Primer cortocircuito de Petro y grueso de gobernadores electos | El Nuevo Siglo
El presidente Petro dijo que esta primera reunión era con 14 gobernadores electos por fuerzas que “lo apoyaron en la primera vuelta” de 2022. / Foto consejera presidencial de Regiones @SandraOrtizN
Viernes, 10 de Noviembre de 2023
Redacción Política

“LO QUE mal comienza, mal acaba”. Ese refrán popular bien podría aplicarse a la forma en que arrancó esta semana la interacción entre el presidente Gustavo Petro y los gobernadores electos, la mayoría de los cuales proviene de sectores políticos de orilla política e ideológica distinta a la de la Casa de Nariño.

Dos circunstancias evidenciaron que a partir del próximo 1 de enero el cortocircuito que hoy existe entre buena parte de los mandatarios seccionales y locales con el Gobierno nacional no tendrá un “borrón y cuenta nueva”.

No hay que olvidar que la relación entre Petro y muchos de los gobernadores salientes es muy tensa debido a las fuertes críticas de estos a  la violencia electoral, el deterioro grave de la seguridad y orden público regional, así como los vacíos en la aplicación de la política de paz, sobre todo los ceses el fuego con grupos ilegales.

Si bien nadie desconoce que la campaña territorial estuvo muy polarizada entre sectores de oposición y gobiernistas, al punto que los comicios fueron una especie de ‘plebiscito’ sobre la gestión de Petro y los mandatarios de izquierda elegidos en 2019, se pensaba que, terminado el pulso electoral, se pasaría la página, concentrándose la Casa de Nariño y los nuevos titulares departamentales en sentar las bases de una relación respetuosa, institucional y atada a los marcos de coordinación de gestión y competencias delineados constitucional, legal y presupuestalmente.

Pero ello no ocurrió. La ‘artillería’ más pesada la disparó Petro. Primero por el polémico mapa político-electoral que publicó la semana pasada, en donde señaló a un número significativo de nuevos gobernadores como “cercanos” a su administración (pese a que incluyó candidatos de partidos que hoy están en la independencia frente al gobierno de izquierda). Y esta semana sumó la invitación a la Casa de Nariño de solo una parte de los mandatarios seccionales que triunfaron en las urnas, privilegiando, precisamente, a los que considera simpatizantes de su causa.

Fue así como a la cita llegaron los mandatarios electos de Amazonas, Arauca, Bolívar, Boyacá, Caldas, Casanare, Cauca, Chocó, Guainía, Guaviare, Huila, Nariño, San Andrés y Vaupés.

El propio jefe de Estado recalcó esa distinción: “en reunión con 14 gobernadores que fueron elegidos con las fuerzas que me apoyaron en mi primera vuelta presidencial”.

Ya días atrás había señalado que “… reuniremos antes que nada a los gobernadores y alcaldes elegidos que provienen de la campaña victoriosa a la presidencia y convocaremos este gran Frente Amplio del Cambio, para juntar esfuerzos y construir la potencia de la vida”.

Lo cierto es que tras la reunión del martes pasado de Petro con estos 14 gobernadores quedó en claro que se mantienen las tensiones poselectorales, así la consejera presidencial para las Regiones, Sandra Ortiz, tratara de suavizar esa circunstancia señalando que “… la próxima semana nos reuniremos con los otros 18 mandatarios, pues la dirección del presidente es clara: trabajar en equipo con todos los mandatarios regionales del país, sin distinción”.

 

 

 

Ortiz dijo que esos primeros 14 gobernadores provenían de sectores que habían estado con Petro en la primera e incluso en la segunda vuelta, provenientes del Pacto Histórico, Alianza Verde, liberales y conservadores. Las reacciones en algunos sectores de estos últimos dos partidos no se hicieron esperar, señalando que no se podía catalogar a estos mandatarios como “cercanos” al Gobierno.  

Lo cierto es que Ortiz también se reunió esta semana con los alcaldes electos de Quibdó, Florencia, Armenia y Tunja, entre otros.

Varios de los 18 gobernadores que no fueron invitados a la Casa de Nariño dejaron en claro que no entendían este proceder del Gobierno y, de nuevo, llamaron a que se les tenga a todos en cuenta por igual, sin ningún tipo de preferencia o discriminación política o presupuestal.

Incluso, los mandatarios que sí asistieron a Palacio y trataron temas referidos especialmente a seguridad, presupuesto, procesos de paz e inversión en las regiones, insistieron en que la semana entrante viene el resto de nuevos gobernadores y la idea es trabajar todos en la misma dirección. Es más, varios de los entrantes gobernantes no dejaron de mostrarse cautelosos frente a preguntas de los periodistas en torno a si se consideraban de la “esfera petrista” y si los ausentes estaban por fuera de ella.

El propio secretario ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Didier Tavera, en declaraciones radiales indicó que “la invitación nos hubiera gustado que fuera para todos. Lo que queremos es que ojalá esta reunión se dé con todos. El presidente de la República es el presidente de los colombianos y esperamos que lo mismo sea el presidente de los 32 departamentos”.

 

Sentida ausencia

El segundo hecho que esta semana dejó en claro que el escenario de arranque de las relaciones entre el Gobierno y el grueso de los gobernadores que se posesionarán el 1° de enero próximo no apunta a ser el mejor, se dio en el marco del “campus” que organizó la Federación de Departamentos en Santa Marta. Un cónclave muy significativo, toda vez que reunió a los mandatarios que terminan sus periodos el 31 de diciembre y sus sucesores. De hecho, fueron ubicados cada uno al lado del otro, como si fueran compañeros de pupitre.

ENS

La molestia por la reunión de Petro con solo 14 gobernadores y su ausencia  en Santa Marta, evento al que fue invitado con suficiente antelación, no fue poca, más aún después de que la propia consejera Ortiz, cuando fue interrogada en torno a si Petro iría al campus, dejó inicialmente en veremos el tema, mostrando su inconformismo por unas declaraciones del “director de Fededepartamentos” y admitiendo, de paso, que el Gobierno venía “en un momento difícil con algunos gobernadores salientes y no quiero que dejen eso como un show mediático, porque hay candidatos a la presidencia y eso me preocupa. Hablo de la Consejería para la Regiones, y no del señor presidente”.

La propia Federación tuvo que salir al paso de toda esta situación y señalar en un comunicado que el campus era “un espacio de integración regional a través del intercambio de experiencias y conocimientos entre los gobernadores actuales y los mandatarios electos como apoyo a un empalme constructivo… Este encuentro no fue, es, ni debe ser entendido como el encuentro de ‘los otros gobernadores’ o de los ‘gobernadores de la oposición’… Respetamos el mandato del presidente Petro y reiteramos nuestra voluntad y disposición para construir un camino de fortalecimiento de la autonomía y la descentralización desde un proceso de unidad nacional. Presidente de la República solo hay uno y en su llamado constitucional a ser símbolo de la unidad, le reiteramos nuestra invitación al campus…”.

Luego vendría una declaración de los gobernadores electos en la que enviaron “… un mensaje de unidad convencidos de la necesidad de articular desde los distintos niveles del Estado, enmarcado en el trabajo en equipo, entre las autoridades regionales y el Gobierno nacional para garantizar la seguridad, el desarrollo social, económico y ambiental que necesita Colombia”.

Habrá que esperar, entonces, qué pasa en la reunión de la próxima semana con el resto de los mandatarios departamentales electos. Por ahora tienen eco declaraciones como las del gobernador entrante en Cundinamarca, Jorge Emilio Rey: “todos los gobernadores, sin excepción, necesitamos del Gobierno nacional para sacar adelante los proyectos estratégicos en nuestros territorios; y no hay opción alguna para que el Gobierno pueda consolidar su Plan de Desarrollo Nacional sin el concurso de las alcaldías y gobernaciones. Nada más parecido a los matrimonios medievales, donde desconocidos, incluso de casas rivales, por el bien y la paz de sus comarcas, convenían compartir ineludible lecho nupcial”.