EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es la principal falencia de la estrategia de droga de este Gobierno?

GUSTAVO DUNCAN: El Gobierno asume que la capacidad de interdicción de drogas va a ser suficiente para poder desmontar toda la cadena del narcotráfico. Puede ser que haga parte del discurso, el hecho de centrarse solo en la interdicción, pero en la práctica no lo crea posible. Es decir, no se va a incautar tanta droga como para persuadir a narcotraficantes de dejar el negocio.

Esa puede ser la parte que puede fallar en el enunciado de la estrategia, aunque en la práctica lo que puede estar diciendo el gobierno es: ‘listo, solo me dedico a esto, igual dejo que continúe el negocio y no me centro en el tema de cultivos’.

En el tema de cultivos, en lo personal estoy de acuerdo que no se persiga a los cultivadores, pero se requiere una política de seguridad muy fuerte para lograr control territorial en zonas de cultivos. No perseguir los cultivos tiene sentido si se logra la supremacía en el territorio donde están ubicados.

ENS: ¿Cuál cree entonces que debe ser la estrategia del Estado para que su lucha antidrogas sea exitosa?

GD: En gran parte, el problema de control territorial se ha dado porque el gobierno ha hecho una apuesta grande a las políticas de ‘paz total’ y en las negociaciones. Pero esas políticas deben estar acompañadas del fortalecimiento del control territorial. Creo que allí es donde está la clave para evitar que los grupos armados tengan una mayor expansión.

Eso también debería ocurrir para generar una situación favorable a la negociación. Los ceses al fuego pueden darse a medida que el gobierno pueda fortalecer su control territorial.

Narcocultivos

ENS: ¿Cree que con 230 mil hectáreas de narcocultivos es viable mantener la meta de erradicación que planteó este gobierno?

GD: Lo que creo es que se está llegando a un punto en que va a haber un tope, por lo que no tendría sentido cultivar más coca, pues no hay manera de sacar más cocaína.

En cuanto a la meta a la que se hace referencia, no creo que el gobierno esté pensando en la erradicación. Más bien, lo que debería preguntársele al Ejecutivo es sobre el plan de sustitución de cultivos, qué tanto puede llegar a sustituir.

Es decir, más que en erradicar, lo que debe pensar es cómo ofrecer alternativa a los cultivos. Por lo tanto, el gobierno debería medirse más hacia esas metas.

ENS: ¿Qué tanto influye este ‘boom’ de narcocultivos y producción de cocaína en la violencia regional?

GD: Mucho, pero eso viene desde antes porque cuando crecieron los cultivos hubo una expansión de los grupos armados por el control de dichos cultivos. Pero esa situación no se le pruebe atribuir solo al gobierno actual, pues venía de antes, incluso desde la firma de los acuerdos de paz en La Habana.

Ahí no hubo una política contundente para solventar el problema con los grupos armados que iban a surgir tras la desmovilización de las Farc, en un contexto de crecimiento de cultivos.

ENS: ¿Cree que el país está en riesgo de una narcopolíca en los comicios del 29 de octubre?

GD: Digamos que hay una tendencia que se va a revertir, en general. Por el crecimiento de los grupos armados, puede haber mayor afectación en las elecciones de lo que había antes.

Pero no podemos hablar de una ‘narcotización’, esto no va a parecerse al proceso 8 mil ni a la parapolítica. Todavía está muy lejos.

Legalización

ENS: Sobre la propuesta de legalización del uso de cannabis recreativo en adultos, ¿qué piensa?

GD: Estoy de acuerdo, pero no creo que sea la gran solución a los problemas. Lo considero así por un principio de libertad; es decir, las personas tienen derecho a usar las sustancias si quieren o no.

Lo segundo es que, si se legaliza, igual habrá otros mercados existiendo y que serán controlados por ilegales. Además, el gran problema que tiene Colombia a nivel internacional es la cocaína, no la marihuana.

Esto le podría generar de algún modo un poco de afectación a las redes de microtráfico.

ENS: Muchos dicen que apoyar este proyecto de ley podría convertir a Colombia en una sociedad dependiente de este tipo de sustancias, ¿qué cree?

GD: Si bien la marihuana genera ciertos tipos de problemas, la mayoría de índole psicológico, no crea tampoco una población disfuncional. Recordemos que no es heroína, no es fentanilo, no es bazuco.