CON 85 votos por el Sí, la Plenaria de la Cámara de Representantes aprobó en segundo debate el proyecto de Acto Legislativo que busca regular el Cannabis de uso adulto en Colombia.
No obstante, pese a que el proyecto avanzó, las críticas y congresistas que se oponen al proyecto no cesan. Al respecto este Diario conoció la postura de los senadores Liliana Bitar, Lorena Ríos y Carlos Fernando Motoa.
La senadora del Partido Conservador, Liliana Bitar, afirmó que la legalización del consumo de marihuana es decirles a los jóvenes que la sociedad permite el consumo de las drogas.
“Eso significa seguir abriendo las puertas a la adicción. El centro de nuestra tarea como legisladores debe centrarse en promover normativas que beneficien a las familias, que contribuyan a la prevención, que protejan a los más vulnerables y no que agraven más la situación. En lo que tiene que ver con cultivos ilícitos de marihuana, la información oficial no es muy detallada para hacer una estimación del comportamiento de la producción en caso de una legalización recreativa, sin embargo, si la marihuana se aprobara para el consumo recreativo, es interesante saber que actualmente existen más de 57.000 hectáreas autorizadas legalmente para el cultivo de marihuana con fines medicinales”, explicó.
De igual manera, sostuvo que en el caso de un referendo los colombianos, especialmente aquellos que han sufrido las consecuencias de tener entre sus familias personas con adicción a la droga, lo rechazaría.
“La mayoría de los colombianos no respalda este tipo de iniciativas porque ya se ha demostrado en otros países que esta actitud permisiva conduce al detrimento de la sociedad en otros aspectos como la seguridad. La ciudadanía estaría más interesada en visibilizar el impacto que el consumo de este tipo de sustancias pueden generar en el ser humano y la familia”, aseveró.
A su turno, la senadora de Colombia Justa Libres, Lorena Ríos, afirmó que con fundamentos científicos la regulación del uso de cannabis recreativo en adultos induce el aumento del consumo en adolescentes según estudios de la medida en otros países, principalmente en Estados Unidos.
“De legalizarse el uso recreativo del cannabis se prevé un crecimiento exponencial de cultivo en América Latina (según expertos el crecimiento exponencial duraría aproximadamente 5 años), especialmente en Colombia que es un país con una serie de ventajas naturales competitivas, como lo es el clima y los bajos costos de producción”, explicó.
Señaló, además, que teniendo en cuenta la historia colombiana y los conflictos que ha conllevado el cultivo y comercialización de drogas ilícitas para la población colombiana, sería un tema que conllevaría a varios debates y un abordaje que sobrepase las discusiones ideológicas. “Un referendo generaría per se un debate necesario sobre el consumo del cannabis, dejando de lado los intereses económicos y las posiciones polarizadas”, afirmó.
Protección de la salud pública
Por último, el senador Carlos Fernando Motoa del partido Cambio Radical explicó que, aunque en su momento votó en contra del proyecto por un tema de una proposición que no fue aceptada en su debido trámite, siempre ha apoyado la iniciativa.
“Las proposiciones que presenté no son en contra del proyecto, lo que buscan es defender el interés general, proteger la salud pública y corregir la iniciativa. Se trata de una reforma constitucional y como reforma debe tener amplios consensos y debe asegurarse, en el caso de las proposiciones que radiqué, que se prohíba la promoción o comercialización de cannabis mediante pauta y eventos promocionales de consumo de cannabis, es necesario para evitar que jóvenes o niños caigan en el consumo”, puntualizó.
“Me parece grave que se modifique el artículo de la Carta Política para hablar de posibles futuras regulaciones mediante modificaciones de una ley o decreto. Hoy la prohibición es la regla general, cualquier excepción se establece dentro de la carta política, permitir que se haga mañana en una ley ordinaria o un acto administrativo del Gobierno es lesivo”, concluyó.