad que tiene ese control preventivo y concomitante? Eso tiene que ser valorado también por parte de la Contraloría”.
Reconoció que para la entidad es muy importante el trabajo conjunto que se hace con la Procuraduría y con la Fiscalía. “En mi caso como contralor, he tenido un extraordinario entendimiento con la procuradora y con el fiscal”.
Control preventivo y concomitante
Por su lado, el excontralor Carlos Felipe Córdoba, reiteró que en el mundo solo hay 44 tribunales de cuenta, y las contralorías que tienen control de prevención son la colombiana y la peruana. “En ese sentido el debate se vuelca específicamente hacia mayor tecnología, pero también a un tema muy importante y es si se está haciendo el control a tiempo, o no”.
Dijo Córdoba que “un control preventivo y concomitante lo que señala es ver con oportunidad el recurso público de manera permanente, y con tecnología del sigo 21 es normal que se pueda ver ese recurso permanentemente de cada uno de los sectores”.
Agregó Carlos Felipe Córdoba que se debe seguir dando el debate en sentido de fortalecer las contralorías regionales o si definitivamente se deben acabar: “si hay la creación del tribunal de cuentas, solamente por cumplir la convencionalidad, porque la contraloría general tiene sus funciones con mucha antelación, antes de 1991”.
Concluyó que hoy en día lo que se necesita son mayores herramientas, mayor componente técnico y mayor conocimiento por parte de los auditores para que la administración pueda actuar con mayor prontitud,” el debate se debe dar hacia un control fiscal fortalecido, fortalecer la contraloría y si se va a buscar un tribunal de cuentas sea eficiente”.
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Una sola contraloría
Para Edgardo Maya Villazón, quien también desempeñó el cargo de contralor sostuvo, “que sigue insistiendo en la existencia de un solo órgano control, una sola Procuraduría, una sola Policía, un solo Ejército, una sola rama judicial con sus estructuras”.
Frente al tribunal de cuentas, dijo que dentro de la Contraloría hay funcionarios especializados que pueden ser los que asumirían como magistrados del tribunal, no se tienen que salir a buscarlos a ninguna parte, “con la plata que tiene la Contraloría se puede enriquecer el tribunal de cuentas”.
Puntualizó que lo que se requiere es una Contraloría fuerte, unos tribunales de cuenta a nivel departamental y la integración de los servidores de las contralorías departamentales a la contraloría general.
Presupuestalmente es inviable el Tribunal de Cuentas
Entre tanto, Sandra Morelli manifestó que en los 30 años de la Constitución si hay algo que ha generado roses constitucionales o choques de trenes e incertidumbre jurídica es la pluralidad de cortes, y expresó, “históricamente el Consejo de Estado ha asumido el control de los actos administrativos y de todas las decisiones de las autoridades administrativas como lo es la Contraloría General, de tal manera que crear un tribunal de cuentas, puede considerarse una usurpación de funciones”.